Ley De Educación de Puebla rompe el espíritu de normativa federal

Staff/Rossi

La Ley de Educación de Puebla, aprobada por Morena, rompe con el espíritu de la Ley General de Educación, afirmó Américo Zúñiga Martínez, Delegado Presidente del CDE del PRI en Puebla.

Después de la Ciudad de México, Puebla es la entidad que cuenta con el mayor número de instituciones de educación superior, y es atractiva para miles de personas que buscan calidad educativa.

La Ley de Educación de Puebla, aprobada por Morena, rompe con el espíritu de la Ley General de Educación, de alcance nacional, porque los bienes inmuebles de las instituciones de educación particulares se incorporan al Sistema Estatal, afirmó Américo Zúñiga Martínez, Delegado Presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI de en el estado.

En rueda de prensa, destacó que Puebla es, después de la Ciudad de México, la entidad que cuenta con el mayor número de instituciones de educación superior, siendo atractiva para miles de personas que buscan calidad educativa, por la libertad de los contenidos educativos.

Informó que la educación en Puebla funciona por inercia, y señaló que, en contraste con la calidad que ofrecen esas instituciones, es uno de los 10 estados con menor grado de escolaridad del país.

Indicó que, según el INEGI, la media nacional es de 5.5 años de escolaridad, y Puebla tiene 8.5 años, ubicándose en el lugar 26 de 32. Además, Puebla está en los últimos 5 lugares, con más analfabetismo en el país, ya que ocupa el lugar 27 de 32, con un 8.3 por ciento de la población aún analfabeta.

Zúñiga Martínez destacó que uno de los aspectos de la Ley de Educación de la entidad que desató polémica, es que señala que los muebles e inmuebles destinados a la educación, incluyendo los particulares, forman parte del Sistema Educativo Estatal, lo que en redes sociales se interpretó como el camino a una “expropiación”.

Esto generó una legítima preocupación, tanto de los rectores y directores de diversas instituciones particulares, como de ciudadanos que manifestaron su inconformidad.

Por eso, continuó, es preciso que los legisladores se conduzcan con respeto y cuiden las expresiones que manifiestan respecto a éste y otros temas, toda vez que no deben olvidar que representan a los ciudadanos y deben legislar en favor de ellos.

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