Trabajar en lo local, nueva estrategia del INIFAP para evitar la migración campesina

Hipólito Contreras

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), lleva adelante el programa agricultura local, la que tiene por objetivo producir alimentos de autoconsumo, obtener excedentes y comercializarlos, con esto se busca detener la migración en zonas de alta marginación.

Francisco Javier Ugalde Acosta, investigador del INIFAP, expuso que los resultados en este proyecto se ven reflejados en el incremento en la producción de maíz y frijol, en el programa participan los ayuntamientos mediante transferencia de tecnología a los productores

Destacó que se trata del proyecto más antiguo de transferencia de tecnología de la institución a nivel Latinoamericano, donde hay inversión económica de los ayuntamientos, quienes al transferir semillas a los agricultores, con mejor desarrollo tecnológico contribuyen a la producción de alimentos básicos y otras alternativas para generar ingresos como, café, especias y aguacate.

El agrónomo señaló que frente a la emergencia económica actual por la pandemia del Covid-19, trabajar en lo local, en especial en los municipios rurales, es la estrategia ideal, porque logras producir alimentos, se logran excedentes que pueden colocarse en las cabeceras municipales o ciudades cercanas y generas ingresos para los agricultores locales.

“El planteamiento consiste en fortalecer el financiamiento por parte de los ayuntamientos, junto con el centro de investigación, para la transferencia de sistemas innovadores que fomenten la siembra, productividad, abasto y bienestar familiar de las comunidades más vulnerables del medio rural”, expuso.

Indicó que durante 20 años bajo este modelo se han sembrado 3,500 hectáreas de frijol con variedades mejoradas en beneficio de 7 mil productores de 75 administraciones municipales diferentes, con un rendimiento promedio de una tonelada 120 kilos por hectárea, lo que significó un aumento del 103 por ciento y se logró 100 por ciento de abasto familiar de la leguminosa con los productores participantes; con ingresos por los excedentes que comercializaron.

El proyecto ha operado en municipios de los estados de Veracruz, Puebla, Tabasco y Oaxaca, en condiciones tropicales, subtropicales y de transición climática, en localidades ubicadas desde los 0 hasta 2,500 metros sobre el nivel del mar (msnm), en ciclos de temporal y humedad residual. Los productores de frijol no aplicaron fertilizantes ni fungicidas, al ser variedades mejoradas sustentables con resistencia y tolerancia a factores bióticos y abióticos.

El investigador destacó que en municipios donde se ha aplicado el modelo, en el caso del maíz con el cambio de variedades e híbridos se incrementó el rendimiento en un cien por ciento.

Indicó que el modelo que fue rediseñado en México, ya se integró como una metodología por centros de investigación de algunos países de Centroamérica.

Hoy, destacó, con la emergencia económica y sanitaria que se vive y el alza del dólar será más costoso traer alimentos del exterior, pero tenemos tecnología pública que puede ayudar a mejorar niveles de productividad de la gente y resolver el tema de producción y abasto de alimentos.

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