COVID-19 Estudiantes deben volverse protagonistas de su propio aprendizaje

Staff/Rossi

· Para que a educación a distancia sea exitosa, el alumnado debe asumir su responsabilidad en la ecuación de la enseñanza

· Coordinadora del Centro de Atención a Estudiantes Universitarios de la IBERO habla sobre la ‘Resiliencia académica en ambientes virtuales y a distancia’

La migración repentina de clases presenciales a en línea, iniciada en este periodo de distanciamiento social por el COVID-19, ha puesto a algunas y algunos estudiantes en dificultades, como el dejar de hacer sus actividades académicas o no conseguir tener avances en las mismas. Por lo que en esta situación que se está viviendo, lo más importante es que los y las alumnas reflexionen que deben volverse los protagonistas de su propio aprendizaje.

La maestra María Luisa Hinojosa Ávila, coordinadora del Centro de Atención a Estudiantes Universitarios (CAEU) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, detalló que las y los alumnos que han tenido problemas al continuar, vía remota, con su formación, es debido a distintas circunstancias que pueden ser de índole emocional y que pueden estar provocando una actitud reactiva, que los lleva a tener una resistencia a su propio aprendizaje, y en ocasiones sólo interesarse por la calificación y a tener una escasa reflexión sobre las propias estrategias de aprendizaje.

Debido a ese estrés, las y los alumnos reaccionan utilizando las destrezas memorísticas, en lugar del aprendizaje significativo; solicitan que se les diga con exactitud qué hacer, cómo hacerlo y bajo qué circunstancias, en lugar de emplear su creatividad al hacer un proyecto o entregar un trabajo; y culpabilizan al entorno y a los demás de que las cosas no les salgan de la manera adecuada.

En contraposición, la Mtra. Hinojosa indicó, al hablar de la ‘Resiliencia académica en ambientes virtuales y a distancia’ (en la webinar ‘Herramientas para la construcción de bienestar emocional y académico’), qué puede hacer el alumnado para tener éxito en su aprendizaje al continuar sus estudios en la modalidad línea.

1. Siempre estar dispuesto a explorar y a experimentar. Sobre todo a aprender de otra manera, que es lo que abre la oportunidad de salir adelante, tanto al estudiantado como al claustro académico.

2. Convertirse en un estudiante proactivo. Hay que organizar el trabajo y el aprendizaje que se van a tener, controlar los tiempos y el funcionamiento de las plataformas virtuales, y entender qué solicita el docente y qué se le envía. De esa manera el estudiante tendrá mayores posibilidades de sistematizar su propio aprendizaje, y que éste sea más lógico y adecuado para él o ella.

3. Hacer los trabajos de forma reflexiva. Si se empieza a dar sentido a lo que se está leyendo y aprendiendo, a partir de un pensamiento reflexivo, el alumno o la alumna se va a sentir más seguro respecto de eso que está estudiando.

4. Ubicar los canales de ayuda establecidos por la propia institución y por los docentes. Este apoyo es fundamental, sobre todo cuando algunas cosas no quedaron lo suficientemente claras, y porque no se debe olvidar que estudiantes y profesores (as) se están adaptando a esta nueva situación de educación virtual y a distancia.

5. El aprendizaje colaborativo es fundamental. Significa apoyarse en esa persona que domina mejor que uno mismo un tema en el que se tiene alguna dificultad, con el fin de obtener una mejor calidad en el aprendizaje.

6. Actuar siempre con ética y responsabilidad. No copiar y no cometer plagio.

Cómo fortalecer los ambientes académicos virtuales

Para fortalecer el desarrollo favorable en ambientes académicos virtuales y a distancia, la coordinadora del CAEU de la IBERO dijo que hay tres elementos fundamentales:

1. Los grupos colaborativos fomentan la resiliencia comunitaria. No necesariamente todo tiene que ser trabajo en equipo, pero sí un trabajo colaborativo, que tiene que ver con que aquellos estudiantes que son mejores en determinadas áreas o temas de una materia compartan información con otros; y con hacer foros donde todo mundo pueda ingresar, para ir retroalimentándose o solucionando ciertas dificultades. Esto hace que la resiliencia comunitaria sea mucho mayor.

2. Reconocer las fortalezas y debilidades que se tienen. Es muy importante decir, yo no soy bueno en esto, pero sí puedo ayudar desde este otro lugar. Entonces al irse construyendo, justamente con los grupos colaborativos, también se pueden ir reconstruyendo esas debilidades, que se volverían entonces ventanas de oportunidad.

3. Trabajo organizado y eficaz. Es cómo las y los estudiantes organizan sus agendas, para poder darle cauce y un buen resultado a las muchas actividades que tienen, entre éstas, las escolares. Sin embargo, cabe reconocer que el confinamiento, y el estrés que provoca, han complicado el tener esta organización, y han dado lugar a una falta de concentración y a un retraso en la elaboración de los trabajos.

En este apartado, la Mtra. María Luisa Hinojosa dijo que el profesorado puede ayudar mucho a los estudiantes, al darles a conocer con anticipación aquellas actividades que tendrán que ir desarrollando. Una estrategia útil para esto es el aula invertida, modalidad en la que previamente el profesor envía información (textos, vídeos, películas), para que los alumnos la conozcan antes de la clase, y para que en ésta se dé inicio a una discusión y a la solución de dudas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categorías