Lucha de siglos: Hipólito Contreras

Hipólito Contreras

Mundo Rural

Parece increíble que fuera hasta 1953 en México cuando por fin los congresistas y los gobiernos encabezados por hombres hayan decidido reconocer el derecho a las mujeres para votar y ser votadas, este es un derecho que debió ser reconocido por lo menos hace dos mil años.

¿Pues en qué pensaban los legisladores y gobiernos antes de 1953? ¿qué las mujeres no tenían ese derecho natural? ¿qué ese derecho sólo correspondía a los hombres? Esa negativa fue como quitarles el derecho a respirar.

Votar y ser votadas es como el derecho a comer, derecho a respirar, derecho a vivir, es un derecho natural, innato, que nunca se debió haber sido negado a las mujeres.

No sabemos que suceda hoy en otras naciones, si aún hay países que niegan este derecho natural a las mujeres, si aún queda alguno pues que pena que en pleno siglo XXI sigan actuando como en la Edad Media, la época del oscurantismo.

Aún hay naciones, sobre todo en Medio Oriente, en donde las mujeres deben andar bien cubiertas y hasta con un velo en la cabeza, en la calle deben caminar sin hablar con nadie, si no lo hacen son severamente castigadas. En esos países la infidelidad se castiga

con la pena de muerte, las mujeres son lapidadas, ojalá y esas costumbres arcaicas y tenebrosas hayan ya desaparecido.

Pero veamos en México cómo está la situación de las mujeres en estos tiempos de las rápidas comunicaciones, de avanzadas tecnologías y de una serie de cambios tecnológicos y políticos.

Las mujeres han dado grandes pasos en su desarrollo, si bien es cierto en las comunidades hay aún miles de mujeres marginadas, junto con los hombres, de manera global hay buenos avances, pero aún insuficientes como para asegurar que viven y comparten los mismos derechos que los hombres.

De manera global las mujeres están en las universidades, en las instituciones de investigación, en las instituciones de gobierno, en los Congresos, en los partidos políticos, en el arte, el deporte, la ciencias, la cultura, el campo, la a academia, la iniciativa privada, el comercio, etc.

El problema es que en todos los campos las mujeres ocupan no más allá del 30 por ciento de los cargos, el 70 por ciento son ocupados por hombres, esto aun cuando se ha legislado que sea 50-50 en los puestos de elección.

Aún así mujeres están en todos lados, en todas las áreas, parece que se acabó ese único rol que tenían hasta hace unos 60 años, el hogar, ya no, se salieron de ahí para conquistar el mundo, para aportar mil

cosas en beneficio de la sociedad y el planeta, y también para defender sus derechos.

Ellas han hecho cosas formidables, extraordinarias, han contribuido al desarrollo nacional, de sus estados y comunidades, sin embargo, aún encuentran muchos obstáculos en el camino, aún algunos hombres ( no todos por supuesto) las ven como inferiores, no admiten que ellas los superen, no admiten que tengan las mismas libertades que ellos, creen que la última palabra la tienen ellos, no ellas, si ellas ganan más por sus méritos ellos se molestan.

Pero lo peor es que esos hombres ( no generalizo porque hay miles de hombres conscientes y valiosos) las agreden de mil formas, e incluso las golpean y las matan. En México hay miles de mujeres asesinadas en los últimos 20 años.

El problema es cultural ¿o no? ¿ será que entre más cultura hay más conciencia de los hombres respecto a las mujeres? ¿ o serán otros factores por los que los que algunos hombres agreden a mujeres?

Sin embargo, creo, que en la medida en que el centro de este país sea la aplicación de una nueva política educativa y se formen nuevas generaciones, se avanzará no sólo en una real equidad de género, sino que bajarán sustancialmente las agresiones a las mujeres.

Si se educa para crear o formar un nuevo hombre, ese nuevo hombre será mejor en todos los sentidos.

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