Rossi A. G.
· El homenaje se realizó en la IBERO Ciudad de México
El Sistema Universitario Jesuita (SUJ) y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) celebraron en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México una ceremonia de agradecimiento a Jan Jarab, por su destacado trabajo como Representante en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH México).
El homenaje, llevado a cabo en el Auditorio Ángel Palerm, estuvo presidido por el Mtro. David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la IBERO Ciudad de México·Tijuana; el Mtro. Santiago Aguirre Espinosa, director del Centro Prodh; el Dr. Óscar Castro Soto, director del Tecnológico Universitario del Valle de Chalco (TUVCH); y la Mtra. Araceli Téllez Trejo, directora general de Formación e Incidencia Ignacianas de la IBERO Ciudad de México.
Junto con la y los mencionados, estuvo en la mesa del presídium el homenajeado, Jan Jarab, quien dejará México para, a partir del lunes 25 de este mes, asumir en Chile, el cargo de Representante en la Oficina Regional de ONU-DH para América del Sur.
El Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S. J., Rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), quien no pudo asistir al homenaje, envió un video (transmitido en la ceremonia), en el cual hizo patente su aprecio por Jan Jarab, “por su cercanía, humanidad y esfuerzos constantes por hacer de México un lugar de justicia, paz y donde los derechos humanos sean una realidad. Su papel como acompañante en procesos legislativos, judiciales y de política pública han traído avances, y su apuesta por estar siempre del lado de las víctimas ha sido decisiva”.
Destacó cuatros rasgos de Jan Jarab y de su paso por México:
Primero. Su interlocución con todos los actores y especialmente con las víctimas. Porque siempre estuvo dispuesto a dialogar y a construir puentes.
Segundo. Se mantuvo firme ante injusticias e intentos de regresión en materia de derechos humanos. Su valentía y entereza, así como las de la Oficina de ONU-DH México, han sido admirables.
Tercero. Supo reconocer el talento y compromiso de la Oficina su cargo. Durante su gestión logró empoderar y apoyar a sus colaboradores, a raíz de lo cual la ONU-DH México se posicionó como un actor con alta credibilidad en este país.
Cuarto. La ONU-DH México identificó como estado prioritario a Jalisco. Jan siempre estuvo dispuesto a colaborar con el ITESO, a donde recientemente fue para participar en la inauguración del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia ‘Francisco Suárez’, instancia interdisciplinar dedicada a la defensa y promoción de los derechos humanos.
Así, en un contexto nacional marcado por amenazas a la autonomía de instituciones que son y deben ser contrapesos al poder, amenazas de las cuales el ámbito de los derechos humanos no ha estado exento, “quiero destacar que el paso de Jan por México no fue fácil. Por ello reconocemos y agradecemos sus desvelos, frustraciones e indignaciones; pero también su valentía, su compromiso y empatía con las causas más nobles; su terquedad e insistencia para que las autoridades cumplan con su mandato de respetar y garantizar los derechos humanos”.
Alzó la voz para producir cambios
El doctor Óscar Castro dijo que para el Tecnológico Universitario del Valle de Chalco y las Universidades del SUJ es un honor participar en este reconocimiento a la gestión desarrollada por Jan Jarab al frente de ONU-DH México, “porque lo hacemos con una Mirada particular, desde donde entendemos los derechos humanos”.
Señaló que hoy por hoy se requiere de una fortaleza técnica, política y ética en los organismos públicos de derechos humanos y en las instituciones gubernamentales, “y el trabajo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (en México) ha sido fundamental en este esfuerzo en los últimos años”.
Con su mandato para documentar y diagnosticar todo tipo de violaciones a los derechos humanos, propiciar un diálogo respetuoso entre las víctimas y las autoridades, y asesorar al gobierno federal y los gobiernos estatales e incidir en ellos para la implementación de políticas públicas de derechos humanos y/o con perspectiva de derechos humanos, la OACNUDH en México ha logrado avances significativos “que nos acercan un paso a la construcción de verdad, justicia y reparación para las víctimas”.
El reconocimiento de esta realidad de dolor que sufren los niños, los jóvenes, las mujeres, los migrantes, los periodistas, las personas con preferencias sexuales diversas, los grupos vulnerables, indígenas y víctimas de trata de personas, viene acompañada también del reconocimiento de quienes por su labor denuncian las injusticias, asumen la defensa y la promoción de los derechos humanos, tienden puentes de diálogo con las autoridades y contribuyen a que los gobiernos cumplan con los más altos estándares internacionales en la materia.
“Este es el reconocimiento que queremos hacerle a la gestión de Jan Jarab y su equipo de trabajo en los últimos años, al frente de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México”.
El Mtro. Santiago Aguirre, director del Centro Prodh, reconoció que Jan Jarab supo alzar la voz, pero no para quedarse con la satisfacción de quien tiene altura moral por tener la razón, sino para producir cambios.
“En esa capacidad de Jan de hablar con una palabra fuerte de denuncia, con una palabra profética, pero también de construir puentes, y abrir así espacio para la esperanza, encontramos profundas resonancias con la Identidad del Centro Pro, como obra social de la Compañía de Jesús. Y estoy seguro también que las universidades del Sistema Universitario Jesuita encuentran resonancias con su Identidad como obras educativas de la Compañía de Jesús”.
Luchó por todas y todos los mexicanos
A lo largo de tres años y medio como Representante en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab se distinguió por su enorme compromiso en favor de los derechos humanos en este país. Desde el inicio, su determinación se hizo visible, pues a tan sólo seis días de haber asumido el cargo envió una misión de documentación a Nochixtlán, Oaxaca, y emitió un pronunciamiento respecto a los acontecimientos ocurridos, destacó el Mtro. David Fernández Dávalos, Rector de la IBERO Ciudad de México·Tijuana.
“Este ímpetu y valentía caracterizaron su actuar a lo largo de todo este tiempo. Hubo momentos que generaron gran controversia y tensiones con el gobierno mexicano, momentos en los cuales Jan permaneció firme a sus convicciones, a pesar de las circunstancias”.
El Padre, recordó algunos acontecimientos que fueron de vital relevancia para los derechos humanos a lo largo de la gestión de Jarab. Por ejemplo, su activa participación en discusiones legislativas, como la Ley de Seguridad Interior, en donde se pronunció a favor del retiro gradual, medible y con plazos definidos de las fuerzas armadas de las tareas de seguridad pública, así como la transición hacia un modelo de seguridad basado en la profesionalización y el fortalecimiento de las corporaciones policiacas.
Sus distintas intervenciones con la intención de eliminar el arraigo del orden jurídico mexicano, por considerarlo una práctica de tortura y de violación a los derechos humanos; su constante insistencia en que el Estado cumpliera sus obligaciones de protección a periodistas, pueblos indígenas, defensoras y defensores de derechos humanos, víctimas de tortura y desaparición; así como su cercanía con las familias y víctimas de violaciones a los derechos humanos.
“El señor Jan Jarab también mostró su apoyo incondicional, con sus acciones, a las Universidades que integramos el Sistema Universitario Jesuita. Por ejemplo, su participación en el Foro de Seguridad, Democracia y Derechos Humanos. La Vía Civil; o la presentación del Informe Violencia y Terror. Hallazgos sobre Fosas Clandestinas en México”.
De todo lo emprendido, el Maestro puso énfasis, como un claro ejemplo de las convicciones en el actuar de Jarab, en las acciones de la ONU DH México en torno a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. “Para este caso, las acciones y pronunciamientos de la Oficina confrontaron directamente la actuación de las autoridades mexicanas en el caso de los normalistas, calificando a la verdad histórica como insostenible, y exigiendo a las autoridades que emprendieran las acciones necesarias para encontrar la verdad”.
Asimismo, se publicó Doble injusticia, informe sobre violaciones de derechos humanos en la investigación de Ayotzinapa, en el que se documentó que, en 34 personas procesadas por el caso de los normalistas, se encontraron fuertes elementos para asegurar que habían sido torturadas y víctimas de otras violaciones a los derechos humanos.
En esta investigación se identificaron patrones de actuación y modus operandi de las autoridades, consistentes en detenciones arbitrarias, demora en la presentación de personas detenidas, actos de tortura por la PGR, la SEIDO, la Agencia de Investigación Criminal, la Policía Federal y la Secretaría de Marina, con el único fin de inculpar e incriminar a esas 34 personas por la desaparición de los normalistas. “El impacto de esta investigación fue tan grande, que el gobierno mexicano descalificó el informe de manera pública, y amenazó que su publicación podría afectar el resultado de los casos, con el único fin de perpetuar la denominada verdad histórica”.
Por todo lo enunciado sobre su labor al frente de ONU DH México, el Rector dijo: “Es muy grato para mí decirte, estimado amigo Jan, que te vas de México no como un funcionario cualquiera, sino como una persona que desde su posición aprovechó la oportunidad para luchar por todas y todos los mexicanos. Te vas a tu siguiente encomienda como un mexicano más, preocupado y sensible ante nuestra terrible situación. Por todas tus acciones, tus luchas, tus enojos ante la injusticia y tu indignación ante la indolencia, te agradecemos de todo corazón…gracias por mantenerte firme ante las descalificaciones, las amenazas y los actos de desprestigio, gracias por velar por los derechos humanos de las y los mexicanos”.
El camino puede ser el destino
Por su parte, Jan Jarab agradeció a las organizaciones convocantes “por esta hermosa ceremonia, digna y conmovedora”; un honor que compartió con el equipo de la Oficina de ONU DH México, que tuvo parte en todas las actividades en los últimos tres años y medio, desde la aprobación de nuevas leyes, como las de tortura o desapariciones; los informes y comunicados sobre casos, como la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa o las desapariciones en Nuevo Laredo en 2018; hasta las liberaciones de personas injustamente procesadas y encarceladas, como las seis personas indígenas de Tlanixco.
“Para mí fueron tres años y medio de particular intensidad de trabajo, pero también de solidaridad y sinergias, apoyo mutuo y amistad con muchas personas de la llamada comunidad de derechos humanos; entre ellas, varias de las que hoy se encuentran en esta sala, del Sistema Universitario Jesuita, del Centro Pro, y de otras organizaciones, así como las víctimas de violaciones de derecho humanos”.
“Desde la perspectiva de ustedes, sin duda, mi breve presencia en México será tan sólo un episodio en la historia del país, en la historia de esta Oficina donde representantes llegan y se van, mientras gran parte del colectivo se queda. A mí, personalmente, México me marcó para siempre. Pero todos tenemos que seguir en el camino: en mi caso el camino hacia Chile y América del Sur, hoy por hoy en medio de una tormenta perfecta, y ustedes con el camino hacía una sociedad más justa, un México donde ya no habrá tortura, no habrá desapariciones, ejecuciones extrajudiciales ni feminicidios”.
“El camino hacia un México donde ya no habrá impunidad de los perpetradores de los crímenes ni persecución absurda de personas inocentes,…el camino hacía un México donde los pueblos indígenas serán de nuevo dueños de sus tierras -tierras que no se van a concesionar a empresas depredadoras-, y las personas migrantes ya no serán privadas de libertad por cruzar ríos o líneas imaginarias en el terreno”.
“Permítanme, entonces, por favor concluir de un modo un poco taoísta, con un poema de nuestro contemporáneo, el cantautor y poeta checo Oldrich Janota, El camino puede ser el destino – un poema que me toca aún más personalmente en estos días, siendo yo en un camino hacia lugares y dimensiones desconocidas”.
El tren rápido para de repente / Se quiebra en medio de la ida / Sigo a pie, soy un caminante / Despido la máquina fallida / De pronto ya no hay más prisa / No te recibirán comitivas / Maletas, cubiertas quedan en el mapa / Ríos suben cuando la lluvia se empapa / El camino puede ser el destino / El camino puede ser el destino.
“I cesta může být cíl. I cesta může být cíl”.
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