Manuel Bartlett, Melquiades Morales, Mario Marín, Rafael Moreno Valle, Tony Gali y las notarías…el sueño húmedo de cualquier político en desuso, 2da parte

Roberto Desachy Severino

Manuel Bartlett, Melquiades Morales, Mario Marín, Rafael Moreno Valle, Tony Gali Fayad, prácticamente todos los ex gobernadores tienen historias con el asunto de las notarías, aunque –hay que decirlo – unos arrastran casos más truculentos, más sucios que otros, como sucedió con el caso de la ex diputada local y ex funcionaria morenovallista, Patricia Leal Islas, quien desde el Congreso local modificó la Ley de la materia…para que ella misma pudiera obtener una patente.

Hoy redimido por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la 4T, el ex gobernador priísta Manuel Bartlett Díaz se sirvió con la cuchara grande de las notarías al otorgarlas a varios de sus colaboradores, incluyendo a abogados destacados, como Carlos Meza Viveros y/o Carlos Alberto Julián y Nácer, pero también a personajes que desprestigian la función de dar fe legal, como a Mario Marín Torres, el “Góber Precioso” y Alejandro Romero Carreto, notario de Huejotzingo con múltiples denuncias en su contra.

Manuel Bartlett

El sucesor de Manuel Bartlett Díaz, Melquiades Morales Flores, mostró un poco de respeto por la función notarial y apenas entregó una, a Víctor Hugo Arredondo Corona (45), del que no se tienen quejas ni escándalos…hasta la fecha. El siguiente gobernador, Mario Marín Torres, intentó entregar 9 patentes, pero, luego de un pleito político, el Colegio de Notarios le corrigió la plana y solamente le autorizó 2: Enrique Eduardo Figueroa Salinas Mosqueda (Tepexi) y Jorge Francisco Díaz Gil.

Melquíades Morales Flores

Tanto Melquiades Morales como Mario Marín intentaron entregar más franquicias a sus incondicionales, para beneficiar a personajes que poco o nada tenían que ver con el ejercicio del derecho, como Javier López Zavala, Manuel Méndez Marín, Humberto Aguilar Viveros, Pericles Olivares, etc, pero –en ese tiempo- el Colegio de Notarios se fajó los pantalones e impidió el abuso.

Mario Marín Torres

RAFAEL MACHORRO HERNÁNDEZ, VALENTIN MENESES Y LA “COMPRA” DE NOTARÍAS, UNA REALIDAD QUE DEBERÍA INVESTIGARSE A FONDO

Se supone que no se venden, pero es realmente muy sencillo “adquirir” una: se llega a un acuerdo político-económico con el propietario de la patente, para que el comprador sea nombrado como auxiliar y, una vez que el titular renuncia, de manera automática asciende el supuesto “notario”. En el mundo de los notarios, se comenta que otros dos marinistas habrían obtenido así sus respectivas franquicias.

Valentín Meneses Rojas (28, Puebla capital) y Rafael Machorro Hernández son los ex funcionarios del “Góber Precioso”, que se hicieron poseedores de notarías de una manera misteriosa, sigilosa, dentro del closet, pese a que ninguno de los dos se había dedicado a esa profesión y no son, ni con mucho, abogados destacados.

Por su parte, en la gestión del ex gobernador Tony Gali un personaje llamado Juan Carlos Zafra Caballero intentó convertirse en notario, presuntamente para beneficiar al ex secretario de Gobernación federal y estatal, Diódoro Carrasco Altamirano, de quien –se dice- iba a ser el verdadero usufructuario de la patente.

Tony Gali

Entre los notarios llamó la atención el hecho de que Zafra Caballero llegara tan “protegido” a cumplir con los requisitos para hacerse de la patente, pero no pudo obtenerla, debido a que le faltó el último paso; es decir, el requisitado, que no fue firmado y, por lo mismo, no obtuvo el nombramiento.

MORENOVALLISTAS MODIFICARON 2 VECES LA LEY DEL NOTARIADO…EN SU PROPIO BENEFICIO

También nos cuentan que, durante la gestión de Gali Fayad – a instancias del Colegio de Notarios- se modificó la Ley de la materia para incrementar la cantidad de años que debe ejercer el titular de una patente para poder nombrar a su auxiliar, luego de que desde el Congreso local Patricia Leal disminuyó esa cifra, para darles manga ancha a los fedatarios en este rubro: La truculenta y hasta grosera entrega de notarías de Rafael Moreno Valle (1ra parte)

Rafael Moreno Valle

De acuerdo a las fuentes consultadas, durante el gobierno de Rafael Moreno Valle se modificó 2 veces la Ley del Notariado…para que el ex mandatario y su grupo pudieran manejar a su antojo esa función del servicio público-legal. El 31 de diciembre del 2012 la Legislatura estatal expidió la primera legislación morenovallista de la materia y 3 años después, el 31 de diciembre del 2015, se emitió la segunda, conocida entre los fedatarios como “la Ley Paty Leal”.

La ex titular de la Contraloría estatal en el gobierno morenovallista fue diputada local y presidenta de la comisión Inspectora de la Auditoría Superior estatal entre 2014 y 2017 y se encargó de hacer que la Ley del Notariado se convirtiera en un traje a la medida del grupo que, en ese entonces, tenía el poder en el estado.

Lo que hizo Patricia Leal fue “flexibilizar” los requisitos para obtener una franquicia. Así, como ya se dijo, disminuyó la cantidad de años que debe ejercer un notario titular para poder nombrar a su suplente y quitó la obligatoriedad de que los aspirantes tuvieran que presentar ante el el Colegio de Notarios las monografías de sus prácticas en el ejercicio de la fe pública.

LA LEY PATY LEAL

La Ley establece que los aspirantes a las patentes deben entregar pruebas documentales de su práctica como fedatarios públicos, pero Leal Islas y demás diputados morenovallistas le agregaron un inciso para quitar ese requisito… cambiándolo por algo tan etéreo como el de “acreditar suficiente experiencia“ en el ejercicio notarial.

Así, los candidatos a una patente podían decir que habían hecho sus “prácticas notariales” en el 2012, cuando regía la ley anterior a la gestión de Moreno Valle y presentar algún obscuro documento de un amigo o cómplice, para avalar su “experiencia” en el sector.

Con ello, el morenovallismo convirtió el hecho legal de dar fe pública…en un mero acto de fe casi religiosa, válgase la redundancia, ya que el Colegio de Notarios y la dirección del Registro debían confiar en la “palabra” de los aspirantes que no presentaron papeles.

MIGUEL BARBOSA, EL SEGUNDO GOBERNADOR DE PUEBLA QUE INTENTA TIRAR PATENTES NOTARIALES

Aunque haya argumentos legales, políticos y hasta sociales para revertir las notarías, se calcula que no será un proceso rápido ni fácil, debido a que en el Estado de México se tardaron 1 año en anular 10 de las 15 patentes otorgadas por el ex gobernador Arturo Montiel Rojas, mientras que en Veracruz se trata de anular esa misma cantidad e, incluso, algunas ya fueron revocadas, aunque en el caso de Puebla se espera que los morenovallistas se amparen y traten de dilatar su extinción.

De conseguirlo, Miguel Barbosa no sería el primer gobernador poblano que anula una de estas concesiones, ya que en los años 50s lo hizo Rafael Ávila Camacho, quien por supuestas anomalías dejó sin su negocio a un notario apellidado Gatica. Incluso, el fallecido Rafael Moreno Valle Rosas contribuyó –o permitió –la defenestración de otro ex fedatario público…que además era su tío.

Rafael Moreno Valle dejó que su primo, Sergio Moreno Valle Germán, le quitara la notaría a su propio padre, Enrique Moreno Valle Sánchez y a su hermano, Enrique Moreno Valle Germán, que era el auxiliar. De acuerdo al periodista Rodolfo Ruiz, quien relató esta historia en octubre del 2018, el “primo incómodo” del ex mandatario amenazó a sus familiares con que perderían la patente: Sergio Moreno Valle, el zar de los notarios

Sergio Moreno les habría dicho a su padre y hermano, usufructuarios de la patente 24, que la perderían, porque Rafael Moreno Valle Rosas estaba enterado de la cercanía de ambos con el “Góber Precioso” y los negocios que habían hecho. Así, “por las buenas”, fue como Enrique Sr y Jr le “cedieron” la notaría al “primo incómodo” del ex gobernador.

Así que sí Miguel Barbosa logra cumplir una de sus promesas de campaña y pone algo de orden en el misterioso, peligroso y truculento mundo de los fedatarios públicos, se habrá dado un paso importante no solamente en el desmantelamiento de lo que queda del morenovallismo, sino que le daría algo de certeza a una actividad que lleva años en la opacidad gubernamental: Notarias públicas no se entregarán como canonjías: Barbosa Huerta

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