Consulado de Honduras y la Comar sin logística de atención a migrantes.

Falta de sanitarios y de espacio en sus oficinas genera que migrantes ocupen banquetas para sus necesidades.
Vecinos piden a las autoridades poner orden ante la basura que generan los migrantes y la falta de respeto a las jóvenes, entre otras irregularidades.

René R. Coca

Tapachula, Chis; JUN. 14 (interMEDIOS).- La llegada de cientos de migrantes cada semana a territorio mexicano, ha generado diversas problemáticas que han desatendido las autoridades mexicanas así como los propios consulados ubicados en la ciudad de Tapachula, lo que genera que los vecinos de los edificios donde se asientan oficinas de atención a migrantes tengan que lidiar con basura, heces fecales, orines y la falta de respeto generados por los centroamericanos que acuden a estas instancias.

Referente al Consulado de Honduras que se ubica en la 2ª Poniente entre Central y 2ª Sur, los catrachos que llegan desde madrugada a las afueras del edificio, abarcan las banquetas mientras las puertas del consulado se abren para su atención; mientras esto ocurre los hondureños dejan basura en la calle o frente a las casas de los vecinos, aun cuando existen papeleras o depósitos de basura a unos metros del mismo lugar.

Vecinos de este edificio diplomático indicaron que esta gente se apuesta en las puertas o portones de sus casas, lo que provoca que a veces no puedan salir o sacar los vehículos pues muchas personas llega a dormirse en plena banqueta y al despertarlos, estos responden de manera altanera e inclusive han amenazado de manera violenta a los vecinos.

“Hemos tratado de hablar con el Cónsul de Honduras para que el guardia de seguridad les abra las puertas a sus connacionales, mientras esperan a realizar sus trámites sin que interfieran en la vida cotidiana de los vecinos o que tome alguna medida porque muchas ocasiones, los migrantes ya hasta golpearnos quieren por decirles que no orinen en la vía pública, que no tiren basura o que nos permitan salir de nuestras casas. Lo malo es que el Cónsul no nos ha recibido y ya hemos dejado varios recados para charlar con él y que tome cartas en el asunto” dijo uno de los vecinos afectados de la calle.

Algo similar ocurre en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ubicada en la 8ª Sur entre 4ª y 6ª Poniente, donde los vecinos tienen que soportar desde la madrugada y hasta que se vaya el último migrante de la dependencia, los olores fétidos de orina y heces fecales que esta gente deja en las calles, porque en la instancia federal no les permiten entrar al baño y ocupan las calles para sus necesidades fisiológicas. Asimismo, los migrantes se han comportado muy irrespetuosos con las jóvenes y mujeres que pasan por la calle, a quienes les lanzan hasta señas obscenas, o bien, mucha de esta gente se le ha visto alcoholizada o bajo el influjo de alguna droga, sin olvidar que dejan las calles hechas un cochinero.

Los vecinos de ambos lugares hicieron un llamado enérgico a las autoridades para que impongan castigo para quienes tiran basura, defecan u orinan en la vía pública, y mayor seguridad para evitar los insultos que los migrantes lanzan a la gente, que ingieran bebidas alcohólicas o que consuman alguna droga; de igual forma, exigieron tanto al Consulado de Honduras como a la Comar tome medidas al respecto puesto que de no ver un cambio, tomarán medidas más radicales hasta que se les haga caso a aspectos que por derecho ciudadano les corresponde.

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