El helicóptero se desplazó a velocidad de tortuga

Por Rodolfo Herrera Charolet

Partiendo de la hipótesis más descabellada relacionado con el trágico deceso de la gobernadora del Estado, Martha Erika Alonso Hidalgo y del senador Rafael Moreno Valle Rosas, ocurrida el 24 de diciembre de 2018, afloran hechos que no encajan o resultan extraños ante la opinión pública.

La nave siniestrada o que se supone que lo fue, es un helicóptero equipado para amortiguar caídas. El equipo Agusta A109S Grand de Leonardo Helicopters, unidad matrícula XA-BON modelo 2011 tenía certificado de aeronavegabilidad vigente hasta el 2020, y según el subsecretario de Comunicaciones y Transportes, tenía apenas 2 mil 74 horas de vuelo y todos los permisos en orden.

El aparato era propulsado por motores Pratt & Amp; Whitney modelo PW207C, y tiene un peso máximo de despegue de hasta 3 mil 175 kilogramos. Sus controles y aviónica son de última generación, con sistemas redundantes de gestión de vuelo, navegación avanzada y certificación para operar hasta con un sólo rotor.

Aun cuando es utilizado para uso civil y militar. Se trata de un helicóptero ligero de 6 u 8 plazas bimotor de tren retráctil. Por consideraciones de seguridad su diseño es bimotor. Entre sus características generales según el fabricante puede ser de una tripulación de 1 o 2 pilotos con capacidad de 4 a 7 pasajeros en una amplia cabina de 3.9 metros cúbicos. Con una longitud de 13.04 metros, diámetro rotor principal de 11 metros, altura 3.5 metros y peso vacío de 2 mil kilogramos. El peso máximo de despegue va de 2850 a 3 mil kilogramos. La potencia de cada motor varía de 423 kW o 426 kW 567 HP o 571 HP cada uno. Su velocidad máxima operativa puede alcanzar 285 km/h con un techo de vuelo de 6 mil metros y un régimen de ascenso de 9.8 metros por segundo.

Las versiones militares pueden incluir ametralladora de calibre 12.7 mm con 250 proyectiles en cargador, ametralladora de 12.7 o 7.62 mm en la puerta lateral con un artillero. En la opción de cohetes de 81 mm en contenedores de 7 o 12, o cohetes y ametralladora con 3 cohetes de 70 mm y ametralladora de 12,7 mm y 200 proyectiles. También puede incluir 2 lanzadores de misiles TOW con 2 o 4 misiles cada uno.

La Procuraduría General de la República el 26 de diciembre de 2018 descartó el atentado como causa probable del siniestro. Sin embargo otras fuentes confiables y experimentadas sobre el tema, han considerado como poco probable que una falla mecánica fuera la causa.

En cuanto a la distancia del helipuerto del Triángulo de las Ánimas del que despegó la aeronave al punto de impacto, a 3 millas náuticas del Aeropuerto Internacional Hermanos Serdán en Huejotzingo, se afirma que transcurrieron 10 minutos; lo cual es inverosímil, puesto que equivale a que la aeronave se desplazó a una velocidad menor a 30 millas náuticas por hora y es a lo máximo una velocidad de 55 kilómetros por hora.

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, Alfonso Durazo afirmó que la Procuraduría General de la República (PGR) inició la carpeta de investigación y de acuerdo a la información disponible hasta el momento, todo apuntaba a que habría sido por una falla en el helicóptero.

En conferencia de prensa el funcionario informó que el helicóptero marca Agusta pertenece a la empresa Servicios Aéreos del Altiplano y se desplomó a tres millas náuticas del aeropuerto ubicado en la ciudad de Puebla y que ocurrió 10 minutos después del despegue.

Con la información difundida y sin los datos exactos y oficiales únicamente puede asegurarse que el helicóptero se desplazó a velocidad de tortuga.

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