Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México, 2017

Rossi A. G.

El INEGI presenta los resultados de la “Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México, 2017” que proporciona información sobre la valoración económica del trabajo no remunerado que los miembros de los hogares realizan en la generación de servicios requeridos para la satisfacción de sus necesidades, mostrando la importancia de este tipo de trabajo en el consumo y en el bienestar de la población.

Durante 2017, el valor económico del trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados alcanzó un nivel equivalente a 5.1 billones de pesos, lo que representó el 23.3% del PIB del país. Adicionalmente, el trabajo no remunerado encaminado a la producción de bienes de autoconsumo contribuyó con el 1.6% del producto y las labores de los menores entre 5 y 11 años otro 0.3 por ciento.

La mayor parte de las labores domésticas y de cuidados fueron realizadas por las mujeres, con el 76.7% del tiempo que los hogares destinaron a estas actividades; asimismo corresponde al 75.2% si se habla en términos del valor económico.

En 2017, los resultados en cifras netas per cápita mostraron que cada persona participó en promedio con el equivalente a 39,736 pesos anuales por sus labores domésticas y de cuidados. Al desagregar este valor según el sexo de quien realizó estas actividades, se observó que el trabajo de las mujeres tuvo un valor equivalente a 55,811 pesos, mientras que el de los hombres fue de 20,694 pesos durante el mismo año.

Al observar el valor del trabajo doméstico y de cuidados por decil de hogar según el ingreso corriente, las mujeres del decil I (con menores ingresos) contribuyeron con 59,296 pesos en promedio al año; mientras que aquellas que pertenecen al décimo decil (con mayores ingresos) lo hicieron con el equivalente a 52,366 pesos en el mismo periodo. Por su parte, la contribución de los hombres presentó, para los mismos deciles (I y X), niveles de 18,709 y 22,129 pesos, respectivamente.

Con relación a las labores realizadas por los menores de entre 5 y 11 años, las niñas aportaron el correspondiente a 6,004 pesos, mientras que los niños colaboraron con 5,393 pesos en el mismo año.

El INEGI presenta la “Cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares de México, 2017 preliminar. Año base 2013”. Esta publicación constituye una ampliación del Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM) y contribuye a la difusión y fortalecimiento de la información estadística con enfoque de género dentro del marco de la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica.

Dichos resultados se integran considerando el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) 2008 publicado por la Organización de las Naciones Unidas, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, así como la Propuesta para una Metodología para una Cuenta Satélite de Producción Doméstica de la Oficina Estadística de la Comisión Europea (EUROSTAT).

La información de esta cuenta satélite se presenta en cifras brutas y netas con el objetivo de brindar a los usuarios diversas opciones de análisis. Los valores brutos reflejan el total de los costos en mano de obra que el mercado erogaría para producir dichos servicios, incluyendo las contribuciones a la seguridad social. En cambio, las cifras netas reflejan el ingreso efectivo que podrían percibir los miembros del hogar por realizar una actividad similar en el mercado.

Valor Económico del Trabajo No Remunerado de los Hogares

En 2017, el Valor Económico del Trabajo No Remunerado de los Hogares (VTNRH) estuvo compuesto por las labores domésticas y de cuidados (realizadas por los miembros del hogar mayores de 12 años) que fueron equivalentes al 23.3% del PIB, las actividades destinadas a la generación de bienes de autoconsumo que aportaron otro 1.6% del producto y las labores realizadas por los menores de entre 5 y 11 años que significaron el 0.3 por ciento. Dentro de las labores domésticas y de cuidados destaca el valor aportado por las actividades de cuidado y apoyo a otros miembros del hogar que representó el 29.7% del VTNRH. Por su parte, de las labores realizadas por los menores de entre 5 y 11 años el mayor valor generado fue en el rubro de quehaceres domésticos con el 0.8% del VTNRH; mientras que en la producción de autoconsumo la aportación más importante se presentó en los bienes de consumo con 5.3 por ciento.

NOTA: El presente diagrama ilustra la distribución del valor económico del total de trabajo no remunerado que realizan los integrantes del hogar para cubrir sus necesidades de bienes y servicios, el cual integra los estudios complementarios de producción de bienes de autoconsumo, así como la participación de los menores en labores domésticas y de cuidado.

Valor Económico del Trabajo No Remunerado Doméstico y de Cuidados de los Hogares

Durante 2017, el valor económico del trabajo no remunerado doméstico y de cuidados (a precios corrientes) fue de 5.1 billones de pesos que, como se mencionó anteriormente, fue equivalente al 23.3% del PIB; de esta participación las mujeres aportaron 17.5 puntos y los hombres 5.8 puntos. En términos reales dicho valor registró un crecimiento anual de 3.2% (a precios constantes).

Al interior de los hogares las labores domésticas y de cuidados aportaron el equivalente al 36.3% del gasto de consumo final realizado por las familias durante 2017.

Por tipo de función y con relación al PIB a precios corrientes, la actividad de proporcionar “cuidados y apoyo” a los integrantes del hogar representó el 7.4% del PIB, le siguió “alimentación” con 4.6%, la “limpieza y el mantenimiento a la vivienda” 4.4%, “ayudar a otros hogares y trabajo voluntario” 2.6%, “compras y administración del hogar” 2.5%, y por último la “limpieza y cuidado de la ropa y calzado” con el 1.7% restante.

En el año de estudio, la población que realizó trabajo no remunerado doméstico y de cuidados estuvo compuesta por 54.2% de mujeres y 45.8% de hombres. Las mujeres aportaron el 76.7% de las horas destinadas a las labores domésticas y de cuidados realizadas en el hogar, que correspondió al 75.2% si se habla en términos de valor económico.

Es importante señalar que las horas semanales destinadas por persona a las labores domésticas y de cuidados se han incrementado 4.4% de 2013 a 2017, pasando de 26.5 a 27.7 horas.

El valor generado por el trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados de los hogares como proporción del PIB del país, en 2017, fue superior al alcanzado por algunas actividades económicas como el comercio, la industria manufacturera y los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles de manera individual, las cuales registraron una

Tiempo dedicado y Valor del Trabajo no Remunerado en Labores Domésticas y de Cuidados de los Hogares por Tipo de Actividad en el Hogar

Del tiempo dedicado por los miembros de los hogares al trabajo no remunerado doméstico y de cuidados destaca el esfuerzo adicional que hacen para satisfacer sus necesidades. Por tipo de actividad o función desempeñada se observó, en 2017, que la “Alimentación” absorbió el mayor número de horas con el 28.4% del tiempo de los hogares (y correspondió al 19.6% del valor económico del trabajo doméstico y de cuidados), seguido de las actividades de “Limpieza y mantenimiento a la vivienda” con el 25.5% del tiempo (y 19.1% del valor económico); mientras que el tiempo dedicado a “Cuidados y apoyo” ocupó el 18.2% del tiempo de los hogares y generó la mayor cantidad de valor económico contribuyendo con el 32% del valor. Lo anterior se puede explicar en función de que las actividades con mayor volumen en horas como “Alimentación” y servicios de “Limpieza y mantenimiento a la vivienda”, tienen un costo de reemplazo (o valor equivalente al que se puede encontrar en el mercado) que resulta menor al utilizado para valuar las horas del servicio de “cuidados y apoyo” a los integrantes del hogar, el cual es mayor debido al nivel de especialización o instrucción requerida, como por ejemplo, en el cuidado de niños menores a 6 años, adultos mayores o a personas con alguna discapacidad, que requieran cuidados.

Por su parte, la distribución del valor del trabajo doméstico y de cuidados según el sexo de quién realiza estas labores, muestra que las actividades en las que las mujeres tuvieron una mayor aportación fue la de proporcionar “Alimentación”, en la cual generaron el 86.1% del valor; le siguen las actividades de “limpieza y cuidado de la ropa y calzado”, con una contribución del 82.9 por ciento. En contraste, las “compras y administración del hogar”, fue la función en la que se observó la mayor participación de los hombres con 39% del valor del trabajo en esta actividad, seguida por “ayuda a otros hogares y trabajo voluntario” con 29.3 por ciento.

El valor del trabajo no remunerado doméstico y de cuidados por persona en cifras netas (esto es sin el componente de prestaciones sociales) permite conocer el ingreso monetario que obtendrían las personas que realizan dicho trabajo en el mercado. En este sentido, en el año 2017 cada persona que realizó trabajo no remunerado doméstico y de cuidados generó el equivalente a 39,736 pesos anuales. Sin embargo, cuando este valor se desagrega según el sexo de quien lo realiza, se observó que las mujeres aportaron el equivalente a 55,811 pesos, mientras que la contribución realizada por los hombres fue de 20,694 pesos durante el mismo periodo.

Al considerar el lugar de residencia, las personas que habitan en las áreas rurales aportaron un mayor valor económico por sus labores domésticas y de cuidados, con relación a las que viven en áreas urbanas. En 2017, las mujeres en hogares rurales generaron en promedio un valor económico de 60,248 pesos y los hombres de 18,312 pesos; mientras que en los hogares urbanos las mujeres aportaron un valor de 54,530 pesos y los hombres de 21,409 pesos.

Cuando este valor se visualiza por nivel de escolaridad, las mujeres que tienen algún año de educación media superior en promedio aportaron 55,067 pesos al año, y los hombres que cuentan con el mismo grado de estudios generaron 23,655 pesos. Por su parte, las mujeres que no cuentan con instrucción o con primaria incompleta en promedio contribuyeron con 53,460 pesos, y los hombres con igual nivel de instrucción lo hicieron con 16,572 pesos.

El valor del trabajo doméstico y de cuidados de los hogares que se reportaron con el mayor nivel de instrucción se concentró principalmente en las actividades relacionadas con el cuidado y el apoyo de los integrantes del hogar, con el 34.9% de valor total; mientras que los hogares con un menor nivel de instrucción lo hicieron en actividades vinculadas con la procuración de alimentación con el 26.4% del valor total generado por estas labores.

Por otra parte, el valor económico del trabajo doméstico y de cuidados de los varones que están casados o unidos y colaboran con labores domésticas y de cuidados fue equivalente a 22,052 pesos, mientras que la aportación de las mujeres en la misma situación ascendió a 71,517 pesos.

Esta tendencia se mantiene en función de la relación de parentesco. En 2017, los resultados mostraron que las mujeres cónyuges generaron más que los hombres cónyuges, alcanzando un monto de 72,671 pesos anuales. Además, las mujeres que habitan en hogares con presencia de menores de seis años aportaron en promedio 71,279 pesos con actividades como cuidados y apoyo principalmente, mientras que para aquellas mujeres que viven en hogares que no cuentan con niños menores de seis años el monto fue de 48,824 pesos.

Al observar el valor del trabajo doméstico y de cuidados por decil  de hogar según el ingreso corriente, las mujeres del decil I contribuyeron con 59,296 pesos en promedio al año, mientras que aquellas que pertenecen al decil X lo hicieron con el equivalente a 52,366 pesos en el mismo periodo. Por su parte, la contribución de los hombres presentó, para los mismos deciles (I y X), niveles de 18,709 y 22,129 pesos, respectivamente.

Finalmente se observa que, en el año en cuestión, las mujeres que no hablan alguna lengua indígena realizaron menos horas de labores domésticas y de cuidados que aquellas que sí la hablan, donde en promedio estas últimas generaron el equivalente a 64,508 pesos anuales.

Labores Domésticas y de Cuidados realizadas por menores de entre 5 y 11 años de edad

En el año 2017, el valor de las labores domésticas y de cuidados no remuneradas realizadas por los menores de entre 5 y 11 años de edad resultó equivalente a 0.3% del PIB del país; de ese valor, 53.3% fue aportado por niñas y 46.7% por niños.

Cabe señalar que la brecha de participación por sexo es mínima en términos per cápita, aunque con una mayor participación por parte de las niñas en el valor total. En las actividades de quehaceres domésticos las niñas contribuyeron con el valor per cápita más alto con un monto de 5,179 pesos, mientras que en aquellas relacionadas con los servicios gratuitos prestados a la comunidad los niños participaron con el equivalente a 8,968 pesos. En el agregado las niñas aportaron servicios equivalentes a 6,004 pesos y los niños lo hicieron con 5,393 pesos.

Tiempo y Valor Económico del Trabajo No Remunerado en Bienes de Autoconsumo de los Hogares

El trabajo no remunerado destinado a la producción de bienes de autoconsumo (TNRBA), considera las actividades de autoconstrucción, corte o recolección de leña, producción de alimentos y crianza de animales para el autoconsumo. En 2017, el valor económico del TNRBA fue de 340,887 millones de pesos, que representó el 1.6% del PIB. A diferencia del trabajo doméstico y de cuidados, la mayor aportación la realizaron los hombres con el 53.3% del valor del TNRBA y las mujeres con el 46.7 por ciento. En términos per cápita, el valor con el que cada hombre contribuyó, en este tipo de trabajo, fue de 7,090 pesos anuales, derivado principalmente de actividades de autoconstrucción. Por su parte, las mujeres contribuyeron con un trabajo equivalente a 6,579 pesos.

Desde la perspectiva de las horas per cápita se observó que los hombres destinaron 6.8 horas a la semana en actividades de trabajo no remunerado para bienes de autoconsumo, y las mujeres aportaron 6.3 horas. Durante el año de estudio, del tiempo destinado a la autoconstrucción los hombres participaron con el 78% y con el 46% del tiempo utilizado para la producción de bienes de consumo. Por su parte, las mujeres asistieron con el 22% del tiempo dedicado a la autoconstrucción y el 54% del tiempo empleado en la producción de bienes de consumo.

Finalmente, los resultados de este estudio permiten conocer la carga total de trabajo de la economía, esto es el tiempo que las personas destinan a las principales actividades considerando tanto el trabajo de mercado como el no remunerado. En 2017, las mujeres tuvieron la mayor carga del trabajo con 3,240 millones de horas a la semana frente a 2,654 millones de horas de los hombres; es decir, por cada 10 horas de trabajo de las mujeres, los hombres realizan 8.2 horas.

En este sentido, la responsabilidad de las labores domésticas y de cuidados recae principalmente sobre las mujeres, quienes destinaron a estas actividades el 64.1% de su tiempo de trabajo total y 32.8 de cada 100 horas al trabajo de mercado. En contraste, las actividades de los hombres se orientan principalmente al trabajo de mercado y a la producción de bienes de autoconsumo con el 72.6% y 3.7% respectivamente de su trabajo total, destinando 23.8 de cada 100 horas a las labores domésticas y de cuidados.

De esta manera, la carga total de trabajo de la economía se integra en 50.7% por trabajo de mercado, 46% por las labores domésticas y de cuidados, y 3.3% por las actividades de producción de bienes de autoconsumo.

Con base en el SCN 2008, así como en la Propuesta para una Metodología para una Cuenta Satélite de la Producción Doméstica de la EUROSTAT, la Cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares de México (CSTNRHM) define al trabajo no remunerado de los hogares como el tiempo utilizado en las labores domésticas y de cuidados, realizados por los miembros del hogar para producir servicios destinados al consumo del mismo, sin obtener un pago o remuneración, y que se encuentran fuera de la frontera de la producción de la contabilidad nacional.

Para la elaboración de la CSTNRHM se requirió de la información sobre el tiempo de trabajo no remunerado de los hogares (TNRH), así como de la información sobre el costo al que ha de valorarse ese tiempo.

La fuente principal para determinar el tiempo destinado al TNRH es la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT), la cual permite conocer la población y las horas destinadas a estas actividades. Para el caso de la población de entre 5 y 11 años de edad, se consideran los datos del Módulo de Trabajo Infantil que ofrece la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Para determinar el costo por hora al que ha de valorarse el tiempo de TNRH, se utiliza la información proporcionada por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) y la ENOE, en materia de ingresos por hora en cifras netas por ocupación. Para proporcionar los valores en cifras brutas, se recurre a los datos de las remuneraciones medias por actividad económica del Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM).

La información contenida en la Cuenta Satélite parte de la Clasificación Mexicana de Actividades de Uso del Tiempo, el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte 2013, la Clasificación Mexicana de Ocupaciones y el Sistema Nacional de Clasificación de Ocupaciones.

Se invita a los usuarios a utilizar el “Simulador del valor económico de las labores domésticas y de cuidados”, el cual les permite obtener un valor monetario a partir del tiempo de trabajo no remunerado que destinan a las actividades en su hogar, y con ello dimensionar de manera más precisa su aporte individual al bienestar de su familia.

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