La violencia no es anormal, es consustancial al modelo de acumulación: Rector

Rossi A. G. 

· El Mtro. David Fernández hizo un recuento de la primera jornada del ‘Congreso Internacional. Violencias, resistencias y espiritualidades’

‘Violencias, Resistencias y Espiritualidades’

Primera de dos partes

La violencia ya no es algo anormal, anómalo o extraordinario, sino que es consustancial al modelo de acumulación; y por eso hay, por ejemplo, violencias extractivas, explotación en el trabajo y emigración por las asimetrías económicas de los países, señaló el Maestro David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Se quiera o no, haya la intención o no, existe “una guerra de los grandes capitales en contra de los pueblos, una guerra de los grandes poderosos en contra de los sectores explotados, oprimidos y marginados; porque eso permite o da la posibilidad de la acumulación”.

Y es que, frente a la posibilidad de su agotamiento, el modelo neoliberal o de capitalismo sin controles, ya no tiene posibilidades futuras si no es reproduciendo las violencias, dijo el Rector durante la ‘Cosecha del día’, un recuento de las mesas de trabajo de la primera jornada del ‘Congreso Internacional. Violencias, resistencias y espiritualidades’.

En las cuatro mesas que precedieron la participación del Mtro. Fernández Dávalos, recordó él (y en algunos casos amplió lo que se reflexionó), se habló de distintas violencias. En la primera, ‘Economía extractivista y violencias’, se trató el tema de las violencias por el territorio; que tiene que ver con la fase más voraz del capitalismo neoliberal, la de los megaproyectos extractivistas. Una violencia de despojo de la tierra, de las aguas, de los bosques; los bienes naturales que hay que cultivar, preservar y compartir.

A esta violencia de despojo de las tierras y de los bienes naturales, que viene acompañada de salarios bajos y de condiciones precarias de trabajo, los economistas y sociólogos la llaman economías de enclave; aquellas que en el discurso se venden como proyectos que van a desarrollar las regiones, pero que nunca ocurre así, porque se sitúan en un territorio y transfieren las ganancias a las metrópolis, “y no desarrollan, nada más deprendan alrededor”.

De hecho, el Rector mencionó que se sabe que existe una correlación entre los índices de violencia en México y los proyectos extractivos. “Las concesiones que se han hecho a las mineras, y los mapas, se sobreponen, es decir, hay una relación directa entre la seguridad que necesitan para producir estos megaproyectos extractivistas y la violencia en general, por la acción de quienes protegen estos enclaves”.

Patriarcado

En la segunda mesa se abordó el ‘Estado patriarcal y violencia sistémica’, en la que se dijo que no es necesario que haya la intención de provocar violencia, que provoca el mismo funcionamiento del sistema, al agredir a las mujeres de manera particular, pero también a otras personas que no responden a las cualificaciones binarias o tradicionales en su adscripción de género.

Se comentó que, en México, comparadas con los hombres, las mujeres reciben un salario 14% menor por realizar el mismo trabajo; que el trabajo doméstico, no remunerado y de doble jornada, no es corresponsabilidad de los varones; que existe un techo de cristal, que no se ve pero que existe, y que se refiere a que las mujeres no pueden ascender a puestos altos de dirección.

Que el trabajo de los cuidados es explotado y prácticamente exclusivo de las mujeres; que se recluye a las mujeres a la esfera privada, porque lo político y lo público es para los varones; que los roles sociales se adjudican a las mujeres como si fueran naturales, y no una construcción social; que las mujeres son víctimas de acoso permanente en espacios públicos y privados; que ellas sufren agresión muchas veces de parte de sus parejas o sus familiares; y que son víctimas de feminicidios.

Asimismo, existe un autodenominado Frente Nacional por la Familia, que lucha para que no se enseñe a los niños cuestiones de género, ni se liberen los derechos sexuales y reproductivos de las personas. “Tan importante es, que financian y salen a la calle para mantener los roles de género”.

Cuerpos y territorios

‘Violencia diaspórica: cuerpos y territorios’, fue el tema de la tercera mesa. Es la expulsión de las personas y el inicio de un proceso migratorio por la conculcación de los derechos fundamentales, por el hambre y por la violencia.

Migración que es un proceso humano existente desde siempre, pero que en la actualidad ha adquirido tintes de enorme violencia, de agresión a las personas, de discriminación. “La violencia a que son sometidos los migrantes centroamericanos, por ejemplo, en nuestro país, no tiene nombre. Sólo quienes conocemos los informes que se elaboran sabemos los extremos de crueldad, de agresión, a que son sometidos”.

“Pero la reflexión interesante, y me parece que Rita Laura (Segato; conferencista magistral de la jornada) también por allí va caminando, es que en realidad no es un desprecio a los migrantes; porque si fueran blancos y ricos no nos hacen problema. En realidad, es un desprecio a los pobres y morenos; y por eso algunos hablan de la aporofobia, que es uno de los términos del año según la Academia de la Lengua”.

Mas la aporofobia no es un miedo; es una agresión y una desconfianza a los pobres, a los pobres migrantes. Uno de los ejemplos extremos en México, señaló el Rector de la IBERO, fue la masacre de San Fernando, Tamaulipas, en la que mataron a 73 migrantes, muchos de ellos a batazos, porque no se quisieron sumar al crimen organizado.

Pero el mismo hecho de emigrar, de tener que dejar la tierra natal para buscar oportunidades en otro lado, donde se va a vivir un proceso de incorporación, es ya en sí una violencia contra esas personas migrantes.

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