Asociación Neurótico Anónimos cumple 31 años de atender a niños y adolescentes

Hipólito Contreras

La asociación civil Neuróticos Anónimos cumple 31 años de funcionar aL servicio de los niños y los jóvenes de escasos recursos que presentan diversos problemas de neurosis, actualmente atiende a más de 200 personas a través del programa Neur-A-teen, en donde reciben terapias para reincorporarlos a sus familias.

Fernando R, integrante de la organización, explicó que Neur-A-teen es parte de los grupos de Neuróticos Anónimos, es un grupo constituido por niños y jóvenes cuyas vidas ha sido afectadas por la neurosis de un familiar, amigo o conocido, “estamos convencidos que la neurosis es una enfermedad emocional, aunque no podemos cambiar a la persona neurótica, podemos desprendernos de sus problemas, nos ayudamos mutuamente compartiendo nuestra propia experiencia, fortaleza y esperanza de sentirnos mejor”.

Indicó que para ser miembro de neur-A-teen no se pagan derechos ni cuotas, nos mantenemos con nuestras propias contribuciones, la organización no pertenece a ninguna religión ni organización, nuestros interés primordial es ayudarnos a sentirnos bien y ayudar a otros a sentirse mejor.

Yo, expresó, soy neurótico, neur-A-teen es un servicio más de Neuróticos Anónimos, el 31 aniversario lo vamos a festejar con una junta pública de información el 27 de abril, estarán niños y adolescentes entre 8 y 16 años, a los que no se les considera neuróticos, pero afectados por el entorno en su casa, la escuela, amigos, familiares.

Expuso que en su caso cuando tenía 7 años recuerda que no tenía problemas en sus casa, pues todo le daban sus padres, “pero tenía ansiedad, me despertaba muy ansioso, deprimidos, molesto, no me gustaba mi realidad, me sacaba de onda que mis padres me dijeran que tenía todo, comida, ropa nueva, colegiatura en la escuela, pero no entendía por qué me sentía así como no querer vivir, en la escuela necesitaba una necesidad muy grande de mentir para convivir con mis compañeros, a los 14 años mis padres se separaron, lo que me afectó más. Mis familiares me hablaron de neur-A-teen, pero me dio miedo ir, yo me decía, no estoy loco, hoy me doy cuenta, llegue a la organización a los 27 años ya muy afectado, perdí, mi empleo, mi relación con mi novia”.

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