Después de 30 años, nuevas pautas para la cirugía de pérdida de peso

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Grupos médicos reemplazan la obsoleta declaración de consenso que restringe excesivamente el acceso a la cirugía moderna de pérdida de peso

Dos de las principales autoridades del mundo en cirugía bariátrica y metabólica publicaron nuevas pautas clínicas basadas en evidencia que, entre otras recomendaciones, amplían la elegibilidad de los pacientes para la cirugía de pérdida de peso y respaldan la cirugía metabólica para pacientes con diabetes tipo 2 a partir de un índice de masa corporal (IMC) de 30, una medida de la grasa corporal basada en la altura y el peso de una persona, que constituye uno de varios criterios importantes de selección para la cirugía.

Las Pautas de la ASMBS/IFSO acerca de las indicaciones para la cirugía metabólica y bariátrica – 2022, publicadas hoy en línea en revistas profesionales, Cirugía para la obesidad y enfermedades relacionadas (SOARD) y Cirugía para la obesidad, tienen como objetivo reemplazar una declaración de consenso elaborada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) hace más de 30 años, la cual estableció las normas en las que aún se basan la mayoría de las aseguradoras y los médicos para tomar decisiones sobre quién debe someterse a una cirugía de pérdida de peso, qué tipo de intervención le conviene y cuándo debería realizarse.

La Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica (ASMBS) es el grupo más grande de cirujanos bariátricos y profesionales de la salud integrados de los Estados Unidos, y la Federación Internacional para la Cirugía de la Obesidad y los Trastornos Metabólicos (IFSO) representa a 72 asociaciones y sociedades nacionales en todo el mundo.

“La declaración de consenso de los NIH de 1991 sobre la cirugía bariátrica cumplió un valioso propósito por un tiempo, pero después de más de tres décadas y cientos de estudios de alta calidad, incluidos ensayos clínicos aleatorizados, ya no refleja las mejores prácticas y carece de relevancia para los procedimientos modernos y la población de pacientes de hoy”, afirmó la Dra. Teresa LaMasters, presidenta de la ASMBS. “Es hora de un cambio en el pensamiento y en la práctica por el bien de los pacientes. Hace mucho que debería haberse hecho”.

En la declaración de consenso de 1991, la cirugía bariátrica se limitaba a pacientes con un IMC mínimo de 40 o un IMC de 35 o más, y al menos una afección relacionada con la obesidad como hipertensión o una cardiopatía. No había referencias a la cirugía metabólica para la diabetes ni a las técnicas y procedimientos laparoscópicos emergentes que se convertirían en pilares y harían que la cirugía de pérdida de peso fuera igual de segura o incluso más que las operaciones comunes como la cirugía de vesícula biliar, la apendicectomía y la atroplastia de rodilla. En la declaración también se desaconsejaba la cirugía en niños y adolescentes, incluso con IMC de más de 40, porque no se la había estudiado lo suficiente hasta entonces.

Nuevas normas de selección de pacientes Los tiempos cambiaron

En la actualidad, las pautas de la ASMBS/IFSO recomiendan la cirugía metabólica y bariátrica para personas con un IMC de 35 o más “independientemente de la presencia, ausencia o gravedad de las afecciones relacionadas con la obesidad” y que se la tenga en cuenta para personas con IMC de 30-34,9 y enfermedades metabólicas y en “niños y adolescentes seleccionados de forma adecuada”.

Pero incluso sin enfermedades metabólicas, las pautas sostienen que la cirugía de pérdida de peso debe considerarse a partir de un IMC de 30 para las personas que no logran una pérdida de peso sustancial o duradera, o una mejora relacionada con la obesidad mediante métodos no quirúrgicos. Además, se recomendó que las definiciones de obesidad que utilizan umbrales de IMC estándar se ajustaran por población y que las personas asiáticas consideraran la cirugía de pérdida de peso a partir de un IMC de 27,5.

Mayores niveles de seguridad y efectividad para la cirugía moderna de pérdida de peso

Las nuevas pautas señalan que “la cirugía metabólica y bariátrica es en la actualidad el tratamiento basado en la evidencia más efectivo para la obesidad respecto a todas las clases de IMC” y que “los estudios con seguimiento a largo plazo, publicados en las décadas posteriores a la declaración de consenso de los NIH de 1991, demostraron de manera uniforme que la cirugía metabólica y bariátrica logra resultados superiores en la pérdida de peso, en comparación con los tratamientos no quirúrgicos”.

También se observa que varios estudios demostraron una mejora significativa de la enfermedad metabólica y una disminución de la mortalidad general después de la cirugía, y que “las intervenciones quirúrgicas más antiguas se reemplazaron por intervenciones más seguras y eficaces”. Dos procedimientos laparoscópicos, la gastrectomía de manga y el bypass gástrico Roux en Y (RYGB), hoy en día representan alrededor del 90% de todas las cirugías realizadas en todo el mundo.

Aproximadamente entre el 1 % y el 2 % de la población de pacientes elegible del mundo se somete a una cirugía de pérdida de peso en un año cualquiera. Los expertos sostienen que la declaración de consenso de 1991, restrictiva en exceso, contribuyó al uso limitado de un tratamiento probado tan seguro y eficaz. A nivel global, más de 650 millones de adultos padecieron obesidad en 2016, lo que representa alrededor del 13 % de la población adulta del mundo. Los CDC informan que más del 42 % de las personas en los Estados Unidos tienen obesidad, la tasa más alta de la historia del país.

“Las pautas de la ASMBS/IFSO ofrecen un importante reinicio en lo que respecta al tratamiento de la obesidad”, afirmó el Dr. Scott Shikora, presidente de la IFSO. “Las aseguradoras, los legisladores, los proveedores de cuidados de la salud y los pacientes deben prestar mucha atención y trabajar para eliminar las barreras y las ideas obsoletas que impiden el acceso a una de las operaciones más seguras, eficaces y estudiadas de la medicina”.

Las guías de la ASMBS/IFSO son solo las últimas de una serie de nuevas recomendaciones de grupos médicos que abogan por un mayor uso de la cirugía metabólica. En 2016, 45 sociedades profesionales, incluida la Asociación Americana de Diabetes (ADA), emitieron una declaración conjunta en la que se expone que debe considerarse la cirugía metabólica para los pacientes con diabetes tipo 2 y un IMC de 30,0–34,9 si la hiperglucemia se controla de manera inadecuada pese al tratamiento óptimo con medicamentos orales o inyectables. Esta recomendación también se incluye en los Estándares de atención médica para pacientes con diabetes.

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