Debate
Por Roberto Desachy Severino
Lo sucedido el miércoles de la semana pasada, cuando el poblano Alejandro Armenta Mier fue elegido como presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, refleja claramente que Morena se prende, se incendia, se quema entre las ambiciones políticas –legítimas la mayoría- de quienes ven cómo el país parece perfilarse, otra vez, a un régimen de partido único.
Ese día, los senadores morenistas debían elegir al sucesor del “florero” Olga Sánchez Cordero como presidenta de la Mesa Directiva del senado y todo estaba listo para que fuera Armenta Mier, uno de los más cercanos a Ricardo Monreal. Pero José Narro, Higinio Martínez y Gabriel García trataron de violar los acuerdos previos, para que el mexiquense se quedara con esa posición y darle un revés severo al monrealismo.
José Narro, Higinio Martínez y Gabriel García son de la corriente de Claudia Sheinbaum y, desde la Cámara Alta, intentaron darle cabildazo a Monreal Ávila. Se autodesignaron como amlistas puros, armaron un bloque contra Armenta Mier y lanzaron cuestionamientos contra los morenistas provenientes de otros partidos, como si el mismo López Obrador no hubiera militado en el PRI, PRD, etc.
Evidentemente que las huestes de Claudia Sheinbaum intentaban darle un golpe severo a quien consideran su rival interno para las elecciones del 2024 (Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard) y darle a Higinio Martínez una especie de premio de “consolación” por dejar pasar a Delfina Gómez como candidata en EdoMéx: Designan a Delfina Gómez Coordinadora de Comités de Morena en EdoMéx
LÓPEZ OBRADOR NO QUIERE SER FACTOR DE UNIDAD EN SU PARTIDO
Como casi siempre les pasa, Narro, Martínez y Gabriel García fracasaron y, finalmente, Armenta Mier fue votado como presidente de la Mesa Directiva del Senado: Video desde Puebla: Alejandro Armenta le gana a Higinio Martínez la presidencia del Senado
Vale la pena recordar que Higinio Martíinez no logró ser candidato de Morena en EdoMéx y que Gabriel García es, según los propios morenistas, el principal CULPABLE de que el padrón del partido sea una verdadera pachanga y que, por lo mismo, en julio pasado se haya tenido que realizar una elección de delegados, que dejó a Morena mucho más dividido y polarizado que antes: Morena debe serenarse, desjudicializarse y retomar las estructuras de base para ganar en el 2021 y defender a los gobiernos de la 4T: Carlos Figueroa Ibarra
Pero, más allá de la fracasada embestida de Sheinbaum y cía contra Ricardo Monreal y su grupo, lo sucedido el miércoles puede ser un preámbulo de lo que suceda en Morena en 2024, durante la contienda interna por las diferentes candidaturas, ya que el propio López Obrador no quiso ser factor de unidad y conciliación, sino de división, segmentación.
El presidente ha protegido, cobijado –quizás en demasía – a Claudia Sheinbaum, Mario Delgado y demás y; por el contrario, excluido a otros, como el propio Monreal Ávila, al que algunos morenistas ya ni siquiera quieren incluir en la lista de precandidatos a la presidencia en 2024: Ricardo Monreal, las señales desde Puebla
¿CRÓNICA DE UNA RUPTURA ANUNCIADA?
No es extraño que AMLO polarice, divida, porque lo hace para mantener una elevada aprobación ciudadana, pese a que su gobierno ha dado pocos o nulos resultados en beneficio de los mexicanos en muchos rubros. “Fifis, conservadores, aspiracionistas” son apenas algunas de las descalificaciones que, pese a ser presidente de todo el país, López Obrador ha lanzado desde Palacio Nacional.
En lugar de intentar erigirse en una figura de unidad y cohesión nacional, AMLO optó por mantenerse en campaña política con descalificaciones permanentes a sus adversarios políticos. Y le ha dado resultados, porque Morena se ha consolidado como la fuerza más ganadora del país, pese a sus contradicciones internas y carencia de estructura: Periodistas del pueblo vs. Periodistas fifís: Ricardo Homs
Así que no es de extrañar que el titular del Ejecutivo federal recurra a la polarización. No obstante, el hecho de que él mismo divida, confronte a los grupos que forman parte de la 4T abre la puerta para que tres partidos en franco declive (PRI, PAN y PRD) derroten a Morena, con el respaldo de las corrientes morenistas inconformes o excluidas.
La contienda interna de julio pasado (elección de consejeros estatales) y la disputa por la presidencia del Senado de la República son esbozos de lo que podría sucederle a la 4T en el 2024, si el propio López Obrador no se erige en factor de unidad, promueve acuerdos internos y él mismo garantiza su cumplimiento: Mario Delgado, Ignacio Mier, Miguel Barbosa, Claudia Rivera y esa Morena brava y exhibida
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