Violencia contra la mujer en plena pandemia

Fiorella Linda Gutiérrez Lupinta

Terapeuta de lenguaje, escritora, columnista y artista

A causa de la pandemia no solo están resaltando las deficiencias en algunos de nuestros ministerios, sino también en la población, me refiero al de la salud mental.

¿Qué es la salud mental?

La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez.

La violencia contra la mujer se manifiesta por un acto sexista que produce cualquier tipo de daño físico, psicológico o emocional. Tenemos hasta el 25 de mayo, 43 feminicidios registrados en todo el país, según el Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMP.

Es decir tenemos un grave problema de salud mental en nuestro país, porque la violencia hacia la mujer no se detiene, pero ¿Por qué no se detiene la violencia contra la mujer en el Perú?, por muchos factores, algunos de ellos como: la crianza, la educación, los valores, las vivencias personales, el entorno familiar, etcétera.

Vamos a suponer tres casos:

Caso 1: un niño que crece viendo y escuchando como el padre insulta e humilla con sus palabras a la madre, además es celoso.

Caso 2: un niño que crece viendo como su padre golpea a su madre, y que además no mantiene el hogar, porque gasta el dinero en alcohol.

Caso 3: un niño que crece viendo como su padre golpea a su madre en algunas ocasiones, luego pide perdón y compra regalos. Aporta dinero al hogar.

Conclusión: En los tres casos estos niños han experimentado violencia y esto les ha transmitido a ellos distintos sentimientos como: el odio, el rencor, la impotencia, etcétera.

Se van a manifestar problemas de comportamiento, psicológicos y físicos, ya sea a largo o corto plazo, como: Fracaso escolar, uso de alcohol y sustancias, actos delincuentes, criminalidad en la adultez.

Quiere decir que el ciclo de violencia se volverá a repetir, ya sea en menor o mayor tiempo, porque estos niños han vivido con la violencia en sus hogares y con el tiempo lo han ido asimilando y adoptando una posición frente a la violencia, dañando su salud mental. Las futuras parejas de estos niños sufrirán algún tipo de violencia en algún momento, salvo que el niño haya llevado una terapia psicológica permanente.

Por eso vemos tantas noticias de feminicidios, agresiones, violaciones a mujeres: adultos mayores, jóvenes, adolescentes, niñas, bebes.

Los medios de comunicación difunden cada semana las noticias relacionadas a la violencia contra la mujer.

¡Hasta cuándo, señores! Hay que poner un alto a esta desgracia de la humanidad.

Debemos actuar rápidamente. Nosotros como población tenemos que enfrentar a la violencia, denunciar los casos de violencia, no permitas que el ciclo de violencia continúe y que nuestros hijos hereden violencia.

Es nuestra salud mental y nuestras vidas las que están en juego.

¿Que debemos hacer si pasamos por casos de violencia?

Denuncia. Acude a la casa de tus familiares, pide ayuda, no permitas que tus niños vivan violencia porque eso va a definir su futuro.

Se fuerte y no permitas insultos, gritos o golpes de una persona que seguramente presenta algún tipo de trastorno y si lo permites, dañaras no solo tu salud mental, sino también tu vida. Recuerda que la violencia que estás permitiendo con los años se puede agravar y esto puede conllevar a tu muerte.

Lama a la línea 100 del programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMP. Es gratuita y te brindarán atención rápidamente.

¡Apártate y denuncia la violencia!

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