Abelardo Domínguez
Mientras los robos de vehículos se hacen a mansalva, sin que ninguna autoridad vigile las calles de la ciudad, sorprende a los ciudadanos un feroz operativo llevado a cabo en el Jardín Central de la ciudad, como para que la gente se dé cuenta de que los uniformados sí trabajan y arrasan con todo el motorizado que se les atraviese.
Al menos así fue el caso de un pacífico ciudadano, que con su moto, brasero y tamalera a un lado trataba de ganarse unos pesos con la venta de sus productos cuando fue sorprendido por los policías municipales y agentes de vialidad, quienes con silbato en la boca lo ensordecieron a pitidos para que se detuviera y luego de una “minuciosa” inspección, determinaron que era reo de culpa.
Al otro lado de la calle, un grupo de jóvenes motociclistas, de esos que se dedican a trabajar y que regresaban de la escuela, sus autos eran inspeccionados por los mismos uniformados.
Esto hizo que los ciudadanos levantarán una la queja y comentaran cómo era posible que los policías, en lugar de sancionar a quienes andan al paso, vendiendo sus productos fueran reos de culpa al igual que los estudiantes y los trabajadores, cuando la causa es la falta de recursos en su casa para llevar el pan y la sal a la prole que hambrienta y necesitada le esperaba.
Ojalá la dirección de Seguridad Pública ofreciera alguna explicación al respecto, sin embargo; poco o nada bueno puede salir de quienes lejos de vigilar las calles se dedican a fabricar su propio “Año de Hidalgo” en contubernio con el Cabildo y el resto del ayuntamiento, según la perspectiva ciudadana.
MIENTRAS ESTO PASA, IMPUNEMENTE SE ROBAN UN AUTO EN SANTA CRUZ y A MEDIA CUADRA DE LA PRESIDENCIA ROBABAN UN CAMIÓN DE COCA COLA
“Al que madruga Dios le ayuda” dice el dicho, ya que, mientras lo arriba escrito sucede en el centro de la Ciudad, al oeste, sobre la calle Rafael Cravioto, en la colonia Santa Cruz alrededor de las 8 de la mañana, dos sujetos fueron plenamente identificados por las cámaras de video se robaron un vehículo Tsuru sin que por ese lugar pasara alguna destartalada patrulla de la policía cuando menos para inhibir a los sujetos y ahuyentarlos de la zona.
En el video de marras se observa a la pareja llegar caminando al sitio del atraco y haciéndose “como que la Virgen les hablaba…” se sentaron en una alta banqueta y luego de ojear varios lugares se pararon, caminaron en fila india hacia su objetivo, lo abrieron con una facilidad que asombra y uno de ellos se introdujo de inmediato, mientras el otro daba un rodeo para hacerlo por el lado del copiloto.
Al parecer y visiblemente nervioso, el chofer trató de salir de la manera más rápida que podía, pero golpeó a otro vehículo estacionado al frente y reculó, para enmendar el rumbo y una vez hecho esto, salió pitando y quemando llanta, para perderse por aquellos recovecos de la ciudad.
Dos ejemplos de la disparidad de seguridad en que viven los habitantes de esta ciudad, Huauchinango Puebla, ni siquiera hay una verdadera Seguridad Pública, que no sólo garantice paz y tranquilidad y que limpie de lacras criminales las calles, mientras las garras del crimen local han crecido de manera desproporcionada ante la ineficacia de los operativos.