MILENIO

El sindicato estadunidense United Auto Workers (UAW) amplió hoy la huelga en el sector automotriz al anunciar que decenas de centros de trabajo de General Motors (GM) y Stellantis empezarán paros a partir del medio día.

Esto tendrá un impacto contra las automotrices en 20 estados, según la agencia AP.

El presidente del sindicato, Shawn Fain, dijo que mientras que las negociaciones con Ford están avanzando, GM y Stellantis “todavía necesitan un gran empujón” y acusó a estas dos empresas de rechazar todas las propuestas presentadas por el sindicato.

Fein apuntó que todos los centros de distribución de GM y Stellantis en Estados Unidos se unirán a la huelga que se inició hace una semana con el parón en tres plantas de montaje de los tres grandes fabricantes de automóviles estadounidenses.

UAW afirma avances con Ford

La UAW anunciará que ha logrado avances significativos hacia un acuerdo con Ford Motor antes de la fecha límite del viernes, lo que evitaría ampliar la medida a los tres grandes fabricantes de Detroit, dijo una fuente conocedora del tema.

La semana pasada, la UAW inició huelgas simultáneas sin precedentes en una planta de montaje de General Motors, Ford y la matriz de Chrysler, Stellantis, pero los analistas esperan que cualquier huelga más amplia incluya las plantas que fabrican camionetas Chevy Silverado de GM y Ram de Stellantis.

La UAW declinó decir si añadiría plantas adicionales de Ford a la huelga, pero dijo a principios de esta semana que no lo haría si había visto “progresos significativos”.

Alrededor de 12 mil 700 trabajadores se declararon en huelga en las plantas de Missouri, Michigan y Ohio, que producen el Ford Bronco, el Jeep Wrangler y el Chevrolet Colorado, junto con otros modelos populares.

El presidente de la UAW, Shawn Fain, ha advertido que más de los 146 mil miembros del sindicato que trabajan en las Tres de Detroit se unirán a ellos si no se alcanzan nuevos acuerdos.

El enfrentamiento está alimentando la preocupación por una acción industrial prolongada que podría interrumpir la producción, extenderse por la cadena de suministro y afectar al crecimiento económico de Estados Unidos.

Fain ha dicho que los fabricantes de automóviles de Detroit no han compartido sus enormes beneficios con los trabajadores mientras enriquecían a ejecutivos e inversores.

El presidente de GM, Mark Reuss, rechazó esta semana las afirmaciones, señalando que la oferta actual al sindicato sería generosa y que los beneficios de la empresa se han reinvertido en la transición a los vehículos eléctricos.

Los fabricantes de automóviles han propuesto aumentos del 20 por ciento en 4 años y medio, mientras que la UAW pretende un 40 por ciento.

El sindicato también quiere poner fin a una estructura salarial escalonada que, en su opinión, ha creado una gran brecha entre los empleados más nuevos y los más veteranos.