El periodismo móvil y de investigación en México, un reto y un aporte social

Universitat Oberta de Catalunya

«Sin eterno descanso» una pieza informativa sobre el tráfico de huesos humanos en la ciudad de México, fue premiada a la Categoría Profesional de los Premios Internacionales de Periodismo Móvil (MoJo).

Víctor Valles: «Este reportaje es un ejemplo de cómo se pueden transformar las cosas con el periodismo»

Entrevistamos al periodista Víctor Emmanuel Valles Mata (31 años), que ha conseguido el premio a la Categoría Profesional de los Premios Internacionales de Periodismo Móvil (MoJo) por el reportaje de investigación «Sin eterno descanso», una pieza informativa emitida en Televisa México sobre el tráfico de huesos humanos en la ciudad de México, utilizados para hacer rituales y que son vendidos en línea de forma ilegal. Víctor Valles, que se inició como reportero de investigación en El Siglo de Durango, un periódico del estado de Durango, al norte de México, y de ahí saltó a Televisa México, donde trabaja actualmente, ha conseguido con su trabajo que el gobierno reaccione y establezca medidas para controlar la exhumación ilegal en los cementerios.

Los periodistas siempre encontramos un hilo del que tirar, ¿qué fue lo que te motivó a investigar sobre el tráfico de huesos humanos en tu país?

En enero del año pasado, se publicó la noticia de la aparición del cuerpo de un bebé en un penal del estado de Puebla, en México. Hay muchísimas especulaciones, al parecer puede haber sido utilizado incluso para el tráfico de drogas en el interior de este penal. Pero lo que nos preguntamos fue: ¿cómo obtuvieron el cuerpo de un bebé que acababan de sepultar en un panteón de la Ciudad de México y de qué manera lo trasladaron a otro estado? Comenzamos a investigar cómo estaba la seguridad en los panteones de la Ciudad de México y a raíz de ahí nos dimos cuenta de que la exhumación en estos panteones era algo muy común para obtener huesos humanos.

Descubrimos que se vendían los huesos de difuntos de estos cementerios tanto para rituales de santería como para prácticas de estudiantes, por ejemplo de Odontología o de Medicina.

Durante la investigación, ¿cuál fue la mayor dificultad que te encontraste?

Entrar en los cementerios con cámaras no es fácil. Por eso recurrimos al periodismo móvil. Con un celular puedes entrar sin ningún tipo de revisión. Lo interesante fue contactar con los traficantes, así llamamos nosotros a las personas que se encargan de vender estos huesos. Nos llevó alrededor de tres semanas contactarlos y ganarnos su confianza. Nos hicimos pasar por santeros o por estudiantes para que nos consiguieran los huesos que estábamos solicitando. Ellos nos ofrecieron cráneos humanos, esqueletos completos, brazos, dedos, lo que tú necesitaras. Podrían ser incluso cráneos de personas adultas, de niños, de bebés. La complicación aquí fue ganarte la confianza de estos traficantes, citarlos en un punto y grabarlos con el móvil o con un dispositivo de cámara escondida.

¿Solo utilizasteis móviles o habéis empleado alguna otra tecnología?

Para realizar la esencia del reportaje empleamos únicamente móvil por las características del trabajo: con los traficantes era más fácil grabar con un móvil y también para entrar a los cementerios y grabar las tumbas saqueadas. Recurrimos a una cámara profesional para entrevistar al encargado de los cementerios y también utilizamos un dron para grabar la magnitud del cementerio, que es uno de los más grandes de todo el país.

¿El periodismo de investigación es habitual en México o es algo excepcional?

En los últimos años ha subido muchísimo y yo creo que las nuevas generaciones cada vez apostamos más por llevar a la par el periodismo de investigación con la cobertura diaria. Últimamente ha habido más medios focalizados en el periodismo de investigación, incluso en nuestra televisión ya tenemos un departamento específico de periodismo de investigación para que todo este tipo de temas no se queden ahí y podamos sacarlos adelante.

¿Cuáles son los temas más delicados, esos en los que en México te juegas la vida si entras a investigarlos?

Pues principalmente los relacionados con el crimen organizado. México es de los principales países donde más periodistas son asesinados. Esa es la principal dificultad en periodismo de investigación. El crimen organizado mueve muchísimas líneas en nuestro país: el tráfico de sustancias ilícitas, el de especies, de medicamentos… A finales del pasado año, en diciembre, hubo un atentado contra uno de los principales conductores de un noticiero de México. Imagínate, si hacen esto contra una persona que tiene las herramientas y la visibilidad que no harán contra un reportero que está jugándosela a diario.

¿Crees que el periodismo puede cambiar o mejorar situaciones sociales?

Sí, desde luego. Este reportaje que hicimos es un ejemplo de cómo se pueden transformar las cosas con el periodismo. Tras su publicación, las autoridades reaccionaron implementando propuestas para mejorar la vigilancia en los panteones, comenzaron a hacer protocolos de revisión en los cementerios para evitar que personas ajenas a estos entraran o salieran con cosas en sus vehículos.

Logramos entrevistar a algunas personas que nos dijeron que habían visto en las noticias lo que estaba pasando y fueron al cementerio a cerciorarse de que realmente sus familiares estuvieran allí. Así es como el periodismo puede llamar la atención, haciendo que la gente se percate de lo que está pasando y que las autoridades se vean presionadas a actuar.

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