Excelsior
Al conmemorar el 85 aniversario de la Expropiación Petrolera, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que su proyecto de transformación continuará después de 2024, porque tiene el apoyo del pueblo.
“Cualquiera de los aspirantes que resulte triunfador en la encuesta para elegir al candidato de nuestro movimiento aplicará la misma política en favor de la Nación. Está asegurada la continuidad con cambio, no hay nada que temer; eso sí, tenemos que mantenernos unidos”, dijo en el Zócalo.
Reiteró que no cambiarán las políticas contra la corrupción y a favor de la austeridad. “Nada de zigzaguear, sigamos anclados en nuestros principios. No a las medias tintas, no aceptaremos que se imponga una minoría a costa de la humillación y el empobrecimiento de las mayorías”, afirmó ante miles de personas.
Luego de exaltar las políticas implementadas por Lázaro Cárdenas, acusó que el PAN surgió para oponerse a la Expropiación Petrolera.
“Aun cuando en política es más peligroso subestimar la fuerza de los adversarios que sobreestimarla, sostengo que, hagan lo que hagan, no regresarán al poder los oligarcas”, recalcó.
López Obrador calificó de “hipócritas” a los políticos republicanos que proponen usar a militares de Estados Unidos en el combate a los cárteles mexicanos.
Según la Secretaría de Gobierno capitalina, hubo 500 mil asistentes al mitin.
Garantiza López Obrador continuidad de su proyecto; llama a la unidad; nada de zigzaguear
En el 85 aniversario de la Expropiación Petrolera, el Presidente de la República afirma que está convencido de que cualquier candidato de Morena en 2024 mantendrá la política económica y social.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que cualquiera de los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial para 2024 mantendrá la política económica y social que echó a andar su administración.
Ante miles de personas en el Zócalo de la Ciudad de México, el Presidente dijo que no habrá cambio de rumbo ni “zigzagueo” en la política de combatir la corrupción, implantar un esquema de austeridad y beneficiar a los sectores más desfavorecidos.
“Estoy convencido que cualquiera de los aspirantes que resulte triunfador en la encuesta para elegir al candidato de nuestro movimiento aplicará la misma política en favor del pueblo y en favor de la nación. Está asegurada la continuidad con cambio, no hay nada que temer, eso sí, tenemos que mantenernos unidos.
“Hoy de nuevo manifestamos, exclamamos a los cuatro vientos, nada de zigzaguear, sigamos anclados en nuestros principios, reafirmemos la decisión y el rumbo que hemos tomado desde que inició nuestro gobierno. No a las medias tintas, no aceptaremos que se imponga una minoría a costa de la humillación y el empobrecimiento de las mayorías”, afirmó López Obrador en su discurso ante sus simpatizantes reunidos en la Plaza de la Constitución.
Para lograr esos objetivos, reiteró, se debe seguir promoviendo la politización de la población, y dijo que su gobierno continuará combatiendo lo que llamó “guerra sucia” contra su administración.
Consideró que el modelo impulsado por su administración, llamado “Humanismo Mexicano”, es “eléctrico” y ha conectado con la mayoría de los mexicanos y a través de él se evitará que los grupos de poder que tenían privilegios en gobiernos pasados retornen a la administración pública.
Reiteró que el PAN surgió para oponerse a la expropiación petrolera y sigue en la misma actitud noventa años después.
“Aun cuando en política es más peligroso subestimar la fuerza de los adversarios que sobrestimarla, sostengo que hagan lo que hagan no regresarán al poder los oligarcas. Continuará prevaleciendo en nuestro querido México una auténtica y verdadera democracia”, recalcó el titular del Ejecutivo.
Tras explicar el contexto histórico en que Lázaro Cárdenas decretó la expropiación petrolera, el Presidente puntualizó que en la actualidad se vive otro intento de intervencionismo, consistente en la propuesta de legisladores estadunidenses de permitir el ingreso de fuerzas armadas de ese país a México para combatir a las bandas de narcotraficantes.
“Primero quiero dejar de manifiesto que ya no es el tiempo de Calderón y de García Luna, que ya no es el tiempo de los vínculos turbios entre el gobierno de México y las agencias del gobierno de Estados Unidos. Ahora ya no hay simulación, de verdad se combate a la delincuencia organizada y de cuello blanco, porque no hay corrupción, no hay impunidad ni existen relaciones de complicidad con nadie.
“Pero lo más importante es que desde aquí, desde este Zócalo, corazón político y cultural de México, les recordamos a esos políticos hipócritas e irresponsables que México es un país independiente y libre, no una colonia ni un protectorado de Estados Unidos, y que podrán amenazarnos con cometer cualquier atropello pero jamás, jamás, permitiremos que violen nuestra soberanía y pisoteen la dignidad de nuestra patria. Cooperación, sí; sometimiento, no”, sentenció López Obrador.
El Presidente citó posteriormente al “intervencionismo” y obtuvo como respuesta de la multitud un “no”. Hizo lo mismo con “oligarquía” y racismo”, y finalmente lanzó las palabras: “democracia”, “honestidad”, “justicia social”, “igualdad” y “soberanía”, obteniendo a cambio un “sí” de la gente congregada en la Plaza de la Constitución.
Al mitin para conmemorar el 85 Aniversario de la Expropiación Petrolera acudió la totalidad del gabinete federal, los directores de Pemex, de CFE, del IMSS y del ISSSTE.
En su oportunidad, Rocío Nahle, secretaria de Energía, destacó la recuperación de las refinerías, la adquisición de la Deer Park, en Texas; la construcción de la Olmeca, en Tabasco, y la revitalización de la Comisión Federal de Electricidad. Octavio Romero, titular de Pemex, destacó que para finales de esta administración la paraestatal será autosuficiente en producción de combustibles.
Sin cardenismo, conmemoran la expropiación del petróleo
Pancartas con la figura del general Cárdenas no estuvieron en el mitin en el Zócalo
Por Arturo Páramo
La Expropiación Petrolera, episodio con el que Lázaro Cárdenas transformó hace 85 años la historia del país, se vio por primera ocasión en años sin la presencia en primera fila o en el templete del acto oficial, de alguno de los descendientes del expresidente.
El masivo acto protocolario fue convocado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para explicar a la luz de la expropiación su política acerca de la soberanía nacional, en contra de legisladores de Estados Unidos que piden la intervención militar en México, para resaltar a sus “corcholatas” y para arengar a una multitud proveniente de todo el país.
Una vez más el Zócalo lleno ante López Obrador —la ocasión 32, de acuerdo con el conteo de Excélsior—, quien como pocos maneja a la muchedumbre, abordó, sí, el hecho histórico y su contexto, y lo utilizó para defender a su gobierno, para reforzar su discurso de una hora con tres minutos la inviolabilidad de la soberanía nacional, con referencias a los beneficios recibidos por la actual administración por una parte de la población vía programas sociales, de la necesidad de que haya unión de los mexicanos, y la necesidad de continuidad de su proyecto.
En esta concentración de simpatizantes, se exhibieron, sin embargo, pocas pancartas y carteles en referencia a la expropiación petrolera, con miles de mensajes de “presente” de los contingentes provenientes de los estados y alcaldías que se identifican por el color de sus banderas, de sus cachuchas y de sus camisetas; hay niños que son levantados en hombros, se exhiben cientos de versiones de ”amlitos” en todos los tamaños imaginables, se muestran retratos del Presidente —en algunos acompañado de su esposa—, hay incluso gansos con la cabeza del Presidente. Lo que no aparecen son pancartas con la imagen de Cárdenas.
Apenas la víspera, López Obrador anunció que Lázaro Cárdenas Batel, nieto del expresidente, había sido separado de la jefatura de asesores de la Presidencia para ser enviado a una secretaría en construcción de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Semanas antes López Obrador aseguró en una rueda de prensa que Cuauhtémoc Cárdenas, precursor del movimiento político al que se sumó en los años ochenta, se había sumado a la lista de sus contrincantes políticos.
Ningún Cárdenas apareció en la primera fila de la sillería, donde estuvieron los gobernadores provenientes de Morena, ni en la sillería reservada a diputados federales o senadores, ni en el templete. Lo de ayer fue una conmemoración con la que se buscó demostrar que el poder de convocatoria del actual gobierno goza de cabal salud.
El gobierno federal y el de la Ciudad de México se propusieron llenar la plaza y para ello se utilizaron todos los medios a su alcance.
Morena anunció su intención de institucionalizar el “acarreo”, de rentar autobuses para trasladar a sus simpatizantes desde todos los rincones del país.
En la Ciudad de México, los responsables en las alcaldías de movilizar a los lopezobradoristas los convocaron en los centros educativos y culturales, Pilares, para desde ahí trasladarlos al Centro de la Ciudad.
El Gobierno de la Ciudad de México reservó la plaza desde una semana antes, la rodeó con vallas, para que ningún manifestante la ocupará, fue limpiada con chorros de agua.
Con sus dietas, diputados federales y locales proveyeron autobuses, camionetas, comida, camisetas, banderas, carteles, agua. Todo aquello contra los que hoy están en el gobierno y sus simpatizantes criticaron —con razón— hoy se convirtió en la estrategia de Estado para llenar la plaza y conmemorar la Expropiación de hace 85 años.
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