• Más de 12 millones y medio de vacunas puestas a personas de la 3ra edad del estado, informó el secretario de Salud

RDS/Staff

Se calcula que la próxima y 7ma ola covid comenzaría entre finales de mayo y principios de junio, estimó el secretario de Salud estatal, José Antonio Martínez García, quien añadió que este tipo de estimaciones se basa en las experiencias retomadas de años pasados y el clima.

En rueda de prensa, Martínez García explicó que el inicio de la siguiente ola covid se daría por cambios bruscos de temperatura propios de esos meses. También subrayó que continuarán las campañas de vacunación, porque a lo largo de la pandemia los estudios han demostrado que la inmunidad personal no funciona, sino que lo necesario es la llamada “inmunidad de capullo”, que se refiere a cuando la mayoría de la gente ya se inmunizó y ello sirve para proteger a los no vacunados.

Recordó que, cuando comenzó la 1ra ola Coronavirus, Puebla capital estaba igual que Iztapalapa como los municipios del país con mayor porcentaje de contagios y, después, el estado logró colocarse en el lugar 21 del país en entidades con más proporción de enfermos. Hoy, se encuentra en el sitio 25 en este rubro, muy por abajo del promedio nacional, lo que comprueba el buen manejo de la pandemia.

Reiteró que las medidas sanitarias tomadas a mediados de diciembre evitaron la propagación del virus, la crisis hospitalaria, la proliferación de pacientes internados y defunciones. Aunque el covid sigue en el estado, se cuenta con el medicamento necesario para enfrentarlo y evitar que los pacientes se pongan graves, asi que, si alguien tiene síntomas, puede acudir al sector salud estatal lo más pronto posible.

Para concluir, Martínez García informó que se colocaron más de 12 millones y medio de vacunas a gente de la 3ra edad en el estado y que la experiencia y estudios han demostrado que, aunque el tiempo provoca que baje el efecto de la vacunación, todo apunta a que resulta innecesario poner una 5ta dosis, debido a que con la cuarta inyección se queda bien protegido. En ese sentido, la mayor parte de los fallecidos correspondió a pacientes de de elevada edad, no vacunados, con morbilidades o que la enfermedad les había dejado secuelas graves.