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La obesidad es el trastorno nutricional más común en los animales de compañía. Se le debe prestar mucha atención porque puede tener efectos perjudiciales y disminuir su esperanza de vida. Estudios han estimado que en los últimos 10 años, ha habido un aumento del 108% en el número de perros diagnosticados con sobrepeso u obesidad. [1]
Al igual que con los humanos, el peso corporal es uno de los indicadores del estado de salud de una mascota. La obesidad está directamente relacionada con su alimentación y nivel de actividad física, aunque también podría ser un indicador de alguna enfermedad. A continuación, te contamos cuáles son las razas de perros a las que se debe prestar especial atención.
Razas más propensas a padecer obesidad:
Saber que existen razas que tienden a la obesidad te ayudará a cuidar mejor a tu lomito o a estar alerta si es que estás considerando ser tutor de uno de ellos. Estas son:
1. Golden retriever
2. Pug
3. Beagle
4. Springer Spaniel inglés
5. Border Terrier
6. Pitbull terrier
Se sabe poco sobre los genes responsables de esta condición en razas específicas. Sin embargo, se han estudiado a Retrievers y Beagles, observando mutaciones que afectan a la melanocortina, una hormona encargada de la regulación de la ingesta y el gasto de energía. Al presentarse dichas mutaciones, la mascota se predispone a la obesidad.[2]
¿Qué hay que considerar?
Expertos señalan que la obesidad debe de tomarse en serio. La MVZ.Samantha Hay-Parker, Asesora Técnica del segmento Mascotas en Boehringer Ingelheim Salud Animal, menciona que “el peso va más allá de la apariencia y si este no se vigila, puede haber consecuencias graves en la salud de las mascotas, entre ellas una mayor incidencia de afecciones importantes como osteoartritis y diabetes mellitus, además de problemas renales, respiratorios, cardíacos e incluso, algunos tipos de cáncer”.
Las causas de la obesidad son complejas, pero considerando que los perros son cazadores por naturaleza, muchas veces el estilo de vida sedentario de sus tutores, combinado con una mala alimentación, impacta negativamente en ellos.
¿Cómo ayudarlo a prevenir la obesidad?
· Ejercicio: como con los humanos, el ejercicio es esencial para mantener una buena salud y ayudar al cuerpo a utilizar la energía de mejor manera. Lo ideal es que empiece con una intensidad moderada y vaya aumentando. Los ejercicios de baja intensidad, como nadar, son una buena opción para quemar calorías. También puedes mantenerlo en movimiento mientras disfruta de tu compañía, saliendo a caminar o lanzándole una pelota que tenga que ir a buscar.[3] Recuerda soltarlo solo en parques especiales para perros y que antes de iniciar con un régimen, el veterinario deberá aprobarlo.
· Alimentación: cuida de su alimentación de la mano del médico veterinario. Las calorías provenientes de sus croquetas habituales, además de premios y alimentos que otras personas le dan ocasionalmente, van sumando hasta hacer que acumule más peso. Evita darle alimento para humanos como frituras, golosinas y sé moderado en la cantidad y frecuencia con la que le das premios.
· Horarios: el definir horas para dedicar a ejercitarlo, alimentarlo y descansar te ayudará a tener el balance que necesita, sobre todo para controlar su ingesta alimentaria y gasto calórico.
La obesidad es uno de los problemas más fáciles de prevenir con la atención y cuidado necesarios. La MVZ. explica que es necesario conocer el peso adecuado de tu mascota según su raza y edad. A partir de ello, con un monitoreo constante, será posible determinar si su alimentación es la correcta. Una dieta balanceada, además de actividad física regular, vigilada por un profesional, contribuirá a una mejor calidad de vida.