CNN ESPAÑOL
Las mujeres en Qatar, como en otros países del Golfo Pérsico, se enfrentan a numerosas discriminaciones asentadas tanto en la ley como en la práctica.
¿Cuáles son las principales vulneraciones de derechos humanos que sufren?
La controversial tutela masculina
En este país de mayoría musulmana –el sunismo wahabita es la facción más representativa– las mujeres siguen sometidas al sistema de tutela masculina, por lo que deben pedir permiso de sus guardianes (padre, esposo, hermano, etc.) para decisiones importantes como casarse, viajar y estudiar en el extranjero (hasta la edad de 25 años) y trabajar en empleo público, entre otras, según Amnistía Internacional.
Este sistema de tutela masculina choca incluso con la Constitución de Qatar, señala Human Rights Watch, pero continúa dominando las relaciones entre esposos en el país.
Rothna Begum, investigadora sobre derechos de la mujer en Human Rights Watch, dijo en un reciente informe que “la tutela masculina refuerza el poder y el control que tienen los hombres sobre las vidas y elecciones de las mujeres y puede alentar o propiciar situaciones de violencia, lo que deja a las mujeres con menos opciones viables para escapar del abusos en la familia o por parte de sus esposos”.
Las mujeres también deben pedir permiso para acceder a tratamientos de salud reproductiva y controles ginecológicos básicos como las pruebas de Papanicolaou.
Otras discriminaciones en la ley
Las mujeres casadas deben obedecer a su esposo y no pueden rehusarse a tener relaciones sexuales salvo por razones “legítimas”, según la ley de Qatar.
Además, para las mujeres es muy difícil divorciarse, y aún más obtener la tutela sobre los hijos tras un divorcio.
Al momento de heredar, las hijas reciben la mitad de lo que reciben los hijos. Además, solo los hombres en Qatar pueden pasar automáticamente la ciudadanía a sus hijos, y las mujeres qataríes que se casan con extranjeros deben en cambio solicitar el acceso a la misma, con numerosas restricciones.
En Qatar no hay leyes contra la violencia doméstica ni dispositivos para proteger a las víctimas, aunque si está prohibido que los esposos dañen física o moralmente a sus esposas. Así, las mujeres pueden ser forzadas a retornar a sus hogares, aún si han sido víctimas de violencia doméstica.
¿Cambios en el futuro?
En 2008 el entonces príncipe heredero Tamim bin Hamad Al Thani participó en el lanzamiento del plan de desarrollo Visión Nacional de Qatar 2030 (QNV 2030, por sus siglas en inglés), con base en, según su propia descripción, en la “justicia, benevolencia e igualdad”, y el futuro emir también fue un promotor de la “continua modernización y desarrollo de las instituciones públicas” en el plan estratégico a cinco años lanzado por el país en 2011.
Estas iniciativas generaron expectativas de que el reinado de Tamim, que asumió en 2013, podría dar cuenta de los grandes problemas en materia de derechos humanos que existen en Qatar, y el entonces heredero plasmó en la estrategia a cinco años de su país que se avanzaría en legislación contra la violencia doméstica, entre muchas otras cuestiones.
El “empoderamiento de las mujeres” era uno de los pilares del desarrollo social en el plan estratégico de Qatar entre 2011 y 2016. En el nuevo plan estratégico entre 2018 y 2022, sin embargo, este punto ya no está presente.
De todas formas, los cambios culturales han ocurrido en Qatar en los últimos años, aunque lentamente.
En 2012 Qatar envió por primera vez atletas mujeres a las Olimpíadas, que en aquel momento tuvieron lugar en Londres.
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