¿Nacho fue traidor a la patria cuando aprobó el Fobaproa?

Rodolfo Herrera Charolet

La aprobación del FOBAPROA, que de 1995 a 1998 intervino 14 de 18 bancos. Sobrevivieron Bancomer, Banamex, Bital y Banorte. En marzo de 1998, el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, propuso que el Fobaproa se convirtiera en deuda pública, lo cual fue aprobado por el Congreso de la Unión. Legislatura de la que Moisés Ignacio Mier Velazco formaba parte, y dio origen al IPAB que heredó la deuda bancaria.

Los pasivos del Fobaproa ascendieron a 552,000 millones de pesos por concepto de cartera vencida, que canjeó por pagarés ante el Banco de México. Dicho monto fue equivalente al 40% del PIB de 1997, a las dos terceras partes del Presupuesto de Egresos para 1998 y el doble de la deuda pública interna. Para septiembre de 1999 el costo ascendía a 873 mil millones de pesos. El mismo año que los diputados (entre ellos Mier Velazco) aprobaron que el Fobaproa se asumiera como deuda pública, se estimó que las obligaciones se pagarían en 30 años, pero un cálculo hecho por los economistas Fausto Hernández Trillo y Marcos Ávalos en 2006 (publicado por las Naciones Unidas, a través de la CEPAL) pronosticó que serían 70 años, esperando que el país tuviera un crecimiento económico anual de 4%.

Dicho pronóstico resultó excesivo, puesto que de 2008 a 2017 el crecimiento fue de 2.3% y recientemente el gobierno de Andrés Manuel López Obrador indicó que el crecimiento en 2021 fue menor del 2%. Razón por la cual, más de tres generaciones de mexicanos tendrán que pagar dicho rescate, que finalmente benefició a los banqueros y grandes defraudadores. El nivel de endeudamiento generado, por concepto de intereses, se ha valuado en dos billones de pesos, lo que representa que aunque cada año se destinen entre 30 y 50 mil millones de pesos, (en promedio 137 millones de pesos diarios desde su aprobación) dicha cantidad alcanza solo para cubrir los intereses generados.

Dicha medida fue duramente criticada por el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador en 2006, sin embargo aprobó como candidato a Senador de la República a Ignacio Mier Velazco, quien seis años había aprobado tal afrenta. Lo que resulta absurdo.

Fue en el proceso electoral de 2006 cuando Manuel Bartlett Díaz se distanció del candidato de su entonces partido, Roberto Madrazo
Pintado, y ordenó a su equipo su incorporación inmediata a la causa obradorista e invitando a los priistas a dar un “voto útil” a favor del candidato Andrés Manuel López Obrador. Esta fue la razón por la cual, Ignacio Mier Velazco y Alejandro Oaxaca Carreón, entre
otros políticos que habían logrado posiciones relevantes dentro del PRI, renunciaron al partido y fueron candidatos obradoristas.

Ignacio Mier Velazco renunció el 22 de marzo de 2006 a la Secretaría General del H. Ayuntamiento de Puebla, que encabezaba en ese momento Enrique Doger Guerrero, para ser candidato de la Coalición por el Bien de Todos, conformada por Convergencia, Partido del Trabajo y el Partido de la Revolución Democrática. Postulado a senador por el Estado de Puebla en las elecciones de ese año, no logró obtener el cargo para el que había sido postulado.

Tras la derrota a cuestas regresó al gobierno municipal, que lo acogió de inmediato.

Sin embargo, el fracaso electoral del año 2006, no representó mayor problema, al sumarse como una aspiración fallida a la lista de pendientes, puesto que había fallado la estrategia de llegar al Senado de la República, esperando la muerte del senador Crescenciano España Morales, que en esos momentos se encontraba enfermo y de 59 años de edad, sin embargo el líder obrero se aferró al cargo y a la vida. Así que Ignacio Mier tampoco tomó protesta como senador en la LVI Legislatura del Senado de la República (1997-2000).

Ignacio Mier Velazco, tras la conclusión del mandato de Manuel Bartlett Díaz, se convirtió en el heredero y operador de los grupos políticos afines al gobernador. Sin embargo no logró su aglutinamiento, la mayoría de diputados bartlistas se sumaron al melquiadismo y luego al marinismo. Hecho que se acentuó en el 2006 tras la renuncia de Mier Velazco al PRI.

Con el morenovallismo, al menos el 80 por ciento de los cuadros priistas se aliaron al nuevo gobernante, aunque de dientes para fuera, juraran que seguían siendo priístas. Los principios fueron reemplazados por el oportunismo y la necesidad de vivir del presupuesto o hacer negocios con el poder.

Son integrantes priístas de la LVII Legislatura del H. Congreso de la Unión 1997-2000:

  • Omar Álvarez Arronte
  • Celso Fuentes Ramírez
  • Moisés Ignacio Mier Velazco
  • Cupertino Alejo Domínguez
  • José Oscar Aguilar González
  • Víctor Manuel López Balbuena
  • José Luis Flores Hernández
  • Gudelia Tapia Vargas,
  • Faustino Xoacantl Amatitla
  • Ignacio García de la Cadena Romero,
  • Jorge Charbel Estefan Chidiac
  • Salomón Elías Jauli Dávila
  • América Soto López, Carlos Víctor Manuel Carreto
  • Fernández de Lara
  • Enoé González Cabrera
  • Miguel Ángel Quiroz Pérez
  • Alejandro Oaxaca Carreón
  • Francisco Alonso Escárcega

Todos integrantes de la LVII Legislatura del  H. Congreso de la Unión.

Ahora se sabe que Ignacio Mier Velazco únicamente acató la orden presidencial, porque la división de poderes es un mito de la democracia en México. Si la historia juzga a los políticos, en este contexto: ¿fue traidor a la patria cuando aprobó el Fobaproa?

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