¿Cómo las nuevas tecnologías han revolucionado los procesos de validación de identidad?

Staff/Rossi

La complejidad del mundo actual, con la irrupción del internet como continente de prácticamente todas las relaciones humanas y comerciales, derivó también en la construcción de presencias o entidades virtuales con una necesidad muy precisa: identificarse a sí mismas.

Esta necesidad, sin embargo, no puede cubrirse con los métodos tradicionales de validación de identidad, ya que se requiere de rapidez, precisión y eficiencia, cualidades propias de la tecnología. Además, no existe un ojo humano que pueda, a simple vista, saber si detrás de un documento virtual existe una identidad real y confiable. Es en este punto que la codificación se vuelve relevante.

“En la sociedad actual, se establecen relaciones humanas y de negocios del tipo persona-persona, persona-empresa y empresa-empresa (sin contar aquí las que se establecen con el gobierno). Pero estas relaciones se hacen cada vez en mayor medida de forma remota y virtual. A la par del crecimiento de esta nueva economía digital han surgido nuevas amenazas como fraude, robo de identidad o cualquier otro riesgo reputacional, los cuales se hacen cada vez más sofisticados”, afirma Ricardo Robledo, director general y fundador de Tu Identidad, plataforma especializada en la validación de identidad.

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), hasta abril de 2021, las acciones de defensa para atender un posible robo de identidad ascendieron a mil 410, de las cuales 608 fueron asesorías y 802 se concretaron como reclamaciones. Estos intentos de robo de identidad pueden derivarse de un mal uso de datos personales o empresariales, extracción de información sensible como contraseñas, claves y números de cuentas financieras e incluso falsificación o clonación de documentos oficiales.

Es así, cuando las nuevas tecnologías como geolocalización satelital, seguridad biométrica, criptografía digital y el reconocimiento automático de caracteres (OCR, Optical Character Recognition) toman relevancia para que, en conjunto, puedan ser aprovechadas para asegurarse de que la persona con la que se está estableciendo haciendo negocios es efectivamente quien dice ser.

Seguridad para todos

Todas estas tecnologías, además, están evolucionando conjuntamente gracias a los avances del aprendizaje automático y la inteligencia artificial. Ahora bien, toda la sistematización de estas técnicas de reconocimiento y validación tienen un eje en común: se trata de un proceso de contrastación de información que arroja un resultado válido o inválido. Esto supone una ventaja para personas físicas, personas físicas con actividad empresarial y personas morales.

Hace unos cuantos años, los procesos de validación de identidad implicaban altos costos, una gran cantidad de personal y tomaban mucho tiempo, es por eso que sólo las entidades financieras eran quienes los realizaban, pues por ley están obligadas a hacerlo. Hoy en día cualquier empresa que quiera tener certeza sobre sus relaciones con los clientes, aliados estratégicos, proveedores y empleados puede incluirlos dentro de sus planes de seguridad.

Datos de la CONDUSEF revelan que el año pasado, el monto total por reclamaciones de posibles fraudes, operaciones bancarias y robo de identidad alcanzó los 24 millones 870 mil pesos. En ese mismo año se contabilizaron más de 60 mil reclamaciones por robo de identidad.

En este sentido, “estos procesos de contrastación se pueden hacer de manera automatizada y masiva, lo que implica una reducción de recursos, costos y tiempo, en comparación con el trabajo manual que antes se hacía. Si a esto sumamos una cultura de cumplimiento con las normas existentes y la validación de los datos de identificación oficiales, biometría dactilar y facial, consulta de antecedentes en listas negras, tenemos un resultado más confiable, más rápido y más integral”, agrega fundador de Tu Identidad.

Otra de las tecnologías que han revolucionado el proceso de validación de identidad se le conoce como reconocimiento óptico de caracteres (OCR, por sus siglas en inglés), la cual busca emular las funciones del ojo humano para lograr el reconocimiento de objetos y caracteres específicos. El escaneo que se hace con esta tecnología, de un documento, logra transformar las imágenes en datos reconocibles y susceptibles que después se procesan y verifican.

Esto conlleva dos ventajas: la agilización de los trámites para autenticar una identidad y la disminución de la huella física que conlleva este tipo de trámites. Por ejemplo, la digitalización de archivos que facilita su consulta y actualización o la información encriptada que garantiza la seguridad.

Know Your Business y Know Your Costumers para prevenir el fraude y cumplir con las normas

Las nuevas tecnologías, utilizadas con estos objetivos, no solamente son de gran ayuda para enfrentar los riesgos en el plano de los negocios y las transacciones, sino que se están convirtiendo cada vez más en una necesidad, para cumplir con la normatividad con respecto al fraude y blanqueo de capitales.

Por esta razón, los conceptos de Know Your Business (KYB) y Know Your Customers (KYC) están tomando cada vez más relevancia a la hora de prevenir realizar transacciones y acuerdos con entidades que suplantan la identidad de otras. Y estos conceptos, a su vez, serían imposibles de implementar con eficacia sin las tecnologías con las que se cuentan hoy.

“En la medida en que estos procesos se implementen en diversos sectores y se conviertan en un proceso habitual, las relaciones comerciales se verán fortalecidas y las empresas serán entidades más resilientes y con crecimiento tangible”, finaliza Robledo.

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