Por fin, bienvenido el cambio verdadero, suerte Lorena, la vas a necesitar

Arturo Tecuatl

En breve tendremos “Gobernadora del Cambio Verdadero”. Lorena Cuéllar Cisneros verá coronado un sueño que cumple luego de dos intentos frustrados. “Ahora no me robarán la elección”, llegó a decir la política consciente que está eta su última oportunidad.

Lorena disfruta del poder. Pese a que habrá un mando superior que vigilará sus acciones y sobre todo la forma en que gaste el presupuesto, la primera de las morenistas en asumir formalmente como mandataria constitucional se habría dado el lujo de neutralizar a su antecesor, el priísta Marco Mena Rodríguez; de convertirlo en un zombi de Palacio mientras ella se arrogó los reflectores, por cierto sin mayor logro que su autopromoción.

La administración de Mena se extinguió casi al tiempo en que facilitó el triunfo electoral a la cuñada de su hermano, accionó la “N” de neutral en la trasmisión automática de su auto de poder y lo dejó ir por una pendiente sin rumbo.

Así como el monumental jardín que rodea al Centro de las Artes en Apizaquito se convirtió en una selva, donde maleza y fauna nociva dan cuenta de un irresponsable abandono, el estado de Tlaxcala quedó a la deriva.

Cero actividad económica, cultural, de promoción turística. Se perdieron los principales hoteles, el Posada San Francisco y el de Atlihuetzía, los cuales dejaron de ser patrimonio del gobierno y pasaron a engrosar la ominosa fortuna de un ex gobernador priísta.

La violencia se apoderó de municipios como Tzompantepec, donde los mismos policías municipales encañonaron al tesorero de dicho ayuntamiento y lo obligaron a hacer transferencias bancarias millonarias a una cuenta particular.

Alcaldes delincuentes como el vulgar ratero de Santa Ana Chiautempan tuvieron tiempo de saquear.

Sólo en la conclusión de la carretera Apizaco Tlaxcala se sigue observando actividad frenética, en los tramos de la Y Griega y en San Pablo Apetatitlán; en algunos tramos de la vía corta a Puebla. Y nada más.

Una obligada sesión del Consejo de Salud sirvió para delinear las restricciones a causa de los más de 150 contagios diarios del virus Sarscov-2, y con eso se bajó la cortina del gobierno de Marco Mena.

Pero el nuevo gobierno no aprovechó los casi tres meses que le dejaron el campo libre.

Pasó de planear una toma de protesta apoteósica en el Estadio Tlahuicole a la restringida sesión solemne de la nueva Legislatura, al extremo de prohibir la presencia de medios de comunicación.

¿Por qué el cambio tan radical en la toma de posesión?

¿Será la forma para mantener casi en el clandestinamente la presencia del Senador removido por traicionero, Ricardo Monreal Ávila?

¿Es la versión lorenista del “comes y te vas” al cacique que ha conseguido unificar, sí en su contra, los criterios de morenistas y lopezobradoristas, indignados por una y otra, y otra traiciones a la 4T?

Lorena Cuéllar asumirá el poder con las arcas casi vacías. No puede endeudar al estado porque la Ley se lo prohíbe, y tampoco puede abrir la puerta del gobierno a las alimañas listas a facilitarle dinero malhabido, dinero de los negocios del extinto Rafael Moreno Valle, en un esquema de vil usura para comenzar a sacarle jugo al negocio que les ilusiona en Tlaxcala bajo el mando de Lorena.

Dicen que nuevos grupos del crimen organizado esperan pacientemente el inicio de esta administración para comenzar con su operación de terror, y secuestro, y extorsión. Ojalá solo sean inventos de los adversarios del gobierno del cambio verdadero en manos de la nieta de Joaquín Cisneros Molina, el secretario particular del represor Gustavo Diaz Ordaz.

Como sea, el cambio es inevitable.

Entraron en vigor reformas constitucionales planteadas desde 2018 que dejan sin fuero a gobernadora, magistrados, diputados y todo funcionario público que fuere denunciado por alguna falta grave.

Lorena también comenzaría con su sueldo a la mitad, como parte de la instrucción precisa recibida por el alto mando en la reciente Plenaria de Morena.

Enhorabuena al gobierno del cambio verdadero. Hoy inicia el periodo de 4 meses a los colaboradores para probar su eficacia.

Si son conformes con sus percepciones a la mitad, si están conscientes que nadie puede ganar más que la gobernadora, y si se aplican a fondo a trabajar sin descanso, probablemente se libren de la afición de Lorena a los nombramientos múltiples con el fin perverso de echar a pelear a quienes antes fueron sus puntales en la campaña.

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