Urgencia de una cooperación internacional que acelere la vacunación global

Universitat Oberta de Catalunya

La pandemia ha evidenciado que, ante un reto de salud planetario, ciencia y política deben trabajar unidas.

La conservación de la biodiversidad, clave en la protección ante nuevas pandemias.

Las variables de la crisis sociosanitaria generada por la pandemia de la COVID-19 han quedado en evidencia, colocando en
manifiesto que la ciencia y la política tienen que trabajar unidas.

Las políticas científicas en ciencia abierta se han mostrado fundamentales para afrontar la que algunos expertos han empezado a denominar sindemia de COVID-19, donde se mezclan aspectos sociales y sanitarios que generan una situación compleja y multidimensional, la cual se está sufriendo de manera asimétrica en diferentes partes del mundo. “Ante los retos que nos plantea esta crisis global, nos parecía urgente contribuir a abrir un debate público sobre la equidad en el acceso a la vacunación contra la COVID-19.

A partir de esto, la UOC desarrolló un ciclo en el que pretendíamos divulgar, basándonos en evidencias, una cuestión de gran complejidad con la orientación de personas expertas”, explica Pastora Martínez, vicerrectora de Globalización y Cooperación de la
Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Pues, para Martínez, las universidades, como agentes de transformación social, deben promover espacios de debate y reflexión crítica,
aportando una visión abierta y reflexiva a los problemas complejos. Es por esto que, representantes de ámbitos académicos, sociales, industriales, económicos, políticos y de la comunicación debatieron y aportaron claves en torno a la ciencia y la salud pública, las patentes y el acceso global a las vacunas, el rol de la comunicación durante la pandemia, el multilateralismo y geopolítica en el mundo y la importancia de la huella ambiental.

De la ciencia a la salud pública

El papel determinante de la ciencia abierta y cómo compartir el conocimiento ha sido puntal para generar estrategias, no solo de vacunación, sino también de tratamiento en los diferentes centros sanitarios ante la necesidad de afrontar la pandemia con criterios epidemiológicos y científicos y con un enfoque global y visión a largo plazo.

«La pandemia ha puesto de relieve cosas muy buenas como la comunicación científica y la rapidez de los científicos en generar conocimiento y soluciones, pero también las guerras económicas y políticas, y la diferencia entre los países. Esto no tiene sentido desde la ética, pero menos desde un punto de vista global, que nos afecta a todos», explica Salvador Macip, profesor e investigador de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.

Patentes y acceso global a las vacunas

La derogación de las patentes de las vacunas contra la COVID-19, en la experiencia de Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas, y Raquel Xalabarder, directora de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC y catedrática de Propiedad Intelectual, es que no abaratará costes ni facilitará su producción, a la vez que apuntan a la existencia de mecanismos que ya prevén licenciar patentes de manera obligatoria en caso de emergencias “Algunos cuellos de botella en el acceso global a las vacunas contra el COVID-19, son la escasez de suministros, la falta de la capacidad productiva necesaria y los retos comerciales” explican los expertos.

Rol de la comunicación en tiempos de pandemia

La incertidumbre ha incentivado el negacionismo durante el inicio de la pandemia principalmente. Sin embargo, la comunicación científica ha mejorado y se ha incrementado el interés por parte de la ciudadanía, que ha pasado a seguir a líderes de opinión del ámbito científico durante la pandemia.

“Urge un periodismo útil y que es preciso seguir trabajando para combatir los bulos y la desinformación. Todos somos responsables,
a la hora de mover y compartir información por canales que no son los medios (WhatsApp, Telegram, etc.)” Rocío Benavente, coordinadora de Maldita Ciencia en Maldita.es.

Multilateralismo y geopolítica en el mundo COVID-19

La crisis sanitaria ha demostrado que el sector público puede reaccionar y ha despertado una mayor conciencia de aquello público.

Sin embargo, también ha puesto en evidencia la falta de gobernabilidad global, así como la urgencia de contar con organismos multilaterales con capacidad para interceder en problemas planetarios “a partir de esto, el reto como sociedad es aprender de esta pandemia y de reaccionar con mayor cooperación multilateral” indica José Antonio Sanahuja, director de la Fundación Carolina, y Caterina García Segura, catedrática de Relaciones Internacionales de la UPF.

COVID-19, vacunas y salud planetaria: la importancia de la huella ambiental

Hemos llegado a un punto en el que el cambio climático no sólo pone en riesgo la salud de las generaciones presentes y futuras, sino que también compromete las mejoras en salud global que se han logrado a lo largo de las últimas décadas, pues, los hechos de la COVID-19 no son casuales: “la entrada en contacto entre distintas especies de animales y humanos, que de manera natural no estaban en contacto, facilita la aparición de nuevos patógenos. Y esta situación viene dada por el cambio de usos del suelo y la pérdida del hábitat” explica la profesora e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, Cristina O’Callaghan.

“Cada vez hay más estudios que demuestran que la degradación medioambiental nos concede menos inmunidad y menos protección, por lo que se debería dar cada vez más prioridad al estado de los ecosistemas” concluye Fernando Valladares, profesor investigador del CSIC.

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