Staff/Rossi
Utiliza fotos de los participantes, del estudio e imágenes de vídeo. Los actores se graban a sí mismos en casa.
Una startup israelí especializada en privacidad ha comenzado a utilizar su tecnología para modificar y animar las expresiones de los actores para que puedan seguir trabajando, aún confinados.
El público general ha redescubierto, en tiempos del coronavirus y forzado confinamiento, el placer de perderse en series de televisión y películas. Sin embargo, el virus entorpece la industria del entretenimiento y la creación de contenido, porque tampoco las producciones de cine y televisión trabajan como antes.
Por eso, una compañía israelí pensó usar la tecnología que había desarrollado para proteger la privacidad de las personas contra algoritmos de reconocimiento facial.
Una versión retocada del sistema permite a los actores manipular fotografías de sus rostros para parecer, de modo muy realista, que están hablando, sonriendo y demás.
La empresa D-ID se dedica al llamado “aprendizaje y reconocimiento facial profundo”, y es uno de los líderes mundiales, señaló su fundador Gil Perry.
“Podemos cambiar las expresiones, edades, etnias, y también animar a las personas y mover a los actores en el set”, explicó.
En muchas ocasiones, los actores no pueden abandonar sus hogares y las producciones no pueden aglomerar a más de un cierto número de personas.
“Por eso hemos tomado componentes de nuestra solución de vídeo y de nuestra solución de foto fija, hemos añadido algunas características más y creado una función que permite que actores y productoras sigan haciendo películas y ahorren mucho tiempo y dinero en días de rodaje”, señaló.
De dónde viene
La empresa se dedica normalmente a dar soluciones de privacidad a compañías y organizaciones que graban o fotografían a personas, ya sea con cámaras de circuito interno o ciudades inteligentes, por ejemplo. Estas empresas no pueden almacenar las imágenes que toman por cuestiones de seguridad, pero, por otro lado, necesitan usar los datos que acumulan.
D-ID les ofrece anonimizar sus imágenes, retirando los datos biométricos sensibles de los vídeos y fotos (para que, por ejemplo Facebook no pueda hacer tag), mientras retienen atributos como la expresión, la edad o el sexo. Al ojo humano, las imágenes se ven iguales.
El fundador de la compañía dijo que, con la llegada del coronavirus y la crisis, temieron que el mundo dejará de estar preocupado con la privacidad, pero se equivocaron: la privacidad pasó a ser aún más relevante y la demanda de su producto creció.
Es porque los países están llevando a cabo vigilancia masiva relacionada con la pandemia y con las manifestaciones, y estas manifestaciones relacionadas con Covid-19 han hecho aumentar el miedo de ser reconocidos.
Cómo funciona
Con la crisis Perry y sus socios buscaron el modo de ayudar a alguna industria con sus conocimientos, y así pensaron en reemplazar los estudios de filmación en cierta medida.
Lo que necesitan son fotos de los actores, del estudio y algo de imágenes de vídeo. Una vez tienen eso, el actor no necesita moverse de casa. “Se filma a sí mismo en su hogar y eso es lo que anima al personaje que fue filmado en el escenario”, explicó.
Esto reduce los costes de manera muy significativa, permitiendo a las productoras y actores trabajar cuando no pueden salir de casa y continuar creando contenido. D-ID está en negociaciones que aún no puede revelar en el mundo del entretenimiento.
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