FORBES MÉXICO

• El presidente pidió que todos los mexicanos deben estar enterados del contenido de la denuncia del exdirector de Pemex

El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como “muy grave” la denuncia del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, que se filtró ayer en las redes sociales y que involucra a personajes como Carlos Salinas de Gortari, Ricardo Anaya y Luis Videgaray.

“Desde luego que ya tengo conocimiento de la denuncia que presuntamente presentó el señor Lozoya. Todo indica que es cierta, efectiva, que no es apócrifa, que es la denuncia que en efecto presentó a la Fiscalía. El documento es auténtico, porque ya han reaccionado muchos de los involucrados, a partir de lo que ahí se dice”, indicó el mandatario en conferencia de prensa realizada en Zacatecas.

López Obrador admitió que “no terminé de leer la denuncia, porque son 63 páginas y no quería tener pesadillas. Sí está escandalosa, mucho más fuerte (que una serie de televisión)”.

“Es una denuncia muy grave. Esto no significa que esto lo que se dice sea cierto. Falta que la autoridad, que la Fiscalía recabe todas las pruebas que ahí se ofrecen. Si el video que se conoció es que el que ya se habla en el documento, recibos de entrega de dinero. Tiene que llamarse a declarar a los involucrados, a los mencionados. La FGR tiene que hacer la investigación y Alejandro Gertz Manero (el fiscal general), espero que actúe con profesionalismo, rectitud y apego a la ley”.

Todos debemos estar informados sobre este tema, que no haya ocultamiento, que se sepa todo, que se conozca la verdad. Es importante el inicio de esta indagatoria. Sostengo mis planteamientos que son tres:

Todo el país, los mexicanos sepamos, porque antes no se sabían, todo quedaba arriba ¿Quién filtró el documento? Hay que indagarlo
Que se devuelva lo robado, porque estoy haciendo cuentas. Es mucho dinero el desfalco a la Hacienda pública. Nada más ese contrato de Etileno XXI se le entregó a Odebrecht gas metano.
Un posible juicio a los expresidentes debe ir a consulta ciudadana. En una democracia, el pueblo manda