Cartilla Amber, ¿qué hacer si se pierde mi hijo?

BB MUNDO

Tomarlo de la mano siempre y no quitarle los ojos de encima cuando estén en el parque o en cualquier otro lugar público y abierto, enseñarle a que no hable con extraños ni les acepte dulces o juguetes pero ¿qué más hacer? Esto es lo que debes saber sobre la Cartilla Amber.

¿Cuál es el propósito de la Cartilla Amber?

De acuerdo con el programa internacional Cartilla Amber, existen diversas recomendaciones para padres, tutores o cuidadores de personas menores de 18 años, a fin de evitar su rapto.

La Cartilla Amber es una serie de evidencias que deberás colocar en un sobre, folder o portafolio. Esa información te ayudará a actuar rápido ante el robo, rapto o secuestro de un menor. Esta tipo de cartilla contiene la siguiente información:

Acta de nacimiento u otra identificación del menor de edad
Fotografías del crío, cuando tiene menos de tres años deberás tomarlas cada dos meses, puesto que los bebés cambian mucho físicamente desde su nacimiento hasta que comienzas a ser preescolares.

Sus huellas dactilares. Usa un cojín de tinta que venden en las papelerías y coloca los dedos de tu hijo, no entintes mucho las yemas puesto que puede no distinguirse las huellas y no se verán correctamente. Las huellas no cambian, pero se sugiere tomarlas cada año, cuando los dedos de tus hijos vayan creciendo.

Anota allí teléfonos de emergencia, así como número de los amigos de tu hijo (cuando sea adolescente o joven universitario).
Coloca allí un puño de su cabello, un diente (cualquier “de leche”) y algunas uñas. El objeto es guardar ADN de tu pequeño.

También coloca papeles que indiquen su tipo de sangre, su altura, peso y talla. Estos tres últimos actualízalos constantemente.

También: Cartilla antirrobo de niños

Además te contar con tu Cartilla Amber, sigue estas indicaciones y compártelas con las personas que estén a cargo de tus hijos.

Ayuda a que tus hijos se aprendan su nombre completo, el tuyo y de su padre o abuelos. A medida que crezca ayúdale a recordar su domicilio, y si es posible un teléfono de emergencia que deberá decir (o llamar) en caso necesario. ¡Practiquen constantemente!
No permitas que personas desconocidas les tomen fotografías, ni siquiera los médicos, nanas o maestros. En realidad no sabes qué van a hacer con esas imágenes o si las quieran Es posible que también pierdan su dispositivo electrónico (como el celular o la tableta) y las imágenes caigan en manos equivocadas.

Práctica con ejemplos: ¿qué harías si una señora muy amable y y simpática te dice que quiere enseñarte su mascota que está en su automóvil? Cambia los ejemplos como: niño, señor, abuelito, grupo de niños te quiere regalar juguetes, gatitos, galletas, helados o cualquier cosa que le guste a tu hijo.

En caso de que se separen o se pierdan en un lugar público, previamente definan un lugar para encontrarse. Por ejemplo: “Hijo (a) ahora que estamos en el bosque y si no nos encontramos, te pierdes o me distraigo y no te veo, te veré en en la zona de comida”, “hija (o) si de pronto no me ves, por favor gritas mi nombre muy fuerte y te diriges a mostrador del restaurante/área de seguridad del balneario/ etcétera.

Es primordial que siempre sepas en dónde y con quién están tu hijo. Por ejemplo: si se queda en casa de sus abuelitos, es necesario saber quién más la visita: amigos, vecinos, otros familiares de los adultos mayores.
Nunca los dejes solos en el automóvil, ni un instante puesto que hay delincuentes que pueden robarse el auto con todo y los ocupantes. O bien, abrir el carro y llevarse a los niños en cuestión de segundos.

Si tus hijos son adolescentes y no puedes ir a la escuela por ellos, ponte de acuerdo con otros padres y madres para que les “echen un ojo” y regresen en grupo. Habla con la escuela también para que se vayan en transporte escolar ciertos días o que algún padre de confianza pueda recogerlo. El objetivo es que nunca esté solo.

Palabras comunes que usan los delincuentes

Además de tener en cuenta la Cartilla Amber, es indispensable que conozcas cómo trabajan los delincuentes. Con sus muñecos favoritos, enséñales que existen las mentiras, los engaños y los abusos. Por ejemplo, representa con sus juguetes que uno de ellos se roba a cierto personaje, que lo tienen “oculto”, lejos de su familia.

Explícale que no debe confiar en desconocidos que se acercan para pedirle o darle algo, pero también adviértele que algunas personas que sí son conocidas se pueden comportar mal.

“Los delincuentes son excelentes manipuladores, son los maestros del engaño, por eso debes siempre decirles a tus hijos que existen ciertas palabras que encienden una luz ‘roja’, puesto que son las que usan los ‘malos’”, explica el asesor de seguridad, Kaari Bakari, de Stratus Security Management, empresa internacional con alta experiencia en planificación y gestión de seguridad, así como investigaciones de personas desaparecidas y gestión de crisis.

Entre las palabras clave que usan los delincuentes están:

Secreto. Esta palabra siempre la usan los delincuentes para que el menor permanezca callado o tenga miedo de decir la verdad. También puede decir: “no le digas a nadie”, “si lo comentas nadie te creerá”, “solo tú y yo lo sabemos”.

Mentirosa (o). Esta palabra la usan los delincuentes para desacreditar lo dicho por el niño (a) o adolescente. “Eso que dices es una mentira y nunca nadie te creerá” “ninguno confía en niños mentirosos”, “esa mentira solo vive en tu cabeza, no es verdad lo que mencionas.”

No te quieren. Esta frase también es de común escucharla entre los delincuentes y se la dicen a los niños para decirles que sus padres los regalaron porque ya no los quieren, ya no los necesitan o ya no les importan. “Tus padres te vendieron porque no te quieren más” “tu mamá te regaló conmigo porque te portas mal y ella no te quiere así”.

Eres especial. “Tú eres una niña (o) tan especial e increíble que debes vivir conmigo, lejos de tu familia”, “los niños especiales nunca están con sus verdaderos padres”, “los pequeños especiales son únicos y deben vivir con otros papás, porque los tuyos están ocupados haciendo hijos especiales para el mundo” son algunas de las frases que los delincuentes usan para engañar y manipular a los pequeños.

El robo puede ser “temporal”

Los niños puede ser secuestrados para realizar trabajos forzados o sexuales, y cuando los rescatan necesitan diversas terapias de recuperación y rehabilitación, puesto que tienen mucho daño encima.

“En México no se tienen cifras precisas de cuántos niños están sustraídos o desaparecidos, pero en Estados Unidos se llevan más 424 mil casos de niños no localizados”, advierte Bakari.

¿Qué hacer cuando tu hijo sea robado o está desaparecido? lo primero que debes hacer es llamar al teléfono 01 800 00 854 00 o a www.alertaamber.gob.mx alertaamber@prg.gob.mx @AAMBER_mx

A ti ¿no te pasará?

Todos pensamos que nunca seremos víctimas de un delito, pero recuerda que la delincuencia no repara a quién le hará daño. Por eso también es importante que no coloques en tus redes sociales información que puedan usar los maleantes.

Evita colocar información de tus hijos, de tu trabajo y de tus pertenencias (autos, casas, viajes o negocios).

“Entre menos información compartas, mucho mejor para tus hijos y tu familia. Recuerda que la seguridad la hacemos todos”, concluye el entrevistado.

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