Staff/BMR
Jóvenes acuden a lugares sin comprobar permisos sanitarios.
Alergias, infecciones, contagios de hepatitis y VIH, algunos de los riesgos.
René R. Coca.
Tapachula, Chis; JUL. 03 (interMEDIOS).- Luego de que en los últimos años la moda de tatuarse se ha incrementado notablemente en la población juvenil y hasta en los adultos, las autoridades de salud han advertido no solo sobre los riesgos sanitarios y de impacto en el organismo, sino de lugares que realizan los tatuajes sin los permisos correspondientes y con materiales y herramientas nocivas, que aunado a la inexperiencia de los tatuadores han ocasionado graves problemas a sus clientes.
Irma Irene, es una joven tapachulteca de 17 años que actualmente tiene tratamientos médicos y restricciones de lo que pudiera ser su vida cotidiana, debido a que acudió a un tianguis a realizarse un tatuaje de menores dimensiones en su muñeca; sin embargo, la preparatoriana se enfrentó a una serie de problemas de salud a tan solo unas horas de haberse practicado la pigmentación definitiva en su extremidad. “Me empezó a salir salpullido y a hincharse mi muñeca, además de una serie de mareos y otras cosas que sentí” expresó.
De acuerdo al expediente en el Centro de Salud de la Colonia Santa Clara, la joven tuvo una seria infección en la piel porque la persona que le realizó el tatuaje de una flor, seguramente utilizó alguna aguja sin la asepsia o especificaciones reglamentadas ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris); ya que a decir de Irma Irene, el tatuador fue un adolescente que a su vez se lo recomendó un compañero de escuela, quien “trabaja” en un local del tianguis a su prepa.
De acuerdo a información registrada en la Secretaría de Salud a nivel nacional, el 50 por ciento quienes se tatúan, sufren infecciones por el uso de materiales, por tratarse mal la herida o exposición prolongada al sol; sin embargo, lo que más preocupa es que las agujas que se usan pueden ser portadoras de enfermedades como Hepatitis B y C o VIH.
Cabe destacar que un tema menos importante pero que repercute en la salud de la persona que se tatúa, son los costos “económicos” de quien presta el servicio, pero al ser barato tiende a usar material corriente, de uso colectivo y que al mostrar impacto en la salud del individuo, puede salir mucho más caro por los medicamentos, consultas al especialista, o simplemente obtener enfermedades que conducen a la muerte, y que eso no es cuantificable.
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