Rossi A. G. 

· El Mtro. Luis Raúl González Pérez acude a la IBERO para la adhesión de esta Universidad a la Red Interinstitucional en Materia de Derechos Humanos

Educar es la mejor forma de prevenir las violaciones a los derechos humanos, consideró el maestro Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), durante la ceremonia de la firma del convenio de adhesión de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México a la ‘Red Interinstitucional en Materia de Derechos Humanos’.

El de la adhesión, fue “un gran día para la investigación en materia de derechos humanos”, pues la IBERO, junto con los integrantes de la Red (la CNDH y seis universidades autónomas estatales), asumió la responsabilidad de impartir el Doctorado Interinstitucional en Derechos Humanos, que se inscribe en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, de la Organización de las Naciones Unidas, con la que los países, entre ellos México, se comprometieron a alcanzar 17 objetivos, uno de ellos, la educación de calidad.

Añadió que las instituciones que integran la Red buscan con el Doctorado (que pertenece al Padrón de Programas Nacionales de Posgrado de Calidad del Conacyt), “no sólo reducir las brechas educativas, sino que por el sendero reflexivo contribuyamos a la promoción, garantía y respeto de los derechos humanos”, para ayudar a resolver los grandes problemas nacionales, uno de ellos precisamente la crisis en materia de derechos humanos que se tiene en México.

Asimismo, dijo que la Red Interinstitucional en Materia de Derechos Humanos también está comprometida con defender y fortalecer el derecho de cada universidad a decidir su rumbo institucional, ya que “la autonomía es la característica definitoria de la encomienda de las universidades”. Autonomía que igualmente defiende la CNDH, porque es un blindaje y una garantía institucional para el cumplimiento de su mandato, que es brindar una educación de calidad.

La IBERO, única universidad privada en la Red

El Mtro. González Pérez reconoció que desde su creación en 2016 y hasta antes de la adhesión de la IBERO la Red estaba conformada exclusivamente por universidades estatales, públicas y autónomas. Pero con la Iberoamericana se permitió la incorporación, por vez primera, de una Universidad privada, al tener esta institución jesuita un alto relieve académico e historia.

Con la adhesión de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México se abre una nueva época para esta Red, ya que “es fundamental que el sector público y el sector privado se unan bajo la perspectiva de compromisos y misiones comunes. (Y) es fundamental que trabajemos unidos para la construcción de un México más justo y más igualitario”.

“La Comisión Nacional, las universidades afiliadas, ahora la IBERO Ciudad de México, se sienten honradas. Y en nuestra voz, mantienen y acrecientan el compromiso con la sociedad mexicana, y continúan trabajando por la promoción, protección y defensa de los derechos humanos, garantizando la no discriminación, la transparencia, la rendición de cuentas, el pensamiento crítico y la formación de una ciudadanía más activa”.

El presidente de la Comisión no dejó pasar la oportunidad de felicitar y agradecer a los Rectores de las siete universidades aliadas por confiar y sumarse a esta Red, y a sus prestigiados académicos por adherirse a este esfuerzo de divulgación y estudio de los derechos humanos.

Abundó que la incorporación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México a la Red Interinstitucional en Materia de Derechos Humanos, además de contribuir a la formación de profesionales y tomadores de decisiones en el ámbito de los derechos humanos, también coadyuvará a la solución de los grandes problemas nacionales; algunos de ellos: la pobreza y la desigualdad, la violencia y la inseguridad, la corrupción y la impunidad, y la existencia de un Estado de Derecho débil.

“Es nuestro compromiso ahora, desde hace poco más de dos años, con las universidades, pero ahora (también) con la Iberoamericana, seguir trabajando de la mano. Y así seguiremos trabajando hasta que el respeto de la dignidad sea una cultura enraizada en la conciencia de todas y todos”.