Línea uno, línea dos, línea tres ¿y los permisionarios?

Mundo Rural

Hipólito Contreras

La cuarta ciudad del país, Puebla, tiene que mostrar desarrollo, planeación, orden, sustentabilidad, mejores servicios, buena movilidad, mejor transporte, debe de tener un mejor gobierno y una mejor sociedad y ser ejemplo a nivel nacional y mundial.

Mover a los más 3.5 millones de ciudadanos que habitan la Ciudad de Puebla y zona metropolitana, debe ser todo un reto para las autoridades, debe haber una política avanzada en el tema para responder a las necesidades, no hacerlo representa muchos problemas, graves problemas como la contaminación del medio ambiente, ruido en exceso, pérdida de tiempo y productividad por los grandes embotellamientos que se generan en una mala planeación del sistema de transporte.

Como sabemos, el sistema de transporte en Puebla capital ha estado basado en unidades grandes, medianas y pequeñas, distribuidas en rutas urbanas y suburbanas, las que prestan el servicio en todos los puntos, hasta los más lejanos.

Con defectos pero el sistema tradicional ha funcionado, los más de 3.5 millones de personas se mueven todos los días, la mayoría en transporte público y una minoría en transporte privado.

Por la gran cantidad de unidades, cerca de un millón o quizás más, se generan embotellamientos en determinadas horas del día lo que genera pérdidas de tiempo y contaminación.

En cuanto a tarifas del transporte, Puebla mantiene un precio bajo desde hace cerca de quince años, a lo mejor es el precio más bajo en todo el país, seis pesos, este es el único servicio con tarifa controlada, sin embargo, con el alza a la gasolina los transportistas exigen ya una revisión de tarifa.

La renovación del sistema de transporte en la capital empezó a hacerse desde la pasada administración estatal con la entrada de RUTA, Red Urbana de Transporte Articulado. Se trata de empresas privadas que recibieron concesiones para operar este nuevo sistema de transporte.

El sistema RUTA tiene novedades: carril confinado o especial, paraderos, unidades de alta capacidad que usan gas como combustible, como los articulados que transportan hasta 160 pasajeros, uso de tarjeta como forma de pago.

El nuevo sistema de transporte que a la fecha lleva dos líneas, y una tercera que se inaugurará en los próximos días, pretende dar un giro importante en este servicio, sin embargo, la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, entre otras ciudades, tienen un mejor sistema.

Sin embargo, debe reconocerse que el sistema RUTA es bueno porque contempla recorridos largos, aunque menores a los del sistema tradicional, como hay carril especial el tiempo de traslado se acorta, se evitan los embotellamientos, el nuevo transporte sólo se detiene cuando las calles que cruza están saturadas.

Una desventaja en este sistema de transporte es que la tarifa es más alta, 7.50 pesos, 30 por ciento más que el transporte convencional, lo que representa un daño a la economía de la población, otra desventaja es que los usuarios tienen que trasbordar cuando van lejos de sus domicilios, como por ejemplo de las colonias del sur a la Central de Abastos, tienen que bajarse hasta donde llega RUTA y tomar otra unidad, lo que representa perdida de tiempo y dinero.

El sistema RUTA para que fuera mejor debería tener rutas largas para evitar que los usuarios trasborden, por ejemplo el sistema tradicional daba servicio de Balcones del sur a la Central de Abastos, con sólo dos pasajes la gente llegaba a hacer sus compras y regresaba, hoy este recorrido se complica y es más caro.

Otro problema de RUTA es que se trata de nuevas empresas que recibieron la concesión, se hizo a un lado a los transportistas o permisionarios, con las líneas uno y dos de RUTA se perdieron cientos de empleos directos e indirectos, mucha gente, muchas familias, dependían del transporte.

Con la entrada de la línea tres de RUTA se seguirán perdiendo cientos de empleos porque el servicio lo otorgará otra empresa particular, los transportistas y concesionarios nuevamente son hechos un lado, aunque digan que se convertirán en alimentadores de RUTA, para ellos ya no será lo mismo.

¿ Por qué no en la línea uno, dos y tres son operadas por los mismos transportistas o permisionarios? Sólo se hubiera cambiado el sistema de transporte, pero los transportistas serían los mismos, no se habrían perdido empleos, habría sido muestra de un buen gobierno que protege los empleos.

¿ Por qué no se le dijo a los transportistas: señores, sólo vamos a modernizar el sistema de transporte para hacerlo más eficiente, pero ustedes lo seguirán proporcionando, el gobierno les brindará todo el apoyo para adquirir las unidades que se necesitan?

También el gobierno al crear un nuevo sistema de transportes debió conservar la misma tarifa porque subirla daña a la economía de la población, se ve muy mal que el gobierno se autorice a sí mismo un incremento de tarifa en RUTA y niegue a los permisionarios un incremento.

Esto hubiera hecho un buen gobierno, apoyar a los transportistas y a los ciudadanos, beneficiar a grandes empresas para hacerse cargo del nuevo sistema de transporte no es lo justo ni legal, representa beneficiar a grupos de empresarios y dañar a cientos o miles de transportistas.

Los buenos gobiernos crean empleo, mantienen los que ya están, y lo que se hizo con RUTA fue desplazar a los transportistas, quitar el empleo a cientos de trabajadores.

Mejorar el transporte, modernizarlo, hacerlo más eficiente, está muy bien, pero deben ser los mismos transportistas los que se encarguen de esto, desplazarlos no es una buena acción de gobierno.

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