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En México, ser aval de un mal pagador es una de los principales causas que las personas argumentan para están boletinadas en Buró de Crédito. Según un sondeo realizado por Coru.com y Brad Engagment, las principales razones por las que las personas no pagan los adeudos registrados en su historial crediticio son: estar en proceso de llegar a un acuerdo para negociar la deuda (32%), no tener trabajo (17.5%) y la deuda es por ser aval de otra persona (16%), además de que no es una deuda propia (11%), se prestó la tarjeta de crédito a otra persona (10.5%) y otras razones (7%).
“Cuando aceptas ser aval te conviertes en deudor solidario; es decir que el adeudo también es tuyo y en caso de impago será tu responsabilidad saldar los pagos pendientes, más los intereses acumulados”, advierte Sebastián Medrano, director de Coru.com.
“A veces es casi imposible decir que no cuando alguien te pide ser su aval, pero aceptar implica una responsabilidad a largo plazo, que después es mucho más difícil revocar aunque a veces existen alternativas para traspasar el aval. Recuerda que en un crédito, la deuda es tanto de quien solicitó el dinero, como de quien lo avala”, añade.
A fin de orientar a las personas que quieren deslindarse del compromiso financiero de ser aval, la plataforma de servicios financieros Coru.com emite las siguientes algunas recomendaciones.
¿Qué obligaciones tiene un aval y para qué es necesario?
Al pedir un crédito, la entidad otorgante realiza un estudio o análisis de riesgo del solicitante para verificar que tiene capacidad de pagar el monto prestado y cumplir el contrato. Es derecho del prestamista pedir alguna garantía para aprobar el crédito, aquí es donde entra la figura del aval.
Legalmente, un aval es una persona física o moral, que asegura que la deuda será saldada, específicamente en el caso de las fianzas o avales solidarios. Eso quiere decir que si la persona o empresa que contrajo la deuda no paga, la institución que dió el préstamo tiene el derecho de exigir al aval que cubra la deuda e incuso puede ejecutar acción legal contra éste.
¿Hay préstamos sin aval?
No todas las deudas requieren necesariamente un aval. Esta figura legal existe para títulos de crédito, lo que incluye a los pagarés y las letras de cambio. En algunos casos se confunde con otras figuras legales diferentes, como la de fiador, que aplica a contratos de arrendamiento. La institución prestamista define las condiciones bajo las que se desarrollará la función de aval; pero por lo general si se detecta insuficiencia económica o falta de patrimonio como garantía sobre el crédito, procede a solicitarlo.
Ya no quiero ser aval, ¿qué hacer?
Aunque existen algunas alternativas para deslindarse de esta responsabilidad, no es un proceso sencillo.
El contrato que regula el préstamo establece las condiciones de la deuda. Si bien existe la posibilidad de renunciar a aparecer como aval, la institución que otorgó el préstamo o crédito es la única figura la encargada de autorizar este cambio.
● Cuando alguien quiere dejar de ser aval, lo primero es revisar las condiciones establecidas en el contrato.
● Si no especifica una cláusula al respecto, presenta tu petición al prestamista, aunque existe el riesgo de que la solicitud sea rechazada. Por lo general se pide una nulidad por abusiva de la cláusula de aval, ya sea alegando que los avales no fueron debidamente informados o que se declaran insolventes ante la entidad financiera.
● Para que el aval registrado sea removido de sus obligaciones debe conseguirse, en tal caso, un aval sustituto. Esto no es fácil, y primero debe informarse a la institución y a la persona que solicitó el crédito. Si todas las partes aceptan de buena fe, deberán buscar a quien cubra el rol.
● En tal caso, el aval original puede proponer a su sucesor, y se revisará el historial de pagos del deudor y los antecedentes crediticios del nuevo candidato a ser aval. Si todos los involucrados aceptan, deberán hacer una carta con esta solicitud y firmar un nuevo contrato. La posibilidad de que esto ocurra es mínima, pues la decisión final la toma la empresa que otorga el crédito.
¿Me pueden embargar por ser aval?
Cabe la posibilidad. La deuda debe pagarse y el prestamista tiene el derecho de solicitar el dinero de vuelta, ya sea a quien lo recibió o a quien aceptó apoyarlo legalmente. La ley ampara el pago de la deuda e incluso puede llegarse a un embargo en contra del aval, en caso de que éste carezca de recursos para enfrentar sus obligaciones se procede a retener sus bienes.
Una vez que la deuda ha sido liquidada, la persona que fungió como aval puede tomar acciones legales contra el deudor, sin embargo, implica un proceso legal adiciona sin garantía de recibir el pago correspondiente.
Otra consecuencia negativa en caso de impago por parte del deudor y el aval, es que ese atraso se reporta a para ambos ante el Buró de Crédito con una mala nota ante otras entidades financieras.
Recomendaciones si te piden ser aval
● Negarse desde el principio si no tienes la seguridad de cómo es el comportamiento del endeudado.
● Si aceptas, no perder de vista al deudor, y preguntar en todo momento cómo va con sus pagos e intereses incluídos.
● Como aval, tienes derecho a pedir un comprobante de cada pago que tu avalado haya abonado a la deuda.