El amor está en el aire

Hector A. Gil Müller

Cantaba John Paul Young en 1977; love is in the air… everywhere I look around… Y llegaba hondo en una generación que recién vivía los ecos del “amor y paz” que expresaba el anhelo de quienes habían visto los estragos de las guerra en sus inicios. El amor como las emociones se han vuelto parte medular del desarrollo social, individual y personal. Pasamos la vida preparando o reparando asuntos del amor. Buscamos sentirnos amados, aunque en ocasiones el sentirnos admirados falsamente pretende suplir el sentirnos amados.

Confundimos la admiración y enviciados caemos en pensar que la esencia está en lo que hacemos y no en lo que somos.

El 14 de febrero se celebra a San Valentín de Roma y su fecha laica el día del amor y de la amistad para, en los orígenes romanos, buscar suplir las lupercalias; una fiesta romana centrada en el amor y la fertilidad. Había rituales en los que se usaban unas cintas de tela remojadas en damiana y se colaban en el vientre de las mujeres aumentando así su fertilidad. Esas cintas se llamaban februas, de ahí el nombre del mes.

En la política también ha aparecido el amor como un elemento en la ecuación, las alianzas que se sellaban con matrimonios, los contubernios que se fraguaban en la intimidad, el apoyo que se estimaba en quienes apoyaban a los tomadores, por aquello de: “atrás de un gran hombre hay una gran mujer” y que ahora con creces se ha invertido. La política que es el arte de seducir, según decían los estoicos, implica esa emotividad quien se hace el poder también resulta el deseable de la tribu. Algunos han caído por culpa del amor, como Clinton y su desliz o Santa Anna quien fue capturado aprovechando la atracción de “black rose of Texas”, una mulata escultural que sedujo al mandatario.

En México existen 100.6 millones de personas mayores de 15 años, de ellos el 36.9% son casadas: 33.1% son solteras y 17.8%: viven en unión libre. El 12.2% de la población estuvo en una relación previa (viudez, divorcio o separación). Los mexicanos entre 15 y 29 años, el 72.7% están solteros y en los adultos de 30 a 59 años predominan las personas casadas con un 48.5%, 22.5 % en unión libre.

Solamente el 17.9% de ese sector de la población está soltero.

Actualmente la edad promedio para contraer matrimonio en México son 34.1 años en los hombres y 31.2 años en las mujeres. Por cierto, entre los matrimonios heterosexuales el hombre en un 65.2% de los casos tenia más edad que la mujer, y en el 11.4 tenían la misma edad. Para casos prácticos el amor se encierra en un contrato legal que hemos llamado matrimonio y que también acaba. En México en 2022 se registraron 166,766 divorcios y el promedio de duración del matrimonio es de 17.7 años. En los últimos años ha sido creciente el aumento de divorcios, México ha pasado de 15.1 divorcios por cada 100 matrimonios en el 2010 a 32.9 divorcios por cada 100 matrimonios en el 2022. Con el tiempo aprende uno que el amor no es intensidad, es profundidad, no es admiración es identificación y no es un día, es una vida. Feliz febrero.

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