AMLO celebra 5 años de triunfo electoral entre la sucesión y finalizar sus obras

 

A 15 meses de concluir su administración, al presidente le ocupan dos asuntos: la continuidad y concluir proyectos. Hoy tendrá una celebración en el Zócalo, a la que están invitadas las corcholatas

Expansión

A cinco años de su victoria en las urnas, el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la mirada puesta en dos asuntos: el proceso de sucesión de presidencial y en concluir los proyectos que aún tiene pendientes, entre ellos obras como el Tren Maya, cambios a la Constitución y alcanzar promesas como un sistema de salud universal.

Este 1 de julio se cumplen cinco años de aquel triunfo electoral de López Obrador, quien –después de tres intentos consecutivos– ganó la Presidencia. Para conmemorar esa victoria, el mandatario federal ha invitado a los mexicanos a congregarse en el Zócalo de la Ciudad de México a las 17:00 horas.

En esa plaza que ha llenado múltiples veces, el presidente resaltará lo que asegura ha avanzado el país bajo la llamada Cuarta Transformación, abordará los pendientes y sin duda de la continuidad con cambio y el pase de estafeta, pues a partir de este sábado, a López Obrador le quedan 15 meses de gobierno, ya que su sexenio no concluirá el 1 de diciembre sino el 1 de octubre.

Politólogos consultados por Expansión Política consideran que la sucesión presidencial es la principal ocupación para López Obrador. ¿El motivo? El presidente no solo quiere que su partido gane la continuidad en el Poder Ejecutivo, sino va por el llamado “carro completo”, que se traduce en mayoría calificada en el Congreso, y de paso que su movimiento sume más gubernaturas.

“Lo que él quiere en realidad es fortalecer la presencia de Morena como partido hegemónico del sistema político mexicano… López Obrador va a seguir metido en la campaña electoral de una u otra manera”, advierte Salvador Mora, politólogo y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El presidente pidió licencia a Morena para no involucrarse en asuntos partidistas desde los primeros meses de su gobierno, sin embargo, en la sucesión presidencial se ha involucrado. Desde hace meses propuso que el candidato del movimiento fuera electo mediante una encuesta y hace unas semanas delineó la ruta y tiempos al partido.

El propio mandatario ha asegurado que, a partir del 6 de septiembre próximo, cederá la batuta y directriz del movimiento a quien sea nombrado coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación de entre Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco o Gerardo Fernández Noroña.

“Yo en septiembre que den a conocer quién gana la encuesta para ser coordinador, coordinadora del movimiento de transformación, pues ya hay una dirigenta, hay dirigente y él tiene ya la batuta para encabezar todo. Yo tomé tiempo, mi tiempo libre, el lunes, hace como siete días, sí, y platiqué y di mi punto de vista sobre el tema, pero ya”, dijo el pasado 13 de junio .

 

Un asunto que ocupa al mandatario federal es la unidad en el movimiento. Una ruptura o desencuentros entre “corcholatas” si bien no daría la victoria a la oposición, podría afectar la legitimidad del proceso mediante el cual se elegirá a su posible sucesor, lo cual ha intentado de evitar.

“Morena como marca política es la marca más sólida que hay en el país y pues bueno es por eso que hoy tanto interés genera la carrera de las ‘corcholatas’. Ganar la contienda interna de Morena, te coloca como en la Fórmula Uno, en la pole position, que es arrancar en la primera posición en el proceso del próximo año”, sostiene Patricio Morelos, analista político y fundador de Poligrama.

 

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