Staff/RG
* El director de “Salvando al soldado Pérez” y egresado de la UAG impartió un curso de cine en la UAG basado en sus vivencias detrás de la cámara
La diferencia entre aquellos que lo logran y los que no, los que alcanzarán sus metas, a veces depende de “tener hambre”, expresó el egresado de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Lic. Alberto Gómez Ortiz, conocido como Beto Gómez, Director de más 10 filmes como “El agujero”, “El sueño del caimán”, “Puños rosas” y “Salvando al soldado Pérez”, entre otros.
El egresado impartió el taller de Especialización Cinematográfica en el Centro de Producción Audiovisual de la UAG, en el que enseñó temas como dirección, guionismo, relación con actores, fotografía y más sobre cine.
Con más de 25 años en la industria, el taller que impartió tuvo una duración de 16 horas, dividas en 4 días, y fue organizado por Gangsters Films.
“Compartí mi experiencia y lo que deseo es que los participantes del taller encuentren su lugar, su forma, las herramientas para que puedan ganar nuevas ideas o métodos de hacer las cosas, yo también tener una experiencia diferente, conocer lo viejo, lo nuevo y cambiar”, dijo.
El cineasta se reconoce como alguien abierto, que le gusta experimentar casi todos los géneros de la industria y contar historias, con personajes, los que tengan que ser, pero se ha enfocado en el melodrama.
“En el humor puede surgir una reflexión de vida o algo que te deje huella, es ahí donde he encontrado un sello distintivo, tomo en serio mis historias, por excéntricos que puedan ser mis personajes”, explicó.
Para él, el punto central de una película es ser fiel a ti mismo, no hay una fórmula, más que ser honesto, hacer lo tuyo, no agradarles a todos.
“Sé honesto en lo que deseas hacer, aprende en adaptarte y haz lo que puedas de la mejor manera. Haz caso a todos los miembros del equipo, el cine es un trabajo en equipo, todos los relacionados con la producción son importantes, dales confianza, entiende que debes involucrarlos de manera adecuada”, argumentó.
El cine nunca ha sido fácil, apuntó, si fuera fácil cualquiera lo haría, a la hora de la verdad desde un principio es difícil, “el dinero es el menor de los problemas al hacer una película, porque en ese caso todos los estudiantes con dinero harían películas, se trata de encontrar aliados que te ayuden a llegar lejos”.
Aquellos que desean dedicarse a cualquier profesión, vocación, actividad de la vida, comprendan primero es que necesitan talento para ello y, segundo, en el caso del cine, tengan hambre; que realmente luchen contra mar y tierra para contar una historia y eso permitirá llegar a donde deseas estar.
“Al final, si tienes algo que contar, llegará a la gente adecuada. Uno madura, crece, aprende y si puede mejora, confía en ti, prepárate, practica, aprende”, afirmó.
Una mirada a la UAG
Originario de Culiacán, Sinaloa, el egresado dijo sentirse emocionado al estar de vuelta en la UAG. Se consideró un estudiante que nunca llamó la atención; sin embargo, siempre aprendió y observó en silencio. Relató que tuvo buenos maestros y la misma le dio una rutina que lo preparó para enfrentarse a la vida y alcanzar lo que deseaba lograr.
Su padre, un agrónomo de Sinaloa, le inculcó la importancia de ser feliz, “ya la vida se encargaría del resto”.
“Hacer cine sonaba distante, estar en la UAG me dio las herramientas para entender que no sería fácil, que habría mucha competencia, pero eso me emocionó”, comentó Beto Gómez.
Luego de cursar la carrera de Ciencias de la Comunicación en la UAG, estudió cine en Vancouver International Film School, Canadá, y durante un año trabajó como productor y director de spots publicitarios en la productora Cinevideo, en Guadalajara, Jalisco (1994–1995).
También se dedicó a hacer diversas actividades y viajó por mucho tiempo; por último, recomendó empezar con ingenuidad, como él, con una cámara y sus amigos.
A sus 54 años le emociona trabajar y no quiere alejarse del cine y es que su filosofía de vida es “cuando te está yendo muy mal, algo bueno te va a pasar”.
Su director favorito es Martin Scorsese, pero también le gustan los cineastas del Cine de Oro Mexicano y películas de la época como “El Ceniciento”, “La Oveja Negra” y “Los Olvidados”.