Ómicron, la variante de COVID-19, puede provocar pérdida auditiva definitiva

Staff/RG

  • MED-EL: Otosclerosis y el síndrome de Usher, entre las enfermedades que impactan de manera negativa en la audición.
  • El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) reportó que de los pacientes que fueron valorados, el 3.8 por ciento presentaron daño auditivo relacionado con COVID-19, durante el primer año de la pandemia.
  • Los primeros síntomas que indican pérdida auditiva son mareos, vértigo, dolor y zumbido en los oídos.

Ciudad de México, 10 de agosto de 2022.- Existen diferentes causas que provocan la pérdida auditiva en cualquier etapa de la vida, las que se desarrollan en el oído medio son las más delicadas, porque los daños severos en esta parte del órgano son irreversibles.

MED-EL, líder en soluciones médicas auditivas, explica que enfermedades como la otitis media, la otitis media supurativa, la otosclerosis, el síndrome de Usher y, recientemente, el SARS-CoV-2, si no son atendidas a tiempo pueden provocar pérdida auditiva permanente.

La otitis se refiere a la inflamación que se genera en el oído medio, derivada de una infección en las trompas de Eustaquio (enlace que conecta a la garganta con el oído medio). La función principal de este conducto es generar presión para que el oído interno esté en equilibrio con el externo, además de ser el encargado de drenar el líquido que se produce en el oído interno.

Cuando la persona es víctima de un resfriado, alergia, o bien tiene una malformación en la o las trompas, el líquido se va a acumulando detrás del tímpano y va formando el espacio necesario para que tanto virus como bacterias puedan desarrollarse en él.

Tal es el caso del SARS-CoV-2, específicamente en su variante Ómicron, pues en estudios recientes se ha demostrado que este virus sí ha logrado albergarse en este espacio, imposibilitando al conducto a que pueda ejercer la presión de aire necesaria para completar su proceso satisfactoriamente.

Según MED-EL, los síntomas que se presentan tanto en la otitis media, como en la supurativa son muy similares, en ambos hay presencia de fiebre, dolor de oídos y pérdida de la audición. Lo que las diferencía es que en la supurativa se manifiesta una sensación de obstrucción en las trompas, mientras que con el Ómicron sí se genera en este canal un bloqueo severo, que además altera el desempeño de los cilios que son los que dan movilidad a las células que se encuentran alojadas en este órgano.

En la primera fase de la pandemia, El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) reportó que de los 967 pacientes que fueron valorados, 37 presentaron daño auditivo relacionado con COVID-19. Las afectaciones por este virus, que muchas veces se le ha confundido con la otitis, cuya manifestación se hace presente, en el 80 por ciento de los casos, en los niños antes de cumplir los tres años de edad, también puede presentarse en adultos ocasionándoles lesiones irreversibles.

El tinnitus o acúfero es lo que comúnmente se conoce como zumbido en los oídos y puede ser suave, fuerte, agudo o bajo, se presenta en uno o ambos oídos. No ha sigo diagnosticado como una enfermedad, pero si del resultado de otros problemas de salud tales como infecciones, enfermedades del corazón y vasos sanguíneos, tumores cerebrales, por mencionar los más frecuentes.

El tinnitus también está asociado con la enfermedad de Méniére, que es una anomalía interna que produce vértigo, silbido de oído y pérdida auditiva, casi siempre en un solo oído. Es más probable que ocurra entre los 40 a 60 años de edad, pero puede pasar a cualquier edad. El Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés) calcula que hay unas 615,000 personas diagnosticadas con la enfermedad y que cada año se diagnostican 45,500 nuevos casos.

Esta enfermedad es generada por una fuerte acumulación de líquido endolinfático en el laberinto provocando desajustes en las señales de equilibrio y audición que van del oído interno al cerebro.

Otra problemática que se genera al interior de oído es la otosclerosis o crecimiento anormal óseo, es decir que, en vez de tener un hueso, se tiene una especie de esponja. La Secretaría de Salud reporta que de 0.3 a 0.4 por ciento de la población, de entre los 15 a 45 años, presentan esta condición que solamente se puede recuperar con cirugía.

Las células ciliadas también presentan desarrollos anormales, que es lo que se conoce como el Síndrome de Usher y que hoy en día se cree que esta enfermedad es la que afecta del 3 al 6 por ciento de todos los niños con discapacidad auditiva.

Para este tipo de traumatismo, que generan esta diversidad de afecciones al interior del oído, MED-EL recomienda que de presentarse alguno de los síntomas que se han mencionado, será necesario consultar un especialista quien realizará el diagnóstico pertinente e indicará al procedimiento adecuado para mejorar la calidad de vida del paciente.

“La intención es que los pacientes acudan con un especialista para que reciban una orientación. En la actualidad existen diferentes tipos de dispositivos o implantes cocleares que solucionan muchas de estas enfermedades, pueden recuperar su adición y mejorar su calidad de vida.”, señaló la Dra. Jimena Atuan, representante clínico de MED-EL.

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