Miembros del Consejo de Seguridad piden garantizar la integridad de las instalaciones nucleares en Ucrania

PRNewswire

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió este viernes en una sesión de emergencia solicitada por el Reino Unido luego del incendio en un edificio de la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia, que si bien fue extinguido y no dañó los reactores ni aumentó los niveles de radiación, generó enorme alarma internacional.

Ucrania afirmó que el incendio se produjo entrada la noche del jueves cuando las fuerzas rusas atacaron la central; sin embargo, Rusia sostuvo que el proyectil que provocó la deflagración fue disparado por nacionalistas ucranianos.

La central opera normalmente

El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó al Consejo que ha confirmado que los sistemas de los seis reactores de la planta no fueron afectados y que no hubo ninguna emisión de material radiactivo.

“Los sistemas de monitoreo de radiación en el sitio son completamente funcionales”, dijo Rafael Mariano Grossi en su alocución desde un avión que lo transportaba de Viena a Teherán en un viaje de trabajo.

Grossi aclaró que el edificio incendiado no es el mismo en el que se encuentran los reactores nucleares, que la planta opera normalmente y que los monitores de radiación funcionan dentro de sus parámetros.

“Pero, desde luego, no hay nada de normal en la situación, que es muy tensa”, dijo Grossi.

El alto riesgo que supone un ataque, accidente o falta de cálculo en alguna de las 37 instalaciones con 15 reactores nucleares que hay en Ucrania tiene proporciones catastróficas.

Por ello, Grossi anunció que ha planteado tanto a Ucrania como a Rusia su disposición a viajar a Chernobyl a la brevedad posible para reunirse con sendas delegaciones a conversar sobre la seguridad de las centrales nucleares que se encuentran en territorio ucraniano.

“La misión sería exclusivamente para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares de daños o accidentes”, precisó Grossi, solicitando el respaldo del Consejo a su trabajo para proteger esa infraestructura.

El director general señaló que mantiene contacto constante con la agencia nuclear ucraniana desde el inicio del conflicto y que fue informado de que las fuerzas rusas tienen el control del complejo de Zaporiyia.

Enfrentamientos irresponsables

La secretaria general de la ONU para Asuntos Políticos y Construcción de la Paz, presente en la sesión, manifestó gran preocupación por la escalada de violencia en Ucrania, especialmente por los combates en las inmediaciones de la planta de energía nuclear de Zaporiyia.

“Las operaciones militares alrededor de los sitios nucleares y otras infraestructuras civiles críticas no sólo son inaceptables, sino altamente irresponsables”, enfatizó Rosemary DiCarlo.

En alusión al desastre de Chernobyl en 1986, la alta funcionaria recordó que Ucrania conoce muy bien la devastación que puede causar un accidente nuclear.

“Un ejemplo perdurable de por qué es vital garantizar que todas las plantas de energía nuclear tengan los más altos estándares de seguridad y protección”, recalcó.

Subrayó que los ataques a las instalaciones de energía nuclear contravienen el derecho internacional humanitario, concretamente el artículo 56 del Protocolo Adicional a la Convención de Ginebra, que establece que las obras o instalaciones que contengan fuerzas peligrosas, a saber, presas, diques y centrales nucleares eléctricas, no serán objeto de ataque, aun cuando sean objetivos militares.

En este sentido, aseveró que es fundamental que todas las partes trabajen con el OIEA para establecer un marco adecuado que garantice el funcionamiento seguro, protegido y fiable de las centrales nucleares de Ucrania.

“Se debe otorgar un paso urgente y seguro al personal del OIEA en caso de que necesite viajar a Ucrania para trabajar con los reguladores”, recalcó DiCarlo.

Por otra parte, se refirió con beneplácito al acuerdo alcanzado en la segunda ronda de conversaciones entre Ucrania y Rusia, celebrada ayer en Bielorrusia, para establecer corredores humanitarios que permitan el tránsito seguro de los civiles y la entrega de ayuda humanitaria.

DiCarlo confió en que la disposición se implemente de inmediato y en que se declare un alto el fuego incondicional.

“Instamos a las partes a continuar las negociaciones y lograr avances urgentes en cuestiones de seguridad, humanitarias y de otro tipo”, puntualizó la responsable de Asuntos Políticos.

No debe volver a pasar

La embajadora ante la ONU del Reino Unido, el país que promovió la reunión del Consejo, responsabilizó al ejército ruso de atacar la central y causar el incendio.

“Se trata de la primera vez que un Estado ataca una instalación nuclear en clara violación del derecho internacional y de las Convenciones de Ginebra”, apuntó Barbara Woodward.

La diplomática resaltó que las leyes internacionales ordenan la protección de las centrales atómicas y llamó a evitar a toda costa ese tipo de incidentes.

“No debe ocurrir de nuevo, aún durante la invasión ilegal, Rusia debe garantizar la seguridad de las plantas nucleares”, demandó.

En consonancia con Woodward, la representante permanente de Estados Unidos culpó a Rusia del ataque, calificándolo como enormemente “atrevido y peligroso” porque puso en riesgo a la población civil ucraniana, rusa y de otras naciones.

“Este Consejo debe escuchar que Rusia asegure que no volverá a pasar. (…) Las instalaciones nucleares no pueden ser parte del conflicto”, acotó Linda Thomas-Greenfield.

Son denuncias absurdas ¿para qué haríamos algo así?

El embajador ruso rechazó enérgicamente las acusaciones del ataque a la planta nuclear de Zaporiyia por las fuerzas de su país, arguyendo que se trata de una campaña de desinformación, propaganda y denuncias absurdas.

“Les pido que piensen ¿para qué haríamos algo así? Padecimos la tragedia de Chernobyl. Tenemos interés en mantener la seguridad nuclear y los niveles normales de radiación, somos vecinos, nos interesa que sea seguro”, puntualizó Vassily Nebenzia.

Explicó que la central de Zaporiyia y los territorios adyacentes fueron ocupados por las fuerzas rusas desde febrero, de acuerdo con autoridades de la planta, para garantizar la seguridad de la instalación e impedir que las fuerzas terroristas atenten contra ella.

Después de resaltar que el edificio incendiado no es contiguo a la planta nuclear, Nebenzia afirmó que un grupo de saboteadores ucranianos atacó a una patrulla rusa, abriendo fuego contra las ventanas del edificio en cuestión, provocando la ignición. Añadió que la patrulla respondió con disparos, que los bomberos extinguieron el incendio y que nadie resultó herido.

Para concluir, el embajador reiteró que el verdadero peligro para la población civil son los nacionalistas ucranianos, no las fuerzas rusas.

Peor que Chernobyl y Fukushima

“Un accidente nuclear en Zaporiyia sería más desastroso que el de Chernobyl y Fukushima”, advirtió por su parte el embajador de Ucrania, país que no forma parte del Consejo pero acudió a la sesión por ser el incumbente.

Sergiy Kyslytsya acusó a Rusia del incidente, argumentando que se trató de un acto de terrorismo nuclear que dejó a varios trabajadores de la central muertos y que muestra que el ataque ruso no sólo es contra Ucrania.

“Es Europa, es el mundo entero, es la humanidad”, dijo.

Kyslytsya detalló que sería muy peligroso que se interrumpiera el proceso de enfriamiento del combustible de la planta, como ocurrió en Chernobyl, y pidió a los miembros del Consejo de Seguridad que garanticen la protección de esas instalaciones.

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