En México, solo 30% ha platicado seriamente con su familia de su postura sobre la donación de sus órganos en caso de morir: COP UNITEC

Staff/Rossi

  • En el contexto de la conmemoración del Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, 47% cree que es posible pagar para obtener un trasplante de órganos más rápido.
  • 72% dice que estaría dispuesto a donar.
  •  55% piensa que es poco probable que en este país, una persona reciba un trasplante en menos de un año.

Ciudad de México, 22 de septiembre de 2021.- Hoy día, mientras que más de 23 mil personas en México están a la espera de un órgano que puede sanarlos o salvar su vida, la opinión mayoritaria (76%) estima que en nuestro país no existe conciencia sobre la importancia que tiene esta práctica y que los mexicanos no son solidarios (71%) para decidir sumarse a la donación de órganos, al término de su vida.

Lo anterior, de acuerdo con el estudio Opiniones y conductas en torno a la donación de sangre y órganos en México realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad Tecnológica de México en el contexto de la conmemoración del Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos (26 de septiembre).

Decisiones de donación y familia

¿Alguna vez nos hemos planteado si queremos donar nuestros órganos al morir? 83% de los participantes en este estudio indica que sí, mientras que 17% nunca lo había pensado. ¿Y qué tan dispuestos estamos a ceder nuestros órganos a otro ser humano? 72% dice que lo estaría, 7% afirma que no y 21% aún no lo sabe. Entre las razones que argumentan aquellos que no están dispuestos a donar sus órganos al morir, están la corrupción en el sistema de salud (33%), que su estado de salud no es bueno (20%) y principios religiosos (19%). Al preguntar sobre la opción de donar en vida, el porcentaje que no lo haría es de 7% (igual que la opción de donar al morir), pero quienes estarían dispuestos a ceder un órgano, disminuye a 67%.

Sobre los deseos de ser donador o no, las autoridades de salud recomiendan a las personas que toman esta decisión, hablar con su familia para manifestar esta voluntad. En este punto, 41% nunca ha platicado con sus familiares sobre este tema, 29% lo hecho de manera superficial y 30% ha platicado seriamente su decisión.

Por otro lado, 56% de los participantes en la encuesta piensa que es factible que, frecuentemente, la familia de las personas que han decidido hacer una donación cadavérica, decidan oponerse a cumplir la voluntad del fallecido. 28% concuerda en que siente temor de que su familia done sus órganos al morir sin que esa sea su voluntad; mientras que 72% no siente ningún temor en ese sentido. Estas cifras parecieran indicar que la determinación de ser o no un donador al morir recae más en la familia que en una decisión individual. Incluso un amplio porcentaje, 85%, ve favorablemente (39% totalmente de acuerdo, 46% de acuerdo) que el personal médico se acerque a los familiares para plantearles la donación, una vez fallecida la persona.

Es interesante encontrar altos porcentajes de personas apuntando la importancia de fomentar la donación (92%), frente a señales de una cultura de baja sensibilización sobre la relevancia de esta práctica, considerando que muy pocos individuos charlan al respecto con su familia. Incluso, cuando 34% de los participantes ha dicho conocer el caso de un amigo, familiar o conocido, que ha requerido un trasplante.

Posibilidades reales para los pacientes

En relación con lo que los encuestados imaginan que sucede en la vida real, en relación a este tema, 55% piensa que es poco probable que en este país una persona reciba un trasplante en menos de un año, mientras que para 24%, es nada probable que suceda. Sobre las condiciones que enfrentan quienes están a la espera de recibir un órgano para trasplante, 52% cree que quienes están en ese proceso no tienen una buena calidad de vida.

Los datos de la encuesta revelan desinformación sobre diferentes vertientes en torno a la donación de óganos y trasplantes, por ejemplo, únicamente 27% dice saber qué tendría que hacer si quisiera convertirse en donador, es decir, 73% desconoce el proceso; 45% ignora si el trámite de consentimiento para ser donador es sencillo, 22% cree que no lo es y 35% piensa que es fácil. Además, 27% piensa en que existe transparencia en el proceso para determinar quién tiene prioridad para ser trasplantado, 43% está en desacuerdo y 30% lo desconoce.

A pesar de que la donación es un acto altruista, 32% está de acuerdo con la frase “mi familia puede obtener beneficios económicos si me convierto en donador al morir”, 53% está en desacuerdo con la frase y 15% desconoce al respecto. Aunque 75% parece estar informado de que la donación cadavérica (la donación de órganos al morir) no amerita un cobro a la familia, 10% cree que sí y 15% no sabe; 47% coincide con que en México es posible pagar para obtener un trasplante de órganos más rápido, 32% no lo cree y 21% no sabe si es posible.

Trasplante de órganos y avances médicos

Respecto a los avances médicos en torno a la donación de órganos, 46% está de acuerdo en que la tecnología médica puede llegar a sustituir a la donación de órganos, 36% se muestra en desacuerdo y 18% lo desconoce. Entre las alternativas al trasplante de órganos se encuentra el uso de órganos mecánicos, órganos impresos con tecnología 3D, fabricación de órganos a partir de embriones de origen animal, entre otros. Al respecto, 24% de los encuestados señala que sentriría mucha confianza de utilizar estas alternativas, 47% tendría algo de confianza 20% poca confianza, y 4% desconfiaría de estas alternativas.

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