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“Con las últimas noticias positivas de los ensayos de las vacunas, la luz al final de este túnel largo y oscuro se vuelve más brillante”, dijo el director de la Organización Mundial de la Salud este lunes, cuando se dieron a conocer los resultados preliminares positivos de una tercera vacuna candidata contra el COVID-19.
La inmunización desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca tendría hasta un 90% de efectividad, según los datos de un primer análisis de ensayos clínicos en el Reino Unido y Brasil. Dos vacunas más, de las compañías Pfizer y Moderna, también han demostrado una efectividad similar.
“No se puede subestimar la importancia de este logro científico. Ninguna vacuna en la historia se ha desarrollado tan rápidamente como estas. La comunidad científica ha establecido un nuevo estándar para el desarrollo. Ahora hay una esperanza real de que las vacunas, en combinación con otras medidas de salud pública probadas y comprobadas, ayudarán a poner fin a la pandemia COVID-19”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus durante su conferencia de prensa bisemanal.
La científica jefa de la Organización, la doctora Soumya Swaminathan, dijo que se encontraban “muy alentados” por los resultados preliminares de Oxford y Astrazeneca, al igual que por los de las dos vacunas anteriores, pero que esta última tenía una especial ventaja logística al no requerir de una cadena de ultra frío.
“La ventaja de esta vacuna es que puede ser guardada en refrigeradores ordinarios de 2 a 8 grados centígrados y mantenerse estable. Esto tiene una gran cantidad de ventajas logísticas para transportar y entregar esta vacuna a ciudades, y lugares rurales en todo el mundo, y esperamos tener más vacunas de este tipo”, explicó.
Todavía hay que esperar los resultados finales
La doctora Swaminathan dijo sin embargo que aún se debe esperar por los resultados finales de los ensayos, ya que los datos revelados actualmente solo son de dos países.
“Hemos recibido los resultados preliminares con dosis diferentes. Entre los pacientes que recibieron la misma dosis dos veces, se reporta una efectividad del 62%, mientras que entre aquellos que recibieron una dosis menor al comienzo y luego un refuerzo mayor, la eficacia llegó al 90%. Sin embargo, esto está basado en relativamente pocos números, y debemos esperar para ver los verdaderos resultados de seguridad y efectividad. Esta vacuna se está probando en muchos otros países y pronto tendremos los datos de 60.000 pacientes, lo que nos va a permitir tomar una decisión mucho más informada”, aseguró.
La científica recalcó que la buena noticia es saber que si es posible lograr una vacuna contra el COVID-19, y que todo indica que habrá muchas vacunas candidatas para poder luchar contra la enfermedad.
“Esto es muy relevante ya que en la OMS a través del mecanismo COVAX quisiéramos proveer el acceso a la mayor cantidad que podamos. Tenemos que cubrir a miles de millones de personas, algo sin precedentes y vamos a necesitar toda la capacidad de manufactura en el mundo para lograrlo”, expresó.
La doctora envió un mensaje a todos los demás desarrolladores en ensayos clínicos y les pidió que continúen, ya que entre más opciones de vacunas haya, más fácil se podrá inmunizar a la población mundial.
“El portafolio COVAX tiene que incluir otras vacunas además de las tipo mRNA como las de Pfizer y moderna, ya que son más fáciles de utilizar en el terreno. Además, se necesitarán para distintas poblaciones, también es importante tener en cuenta qué tan asequibles serán”, añadió la experta en vacunas de la OMS, la doctora Mariaangela Simao.
Simao informó que ya han tenido varias discusiones con AstraZeneca, que recibirán más datos clínicos la próxima semana para discutir su precalificación, y tomar una decisión final a comienzos de 2021.
Una distribución equitativa es vital para acabar con la pandemia
El doctor Tedros expresó que la misma urgencia que se ha puesto para desarrollar las vacunas contra el COVID-19 debe manifestarse a la hora de distribuirlas de manera justa.
“Todo gobierno, con razón, quiere hacer todo lo posible para proteger a su gente. Pero ahora existe un riesgo real de que los más pobres y vulnerables sean pisoteados en la estampida por las vacunas”, advirtió.
El director de la Organización Mundial de la Salud dijo que la comunidad internacional debe establecer un nuevo estándar de acceso.
“Es por eso lo que en abril, con el apoyo de múltiples socios, la OMS estableció el ACT-Accelerator. Esto para apoyar el esfuerzo más rápido, más coordinado y exitoso de la historia para desarrollar vacunas, diagnósticos y terapias”, explicó.
Pero solo un cambio fundamental en la financiación y el enfoque hará realidad la promesa de esa iniciativa, dijo, ya que se necesitan 4300 millones de dólares de manera inmediata para respaldar la adquisición y entrega masiva de vacunas, pruebas y tratamiento contra el COVID-19, y se necesitarán otros 23.800 millones el próximo año.
Según Tedros no se trata de caridad, sino que es la forma más rápida e inteligente de poner fin a la pandemia e impulsar la recuperación económica mundial. El Fondo Monetario Internacional estima que, si las soluciones médicas pueden estar disponibles más rápido y más ampliamente, esto conducirá a un aumento acumulativo para fines de 2025.
“La verdadera pregunta no es si el mundo puede permitirse compartir las vacunas COVID-19 y otras herramientas; es si puede permitirse no hacerlo”, recalcó.