El pueblo brasileño no será el conejillo de indias de nadie: Bolsonaro

PRNewswire

“El pueblo brasileño no será el conejillo de indias de nadie. No podemos justificar una inversión financiera de miles de millones en un medicamento que ni siquiera ha completado su fase de pruebas “, escribió Bolsonaro en sus redes sociales.

Ayer (20), después de una reunión en línea con los gobernadores, el Ministro de Salud Eduardo Pazuello firmó un protocolo de intenciones para adquirir 46 millones de dosis de la CoronaVac, con el objetivo de ampliar el suministro de vacunas para los brasileños. Para ello, el gobierno federal iba a asignar un crédito presupuestario de US$ 340,3 millones.

De acuerdo con el ministerio, el proceso de adquisición iba a tener lugar sólo después de que la vacuna fuera aprobada y registrada por Anvisa. Para ayudar con la producción de la vacuna, el ministerio ya había anunciado una inversión de US$ 14,3 millones para ampliar la estructura en Butantan.

Malinterpretación

En una declaración que dio esta mañana, Elcio Franco, secretario ejecutivo del Ministerio de Salud, informó que “hubo una interpretación equivocada de las palabras del ministro de salud”, y no hubo ningún compromiso en absoluto con el gobierno del estado de São Paulo en relación con la adquisición de la vacuna contra la COVID-19. “Fue un protocolo de intenciones no vinculante entre el Ministerio de Salud y el Instituto Butantan, ya que se trata de un gran socio del Ministerio de Salud en la producción de vacunas para el Programa Nacional de Inmunizaciones [PNI]”.

Franco aclaró que se trata de “otra iniciativa para tratar de proporcionar una vacuna segura y eficiente a nuestro pueblo, en este caso como una vacuna brasileña”, y si está disponible antes que la de AztraZeneca/Oxford o la de Covax, “no hay intención de comprar vacunas chinas”, enfatizó.

El secretario subrayó que cualquier vacuna depende de evaluación técnica y aprobación por parte de Anvisa, de la Cámara Reguladora del Mercado de Medicamentos (CMED) y de la Comisión Nacional de Incorporación Tecnológica (Conitec) del Sistema Único de Salud (SUS) de Brasil. Reiteró que cualquier vacuna disponible, certificada por Anvisa y adquirida por el Ministerio de Salud, se ofrecerá a los brasileños como parte de la iniciativa del PNI, y “en lo que respecta a este ministerio, no será obligatoria”.
Vacuna segura

El CoronaVac está en la fase 3 de las pruebas en humanos, y, según el instituto Butantan, es una vacuna segura, es decir, no muestra efectos secundarios graves. En total, las pruebas se realizarán con 13 mil voluntarios, y se estima que estarán concluidas para diciembre.

En caso de que la última etapa de las pruebas demuestre la eficacia de la vacuna, el acuerdo entre Sinovac y Butatan incluye la transferencia de tecnología para la producción de la vacuna en Brasil, que se administrará en dos dosis por persona.

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