León acuático devora el libro de récords

ADRENALINA

El plan que Léon Marchand diseñó para derribar un muro que parecía imposible de tirar salió a la perfección. El mensaje al mundo debía ser desde las semifinales de los 200 metros combinado individual y sin dejar lugar a dudas desde el principio. El resultado: el asombro por la forma como despedazó una marca que había añejado 14 años en su vigencia con un crono de 1:52.69 minutos.

Marchand da más brillo a su propia leyenda como un nadador de época. Ya se había hecho del codiciado récord mundial de los 400 metros combinado individual de Michael Phelps en julio de 2023 (4:02.50) en los Mundiales de Fukuoka. Debía hacer lo mismo con los 200 que Lochte había establecido 14 años antes usando los trajes especiales que llevaron los récords del mundo más allá de la imaginación con un asombroso 1:54.00.

Catorce años después y con el torso desnudo, Marchand volvió a acaparar los reflectores del mundo, como hizo hace un año con las cuatro preseas de oro y un bronce que lo convirtieron en el nadador más laureado de París 2024.

El plan que diseñó con Bob Bowman, el entrenador que ayudó a Phelps a convertirse en el más grande deportista en la historia olímpica (con 28 preseas: 23 de oro, tres platas y dos bronces), fue una gran sorpresa… Fue perfecto.

Marchand no dio tregua y desde la primera doble brazada de la mariposa nadó en busca del récord, mejorando cada parcial que Lochte había dejado en el recuerdo cuando había establecido la marca. Para el último 50, en el nado libre, sacaba más de medio cuerpo en comparación al récord, que todos en Singapur y el resto del mundo ya sabían que era suyo.

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