EL VALLE
El Estado de México presenta sequía en sus 125 municipios, la cual afecta significativamente causando escasez de agua potable, pérdidas en cultivos y pastizales, y un mayor riesgo de incendios forestales, especialmente en el sur y norte de la entidad.
Esto impacta en la seguridad alimentaria, la economía local y la calidad de vida de los habitantes, no se tiene suficiente agua para riego y los cultivos de temporal, simplemente no se dan, el ganado muere, no engorda, produce menos leche y por lo que hay escasez de alimentos con un incremento de precio.
Asimismo, las presas no se llenan y los niveles de agua subterránea se profundizan, por lo que es más difícil otorgar las dotaciones mínimas necesarias de agua potable a la población, afectando sus actividades e incrementando el riesgo a enfermedades sanitarias.
De acuerdo a Luis Eduardo Mejía Pedrero, ingeniero especialista en el tema del agua, es importante diferenciar entre estiaje, que en el hemisferio norte se presenta desde mediados del otoño hasta principios de la primavera, en los que de manera natural se tiene una disminución de la precipitación por la menor radiación solar y ausencia de huracanes; y la sequía, que es una grave anomalía climatológica transitoria en la que la disponibilidad de agua se sitúa por muy por debajo de lo habitual en un área geográfica
Informó que las causas de una sequía involucran factores naturales y antropogénicos, normalmente, la causa principal es la escasez de precipitaciones pluviales o sequía meteorológica, lo que deriva en una insuficiencia de recursos hídricos o sequía hidrológica necesarios para abastecer la demanda existente.
En el caso del factor natural, se debe a las modificaciones en los patrones de la circulación atmosférica, las variaciones en la actividad solar y los fenómenos de interacción entre el océano y la atmósfera.
El origen antropogénico es a causa del calentamiento del planeta por las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, deforestación, degradación del suelo, desertificación y la alteración de los sistemas ecológicos naturales.
El Estado de México cuenta con municipios que estadísticamente son los más secos como Tonatico, Sultepec, Tlatlaya, Tejupilco, Bejucos, Apaxco, Huehuetoca, Soyaniquilpan, Nopaltepec, Hueypoxtla y Polotitlán. Sin embargo, ha sido notoria la disminución de lluvias en las demarcaciones de Acambay, Acolman, Aculco, Almoloya de Juárez, Amanalco, Amatepec, Donato Guerra, San José del Rincón, Temascalcingo, Valle de Bravo, Villa de Allende y Villa Victoria. La reducción de lluvias no solo afecta a la población, sino a la flora y fauna que habita en esos lugares y que estaba acostumbrada a ciertos niveles de humedad en el ambiente.
De acuerdo al informe del Monitor de Sequía, que depende del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el 90% de los municipios mexiquenses presentan una sequía moderada, aridez severa y sequía extrema durante esta temporada de estiaje que se ha extendido hasta mayo, quinto mes del año que se presentan unas primeras lluvias que toman su ritmo de forma paulatina, sin embargo, a pesar de que la captación de agua de lluvia es una forma de mitigar las afectaciones por la sequía, esta no se aprovecha debido a varios obstáculos.
En el aspecto técnico, el ingeniero detalló que el principal problema es contar con infraestructura para almacenar el agua captada, pues muchas casas o departamentos no cuentan con espacios o techumbres adecuadas para ello. Otro elemento, es que las acciones deben de hacerse al interior de los domicilios particulares y la ley establece que debe de aplicarse el presupuesto en obras públicas no privadas, además que gran cantidad de la población piensa que el agua de lluvia está contaminada y se niega a utilizarla.
De acuerdo al Sistema Nacional de Información del Agua, el Estado de México se encuentra actualmente inmerso en una situación crítica respecto al vital líquido, ya que las presas han disminuido su capacidad de almacenaje. Actualmente, la Presa Valle de Bravo se encuentra en un porcentaje de llenado del 64.3%; la Presa Villa Victoria tiene 36.8%; la Presa Ignacio Ramírez, La Gavia, un 67.4%; la Presa José Antonio Alzate, San Bernabé, con 30.2%; la Presa San Andrés Tepetitlán con 71.0%; la Presa Francisco José Trinidad Fabela con 40.5%; la Presa de Ñadó con 57.9%; la Presa El Molino con 3.9%; la Presa Danxho con 67.1%; la Presa Madín con 80.5%; la Presa La Concepción con 80.6%; la Presa Guadalupe con 73.9%; por mencionar algunas.
En este sentido, el Doctor Iván Vilchis Mata, investigador suscrito al Colegio Mexiquense, destacó que a pesar de que comienza la temporada de lluvias, no se aprovecha esta agua para atender la sequía en los municipios que sufren afectaciones.
Señaló que el periodo de lluvias o de ciertos meses en que se presentaban de manera regular las precipitaciones, se han ido modificando debido a una variedad de aspectos, haciendo que las lluvias se vayan recorriendo y propiciando que caiga demasiada agua en un corto tiempo y, al no tener una cuestión cultural de aprovechamiento en la parte urbana, es lo que provoca inundaciones.
Resaltó el beneficio que se puede tener de la lluvia, sin embargo, existen factores que provocan la escasez de agua, sobre todo en las zonas urbanas, como el cambio de suelo natural por una cobertura artificial de concreto o de asfalto, lo que provoca que el agua en lugar de que se infiltre al subsuelo para que llegue a los reservorios subterráneos, se escurra y no se aproveche, además de causar encharcamientos y anegaciones.
Reconoció que esta parte corresponde a las administraciones de las ciudades, las cuales le dan más prioridad a la parte económica, dejando al lado algunas cuestiones sociales y ambientales.
“Los cambios de uso de suelo son el principal motivo o la principal causa de esta degradación ambiental y por consecuencia, del no aprovechamiento del agua. Básicamente por ese interés económico de qué te va a ser más rentable”, dijo.
Indicó que para poder mitigar la escasez del agua es comenzar a resolverla desde una perspectiva más colectiva o social, destacando fundamental hacer conciencia de que las condiciones que hemos vivido en años pasados de carencia de agua nos pueden llevar a una situación de colapso en las ciudades.
Reiteró la importancia del trabajo de las autoridades y de la ciudadanía en general para realizar acciones individuales y locales que permitan aprovechar el agua ante esta situación de sequía que se vive en todo el país, como el caso de la reforestación, pues en los bosques se realizan importantes procesos ambientales.
Adicionalmente, se requieren labores de monitoreo y pronóstico, la gestión integrada de los recursos hídricos, invertir en infraestructura y tecnología, diseñar y aplicar políticas públicas y fomentar la investigación.
“Habiendo tanta investigación y tanto conocimiento no nos esperemos a llegar a una situación crítica para decir, pudiéramos hecho, entonces creo que pequeñas acciones pueden tener resultados relevantes y significativos para todo el estado”, dijo.
Cabe destacar que la sequía irá empeorando a lo largo del año, ante la falta de lluvias y el bajo nivel en las presas, cortando el suministro del agua potable en las zonas urbanas y rurales, afectando la vida de los ciudadanos, quienes no cuentan con agua para realizar sus tareas cotidianas.
You may also like
-
9 maestros muertos en el accidente de la carretera Cuacnopalan-Oaxaca: SNTE
-
Alejandro Armenta pidió un minuto de silencio por los 21 fallecidos en accidente vial
-
Incendian carro con cadáver dentro de la cajuela en Amozoc
-
Más de un millón de jóvenes se unen a La Jornada Nacional de Tequios por la paz y contra las adicciones en el país
-
Se suma BUAP a la Jornada Nacional de Tequios por la Paz y contra las Adicciones