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“El acceso de la ayuda es nuestra prioridad absoluta. Mantenemos discusiones cada hora con los israelíes, los egipcios y los gazatíes sobre cómo hacerlo”, declaró el coordinador del Socorro de Emergencia este lunes a Noticias ONU en Ginebra.
Martin Griffiths destacó la desesperada situación a la que se enfrentan alrededor de un millón de palestinos desplazados en la última semana, después de que el ejército israelí advirtiera de una ofensiva inminente tras los mortíferos ataques del 7 de octubre contra Israel por parte del grupo militante Hamás, que controla la franja de Gaza desde 2006.
Griffiths señaló que se mantiene optimista sobre la posibilidad de escuchar pronto “buenas noticias” en cuanto al estancamiento político que ha impedido a los convoyes de ayuda cruzar desde la ciudad egipcia de Rafah, al sur de Gaza.
El máximo responsable humanitario de la ONU hizo las declaraciones antes de dirigirse a Oriente Próximo para “intentar ayudar, trabajando con diplomáticos de todos los países” en garantizar el acceso de la ayuda y distender una situación, que el Secretario General describió el domingo como al “borde del abismo”.
Responsabilidad internacional
Griffiths afirmó que desactivar la peor conflagración palestino-israelí en décadas es una obligación de todos los Estados, no sólo de los de la región. “Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea y el mundo árabe tienen obligaciones” para garantizar la protección de la vida de los civiles y el cumplimiento de las normas de la guerra, prosiguió.
“No ataquen las infraestructuras civiles, protejan a la población civil cuando se desplaza”, pidió el funcionario de la ONU. “Asegúrense de que reciben la ayuda que necesitan y de que hay corredores que les permiten un cierto respiro de los incesantes ataques que se están produciendo sobre ellos”.
Crisis de los rehenes
Entre las cuestiones clave a las que se enfrentan los diplomáticos está conseguir la liberación de los 199 rehenes israelíes que, según los informes, fueron secuestrados durante la incursión de Hamás, continuó el responsable de ayuda de emergencia.
“Esta guerra comenzó con la toma de esos rehenes. Por supuesto, hay una historia entre el pueblo palestino y el israelí, y no niego nada de eso. Pero ese acto por sí solo encendió un fuego, que sólo puede apagarse con la liberación de esos rehenes”.
En medio de los continuos ataques aéreos en Gaza y la preocupación por una escalada regional del conflicto, especialmente en la frontera norte con Líbano, Griffiths reiteró la necesidad de que prevalezca la humanidad.
“La historia está mirando para ver si las consecuencias de esta guerra van a tener un impacto negativo sobre generaciones o si va a haber formas de reconstruir rápidamente esto, algún tipo de cortesía o vecindad entre estos dos pueblos… (Esos son) los mensajes que llevaré a la región sobre el sesgo a favor de uno u otro, ese sesgo a favor de la humanidad”.
Aumenta el número de víctimas
Desde el comienzo de la guerra, se ha documentado la muerte de unos 1300 ciudadanos israelíes y unos 3200 han resultado heridos. Por su parte, en Gaza han muerto 2750 personas y más de 7500 han resultado heridas.
También han muerto 14 empleados de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNWRA). “Eran profesores, ingenieros, guardias, psicólogos y un ginecólogo”, declaró el domingo a los periodistas el comisario general de la agencia, Philippe Lazzarini.
Ayuda médica al Líbano
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha apresurado a enviar suministros médicos críticos al Líbano para estar preparada para responder a cualquier posible crisis sanitaria en ese país.
Este lunes llegaron a Beirut dos cargamentos procedentes del centro logístico de la agencia sanitaria en Dubai, que incluyen suficientes medicamentos y suministros quirúrgicos y traumatológicos para atender las necesidades de entre 800 y 1000 pacientes heridos. El Ministerio de Salud libanés está identificando los hospitales de referencia que los recibirán.
El sistema sanitario libanés se ha visto perjudicado por la crisis económica, la explosión del puerto de Beirut en agosto de 2020 y la carga adicional de la crisis de los refugiados sirios. Hay una grave escasez de médicos especialistas y personal sanitario, así como de medicamentos y equipos médicos.
Desde la escalada de violencia entre Israel y los territorios palestinos ocupados el pasado sábado, también ha habido informes de enfrentamientos en la frontera entre Israel y el sur del Líbano, con el resultado de víctimas entre la población civil.