DEBATE

Por Roberto Desachy Severino

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Si se pregunta a los universitarios –y a la sociedad en general – cuál podría ser el legado de la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo Ramírez, a la mitad de su primera administración, seguramente la gran mayoría contestaría que la construcción del campus Ciudad Universitaria 2, que ella y el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina iniciaron ayer con la colocación de la primera piedra.

Otros, quizás los estudiantes o maestros de las facultades de Derecho y Sociología, contestarían que, a la mitad de su primera gestión, una de las acciones más trascendentes fue dar a la institución un marco legal nuevo, moderno, a través de la reforma integral al Estatuto Orgánico surgida a través de una amplia consulta con la comunidad universitaria: Por mayoría aprueba Consejo Universitario proyecto de reforma integral al Estatuto Orgánico de la BUAP

Colectivos feministas o historiadores, tal vez, recordarían que Lilia Cedillo Ramírez es la primera mujer rectora y, como tal, abrió un camino que, probablemente, muchas más seguirán en el futuro próximo, porque ella y sus colaboradores demuestran a diario que sí han podido cumplir esta responsabilidad:Lilia Cedillo Ramírez toma protesta como Rectora de la BUAP para el periodo 2021-2025

En lo particular, considero que –a la mitad del camino de su primer cuatrienio, ya que en 2025 decidirá si busca la reelección – es de gran importancia para la BUAP y Puebla el compromiso de Lilia Cedillo en defensa de las mujeres, para erradicar en la academia y, de ahí, a la sociedad la violencia o inequidad de género: Lilia Cedillo, una VERDADERA aliada de las mujeres

APOYA A LAS MUJERES…SIN LUCRAR POLÍTICAMENTE CON ELLAS

En esta ocasión no daré nombres, tampoco seré específico para no revolver temas ni herir susceptibilidades en tiempos preelectorales, pero -antes de Lilia Cedillo – varias de las mujeres que ocuparon cargos importantes de poder en el estado utilizaron la lucha feminista y equidad de género como banderas políticas, para ganar votos y/o justificar sus propios abusos, fallas o excesos, con el uso como escudo de una presunta “violencia política” de género.

Pero la gran mayoría de ellas realmente hizo muy poco a favor de las féminas. Como honrosas excepciones puedo citar a Rocío García Olmedo, quien como diputada local del PRI se negó a criminizalizar a las mujeres por abortar y, desde luego, a Lucero Saldaña, quien salió en defensa de Lydia Cacho ante los abusos del ex gobernador Mario Marín Torres y el poder judicial de Puebla, entonces encabezado por Guillermo Pacheco Pulido: Dictan formal prisión contra exdirector de Policía Judicial de Puebla por tortura contra Lydia Cacho

En contraste, la rectora de la BUAP ha tomado muchas decisiones en defensa del género femenino, incluyendo programas de salud, entrega de definitividades y reconocimientos, campañas contra el acoso y la violencia, etc:La BUAP previene y sanciona la violencia contra las mujeres

¡Y lo ha hecho sin buscar proyección política, personal ni social!, sino como una FORMA DE GOBERNAR LA UNIVERSIDAD más importante de Puebla y el sureste del país. A la mitad del camino, Lilia Cedillo está probándoles a los universitarios que fue muy acertada su decisión de apoyarla de manera abrumadora cuando ella se los pidió.