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A nivel mundial, tanto en hombres como en mujeres, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte.
Los factores de riesgos a lo largo de la vida de la mujer incrementan el riesgo cardiovascular en la vejez.
El tabaquismo, el sedentarismo y una mala alimentación son los factores más frecuentes que afectan la salud del corazón.
El Centro Médico ABC cuenta con tecnología de punta y especialistas en el tratamiento de las enfermedades cardíacas.
Ciudad de México, 02 de Octubre 2023.- Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial. En México, durante el 2021, alrededor de 220 mil personas fallecieron por este tipo de padecimiento, y de estas, 177 mil fueron debido a un infarto al miocardio.
La Dra. Lilia Sierra Galán, especialista en cardiología clínica del Centro Médico ABC, señala que el infarto al miocardio se llega a presentar cuando una persona tiene una obstrucción, similar a un tapón, dentro de una arteria coronaria. Esta situación hace que se dañe el corazón y, en caso de que el bloqueo se prolongue, puede llegar a ocasionar la muerte del músculo cardíaco.
Más allá del infarto al miocardio, dentro de las enfermedades cardiovasculares más comunes se encuentran los padecimientos de las arterias coronarias y de las arterias cerebrales, esta última también se conoce como accidente cerebral que puede ser isquémico, por obstrucción en la circulación de las arterias cerebrales, o hemorrágico, cuando un vaso sanguíneo se rompe.
Al hablar de las mujeres y las enfermedades cardiovasculares, la Organización Mundial de la Salud refiere que el 46% de las muertes de mujeres en una edad avanzada son a causa de las enfermedades cardiovasculares, en comparación con el cáncer que representa el 14% de las muertes en este grupo de personas[3]. En este sentido, la Dra. Sierra comenta que es común que las mujeres lleguen a presentar pequeños infartos, los cuales son difíciles de identificar, pero van dañando las células en el interior del corazón.
“La repetición constante de esta situación, a lo largo del tiempo, resulta en la muerte de las células en el interior del músculo, generando a consecuencia infartos de pequeño tamaño. La dificultad para su diagnóstico, a pesar del uso de estudios como electrocardiogramas, exploración física o ecocardiogramas, es debido a que la parte externa del corazón se visualiza completamente normal, razón por la cual son un reto de diagnóstico para la salud de la mujer”, indica la cardióloga.
Una de las causas de esta situación se le conoce como disfunción endotelial, padecimiento que, en caso de ser detectado de manera temprana, cuenta con tratamiento, el cual evitará que se genere un daño pequeño, múltiple, irreversible, crónico y repetitivo en el corazón.
Para lograr la detección temprana, la recomendación general en todas las mujeres, es realizarse estudios específicamente orientados al grupo etario, al género y al nivel de riesgo cardiovascular predicho antes de las pruebas, que permitirá identificar cualquier posible anormalidad en el estilo de vida, en los factores no modificables y en el corazón mismo para poder establecer estrategias de prevención y tratamiento en caso de estar indicados.
Al llegar a la etapa avanzada de la vida de la mujer, se pueden presentar problemas de salud generados a la exposición de diversos factores de riesgos que han estado presentes desde la adolescencia o en cualquier etapa previa a la edad adulta. Dentro de los factores de riesgo más frecuentes se encuentra el tabaquismo, el sedentarismo o una mala alimentación.
Adicional a todo esto, las hormonas femeninas tienen un papel importante relacionada a la salud cardíaca, y aunque no es obligatorio que una vez se acerca la menopausia se vayan a generar problemas del corazón, si es importante establecer el nivel de riesgo cardiovascular y mantener una revisión constante.
El envejecimiento hormonal conlleva un cambio en el metabolismo, en las grasas, la glucosa, la resistencia a la insulina y en la forma en que se emplean estos componentes en el organismo de la mujer.
Más allá de la prevención cardíaca, mediante el estudio de nivel de riesgo; la Dra. Sierra recomienda que es de vital importancia que las mujeres acudan con un especialista en caso de que detecten síntomas convencionales conocidos en relación con el desarrollo de infartos al corazón, pero también por otros datos que se presentan en el día a día y que pueden pasar desapercibidos como la fatiga desproporcionada a las actividades cotidianas, la reducción de la capacidad física e, incluso, la presencia de diaforesis profusa, sudoración excesiva e inapropiada, dolores de cabeza que sean diferentes a los habituales o mayor irritabilidad. Estar atenta a los pequeños síntomas y mantener revisiones frecuentes permitirá disminuir el riesgo de algún problema en el corazón.
Realizar actividad física de manera recurrente es un factor de protección de gran relevancia, ya que se ha detectado que aquellas personas que no realizan la actividad física necesaria, llegan a tener entre un 20 a un 30% más de probabilidades de morir de manera prematura, en comparación con aquellas que sí lo realizan.
Para finalizar, la Dra. Sierra comenta que es primordial que las familias fomenten una cultura de prevención, al adoptar rutinas de ejercicios sistemáticos, evitar el consumo de alimentos altos en carbohidratos y grasas, dejar de fumar y disminuir el consumo de alcohol.
El Centro Cardiovascular del Centro Médico ABC cuenta con tecnología de punta para el diagnóstico y tratamiento de las diferentes enfermedades cardiovasculares, con el apoyo de un equipo multidisciplinario que tiene una amplia experiencia en el rubro. También el personal técnico y el personal de enfermería están altamente capacitados para la atención de pacientes cardiológicos; todos trabajando con el apoyo de nutriólogos, profesionales en rehabilitación, inhaloterapia, especialistas en imagen cardiovascular y todo lo necesario para mantener o recuperar la salud del corazón.
Adicional a esto, en caso de emergencia, se cuenta con el procedimiento institucional del Código AMI; plan hospitalario de emergencia que permite que todo el personal médico y sanitario relacionado, así como todas las áreas hospitalarias, funcionen en sincronía perfecta para tratar el infarto agudo al miocardio de manera inmediata y óptima, de acuerdo a los estándares actuales de atención internacional y dentro de los tiempos de atención recomendados para evitar daño al músculo del corazón y permitir la recuperación del mismo, que está sufriendo y en riesgo de morir. Todo esto siguiendo un protocolo riguroso de atención que permite restablecer el flujo sanguíneo del corazón en menos de 60 minutos. Esta estrategia no solamente disminuye la mortalidad, también el tiempo de hospitalización y las posibles complicaciones.