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El informe Agotadas: el empobrecimiento, la sobrecarga de cuidados y el sufrimiento psicológico de las mujeres, elaborado por la organización no gubernamental Think Olga, indica que el 45% de las brasileñas tienen un diagnóstico de ansiedad, depresión u otro tipo de trastorno mental en el contexto posterior a la pandemia de covid-19. La ansiedad, el trastorno más común en Brasil, forma parte del día a día de 6 de cada 10 mujeres brasileñas.

“No es sorprendente porque ya sabíamos que estaba ocurriendo, es decir, las mujeres están cansadas y sobrecargadas. Casi la mitad de la población femenina tiene un trastorno mental y con muy poco acceso a cuidados específicos. La mayoría afirma que utiliza la actividad física o la religión como herramientas para hacer frente a este problema. Hay insatisfacción en varios ámbitos de la vida. La cuestión económica es la más preocupante y la doble o triple jornada laboral es el segundo factor de presión sobre la psique femenina”, afirma Maíra Liguori, directora de Think Olga.

Con el objetivo de comprender las estructuras que imponen sufrimiento a las mujeres brasileñas de hoy, el informe recoge datos que muestran desde la sobrecarga de trabajo y la inseguridad financiera hasta el agotamiento mental y físico provocado por la economía del cuidado, que incluye todas las actividades relacionadas con el cuidado del hogar y la producción y mantenimiento de la vida.

La escasez de recursos financieros afecta al 48% de las entrevistadas y la insatisfacción por los bajos salarios al 32%. El 59% de las mujeres de las clases D y E están insatisfechas con su situación económica. Esta insatisfacción afecta al 54% de las mujeres negras y morenas.

Las mujeres son el único o principal sostén de la familia en el 38% de los hogares. Estas mujeres son en su mayoría negras, de las clases D y E y mayores de 55 años. Sólo el 11% de las mujeres entrevistadas afirman no contribuir económicamente al mantenimiento de sus familias.

Sobrecarga

El informe muestra que la sobrecarga de trabajo doméstico y el exceso de horas de trabajo es la segunda causa de descontento más citada, por detrás de las preocupaciones económicas. La carga del trabajo de cuidados recae principalmente en las mujeres de entre 36 y 55 años (un 57% cuidan a alguien) y en las mujeres negras y morenas (un 50% cuidan a alguien).

El 86% de las mujeres consideran que tienen demasiadas responsabilidades. La insatisfacción entre las madres solas y las cuidadoras es mucho mayor que entre las que no tienen este tipo de responsabilidades. Las cuidadoras y las madres solas son también las más sobrecargadas con tareas domésticas y de cuidados, y el 51% de las madres y el 49% de las cuidadoras señalan la restringida situación económica como el mayor impacto en la salud mental. Esto significa que la sobrecarga de cuidados es también un factor de empobrecimiento de las mujeres o de “feminización de la pobreza”, según el informe.

Salud emocional

Entre las mujeres más jóvenes entrevistadas, el 26% afirmó que los cánones de belleza impuestos tenían un impacto negativo en su salud mental. El miedo a la violencia fue citado por el 16% de las encuestadas.

Para el 91%, la salud emocional debe tomarse muy en serio, y el 76% intenta prestar atención a su salud mental, especialmente tras la pandemia de covid-19. Sólo el 11% afirma que no cuida su salud emocional de ninguna manera.

“Tenemos que empezar a comprender el impacto del trabajo de cuidado y sus consecuencias, así como iniciar debates que desestigmaticen los tabúes sobre la salud mental. Es esencial fomentar acciones por parte del sector privado, la sociedad civil y, sobre todo, el sector público para un futuro viable para las mujeres”, afirmó Nana Lima, codirectora de Think Olga, en un comunicado.

La encuesta se realizó a 1.078 mujeres, de entre 18 y 65 años, en todos los estados del país, entre el 12 y el 26 de mayo de 2023. El margen de error es de 3 puntos porcentuales y el intervalo de confianza es del 95%.