Mario Delgado, Carlos Figueroa Ibarra, John Ackerman y Morena: Un polvorín

DEBATE 

Por Roberto Desachy Severino 

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¿Se imagina usted que el partido gobernante en Puebla y el país, Morena, tuviera que desahogar en este mismo año, 2023, tanto los procesos en Estado de México, Coahuila, la designación de su candidato presidencial y, también, una contienda interna para la dirigencia nacional?.

Con la falta de institucionalidad, proliferación de corrientes internas, la pasividad de AMLO frente a la conflictividad morenista, es de esperarse que, si en este 2023 la 4T debe enfrentar tanto los comicios en Edo Méx, Coahuila, la definición de su contendiente presidencial y una eventual designación de dirigentes nacionales, aquello se convertirá en un interesante aquelarre, una especie de “Democracia Ya y Todos Contra Todos”, que haría quedar como bebés de pecho las disputas intestinas perredistas de hace pocos años.

Esta posibilidad existe, puede concretarse si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avala el proyecto de la magistrada Janine Otálora Malassis de anular la muy cuestionable e improvisada extensión de mandato que gobernadores y cúpulas morenistas dieron a las gestiones de Mario Delgado y Citlalli Hernández como presidente y secretaria general del partido, respectivamente: Morenistas piden al TEPJF anular extensión de dirigencia de Mario Delgado

Una de las pocas voces con legitimidad moral, personal y política para hablar de Morena es Carlos Figueroa Ibarra, no solamente porque fue miembro de la dirigencia nacional, sino –principalmente- debido a que no es un “busca chambas”, tampoco anda a la caza de plurinominales y mucho menos ha impuesto a sus hijos, mujer, yernos, sobrinos, amigos y demás como candidatos o empleados de gobierno federal, estatal o municipal.

MORENA, CON PRÁCTICAS DE PARTIDO DE ESTADO

El hecho de ser un ferviente defensor del presidente López Obrador y lo que él llama la “esencia” de Morena, no ciega a Carlos Figueroa Ibarra, ni le impide cuestionar y/o criticar muchas malas prácticas del partido respecto a sus procesos internos: La selección de candidatos en Morena es un proceso centralizado y opaco, denuncia Carlos Figueroa Ibarra

Tampoco le impide advertir en la 4T actitudes, sesgos, rasgos de “partido de Estado”, como ocurrió recientemente, cuando, en septiembre del año pasado, gobernadores y cúpulas decidieron -por sus hue -de manera arbitraria, improvisada y ajena a las bases extender el período del insufrible Mario Delgado y Citlalli Hernández como presidente y secretaria del partido, respectivamente: CEN propone extender mandato de Mario Delgado como líder de Morena

Pero este festín de poder de Mario Delgado, Citlalli Hernández y cómplices sufrió un revés inesperado, cuando la Convención Nacional Democrática de Morena –encabezada por John Ackerman- interpuso ante el TEPJF un recurso contra la extensión de mandato de dichos personajes y, después, la magistrada Otálora Malassis elaboró un dictamen –todavía no votado – que derrumbaría esta decisión cupular: TEPJF echaría atrás ampliación de mandato de Mario Delgado en Morena

Entrevistado al respecto, Figueroa Ibarra admitió su apoyo a la posición de la Convención Nacional Democrática contra la eternización en el poder de Mario Delgado y Citlalli Hernández. Coincidió en que la determinación de prolongarles su período fue una imposición, una medida unilateral que pone a la 4T en la fila de los partidos de Estado.

ENFRENTAR A LOS ADVERSARIOS INTERNOS Y EXTERNOS EN 2024

También académico de la BUAP, Figueroa Ibarra reiteró que el artículo transitorio por el que se extendió el mandato de Delgado y Citlalli Hernández fue una triquiñuela, chicanada de cúpulas, pero añadió que, de avalarse el dictamen de la magistrada Otálora, Morena podría enfrentar un severo entorno político-electoral el año entrante, cuando se efectuará la elección presidencial y concurrente y, quizás, tengan que definir a su dirigencia nacional.

Admitió la conflictividad interna morenista y que, en caso de que el partido deba dirimir el año entrante 2 contiendas, una externa y otra intestina, el escenario se podría complicar ante la proliferación de grupos: Acarreo y compra de votos, recurrentes en el proceso interno de Morena: Carlos Figueroa.

Figueroa Ibarra explicó que los morenistas opuestos a prolongar las gestiones de Delgado y Hernández no están concentrados en solo una de las “corcholatas amlistas” (Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal), sino que son militantes y simpatizantes de todo el país, que simpatizan con uno u otro aspirante presidencial, pero coinciden en oponerse a las decisiones unilaterales, cupulares y arbitrarias, como la de extender dicho período.

Pese a que, en un principio, podrían ver con beneplácito el proyecto de dictamen de Janine Otálora contra la extensión de mandato señalada, se tiene que admitir la posibilidad de que el 2024 se convierta en todo un aquelarre ¡y doble!, si –como ya se mencionó- Morena debe desahogar la elección presidencial y un proceso interno que pondrá a todos contra todos.

TEPJF, ENTRE LA DESCONFIANZA Y ESPERANZA

Además, la 4T -y en ello coinciden todas o cuando menos la mayoría de las corrientes del partido- tiene una severa animadversión al TEPJF y, en especial, a la magistrada Otálora, quien presidía al organismo a finales del 2018, cuando el organismo validó las controvertidas elecciones por la gubernatura de Puebla.

Incluso, los morenistas no olvidan que el organismo avaló –en 2021- la cuestionable gestión de Alfonso Ramírez Cuellar al frente del partido y las supuestas encuestas que pusieron a Mario Delgado como dirigente nacional, pese a que ambos procesos fueron irregulares, cuestionables y turbios, admitió Figueroa Ibarra.

Tampoco puede omitirse que el TEPJF canceló las candidaturas de Salgado Macedonio en Guerrero y Raúl Morón en Michoacán, pese a que el partido buscó por todas las formas designarles: Ya no hay toro: TEPJF confirma cancelación de las candidaturas de Morena a Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón en Guerrero y Michoacán, respectivamente

Así que, pese a ser el partido predominante en el país y a que sus adversarios, PRI y PAN, carecen –incluso – de “corcholatas” para el 2024 y cargan con presidentes nacionales, Alito Moreno y Marko Cortés- criticados, perdedores y gandallas, lo cierto es que Morena también podría enfrentar un escenario muy conflictivo este mismo año y el siguiente.

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