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La Comisión ha anunciado hoy la concesión de 11 millones de euros en concepto de ayuda humanitaria a Centroamérica y México con ocasión de la Mesa Redonda de Solidaridad de Alto Nivel en apoyo de los Planes de Respuesta Humanitaria para Centroamérica septentrional en 2023, celebrada en Ginebra.

Los fondos se repartirán como sigue:

3,5 millones de euros contribuirán a hacer frente a las consecuencias humanitarias de la violencia, tales como los desplazamientos forzosos, y los problemas de inseguridad alimentaria.

3 millones de euros se dedicarán a la educación en situaciones de emergencia.

4,5 millones de euros se destinarán a apoyar actividades de preparación ante catástrofes.

Contexto

Centroamérica y México son regiones expuestas a riesgos naturales, epidemias, disturbios sociales, violencia generalizada, pobreza crónica y desigualdad. El impacto de la pandemia de COVID-19 y la inflación están empeorando la vulnerabilidad de las personas y afectando a su capacidad de hacer frente a las dificultades. Esta situación se traduce en más riesgos de desplazamiento forzoso, inseguridad alimentaria y falta de protección, sobre todo en El Salvador, Honduras y Guatemala.

La región es también un punto crítico de tránsito y zona de destino de migrantes y personas desplazadas, tanto de América Latina como del Caribe, en su camino hacia la frontera estadounidense. Además, las comunidades rurales y las minorías étnicas del Corredor Seco soportan las consecuencias humanitarias de las frecuentes perturbaciones climáticas.

Desde 1994, la UE ha asignado 322 millones de euros en concepto de ayuda humanitaria a Centroamérica y México.

Parte de la financiación para Centroamérica y el Caribe ha contribuido a dar respuesta a emergencias como inundaciones, sequías, huracanes, epidemias, terremotos, erupciones volcánicas, desplazamientos internos forzosos y violencia. El resto de la financiación ha ayudado a las comunidades vulnerables a aumentar su resiliencia a la hora de hacer frente a futuras catástrofes.

Tan solo en 2022, a nivel regional, la UE destinó 160 millones de euros a afrontar los problemas humanitarios más urgentes en América Latina y el Caribe.