CGTN: China monitorea las mutaciones del coronavirus para ajustar su respuesta ante la COVID-19

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Dado que China se encuentra aflojando sus restricciones de contención de la COVID-19, algunos expertos han expresado preocupación de que dicha relajación de China en cuanto a las limitaciones relacionadas con la COVID-19 impulsará la probabilidad de que el virus mute.

“Es una preocupación”, afirmó CNN, citando a William Schaffner, profesor de la División de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en la ciudad de Nashville, estado de Tennessee, y director médico de la Fundación Nacional para Enfermedades Infecciosas.

“El riesgo de que emerja en China una nueva variante peligrosa es bastante bajo”, afirmó Chris Murray, director de un centro de investigación de salud de la Universidad de Washington con sede en Seattle, en un programa de CNBC.

Murray señaló que deben haber algunas “características especiales” para que surja una nueva variante y reemplace a la ómicron, y agregó que “es probablemente un leve riesgo en este punto”.

A partir de los datos, la GISAID, una base de datos pública con sede en Alemania, publicó el viernes una declaración informando que los datos recientes de la secuencia del genoma de China indican que “todas se parecen mucho a las variantes conocidas que circulan a nivel mundial observadas en diferentes partes del mundo entre julio y diciembre”, en comparación con los 14,4 millones de genomas de la base de datos.

Un total de 9 subvariantes de la cepa ómicron están circulando en China, y aún no se han encontrado características de mutaciones genómicas en estas subvariantes, afirmó Xu Wenbo, director del Instituto Nacional de Enfermedades Virales y Control (NIVDC) del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (el CDC de China) el martes.

Esfuerzos de China en el monitoreo de las mutaciones

Xu señaló que el país ha formulado un plan de trabajo para monitorear las nuevas cepas variantes del coronavirus desde que optimizó las medidas de prevención y control de la COVID-19.

El plan de trabajo requiere elegir tres “hospitales centinela”, cuyo rol consiste en monitorear, controlar y tratar la epidemia y las enfermedades infecciosas en cada provincia.

Según Xu, cada hospital centinela recolectará 15 muestras en centros ambulatorios y servicios de urgencias, 10 casos graves y todos los casos fatales cada semana para la secuenciación y análisis del genoma, y cargará datos al NIVDC, a fin de establecer una base de datos nacional del genoma para el nuevo coronavirus.

Yang Xiaobing, director del Centro Wuhan para el Control y la Prevención de Enfermedades, informó a la estación de televisión local en una entrevista que los hospitales centinela de la ciudad de Wuhan han recolectado 40 muestras de hisopados de garganta cada semana a partir de mediados de diciembre, lo que duplica la cifra anterior, para detectar el virus.

Según Yang, todos los datos mostraron que no se han encontrado otras cepas circulando en la ciudad desde octubre, excepto la BA.5.2.

El país también ha compartido sus datos con el mundo. China ha estado cargando secuencias génicas en el registro de la OMS desde el brote de la epidemia, para que otros países puedan desarrollar reactivos de diagnóstico y vacunas en función de los datos, afirmó el jueves Wu Zunyou, director epidemiológico del CDC de China.

El viernes se compartió más información. La Comisión Nacional de Salud (NHC) y el CDC de China celebraron una reunión en video con la OMS e intercambiaron opiniones sobre la situación actual de la COVID-19, tratamientos y vacunas. Según la NHC, los intercambios técnicos continuarán su curso a fin de ayudar a poner fin a la epidemia en todo el mundo lo antes posible.

La respuesta de China en materia de prevención y control de la COVID-19 está bien fundamentada

China ha lanzado múltiples medidas en los últimos tres años para ofrecer orientación sobre la prevención y el control de la epidemia, incluidas nueve versiones del Protocolo de Diagnóstico y Tratamiento para la COVID-19, 20 medidas optimizadas y 10 medidas nuevas. A partir del 8 de enero de 2023, el país gestionará la COVID-19 con medidas dirigidas a las enfermedades infecciosas de clase B en lugar de las más graves de clase A.

Liang Wannian, director del panel de expertos para la respuesta a la COVID-19 bajo la NHC, expresó que el ajuste de China ante la epidemia se basa en la comprensión de los agentes patógenos, el nivel inmunitario de la población, la capacidad de resistencia del sistema de salud y las medidas de intervención de la salud pública.

No significa dejar ir el virus, sino “asignar recursos a las tareas más importantes de prevención, control y tratamiento”, afirmó Liang.

China ha realizado esfuerzos para mejorar los suministros médicos necesarios, incluidos medicamentos terapéuticos, reactivos de prueba, vacunas, mascarillas médicas y trajes de protección.

Hasta ahora se han administrado más de 3.400 millones de dosis de vacuna contra la COVID-19 y más del 90 % de la población está totalmente vacunada, afirmó Li Bin, subdirector de la NHC, en una conferencia de prensa el 27 de diciembre.

La capacidad de producción nacional diaria de los medicamentos analgésicos antipiréticos ibuprofeno y paracetamol ha superado los 200 millones de tabletas, con una producción diaria de 190 millones, según el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información el jueves, y la producción nacional de reactivos de detección de antígenos ha aumentado de 60 millones diarios a principios de diciembre a 110 millones por día.

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