AMLO, ¿en el espejo de Vicente Fox?

Debate

Por Roberto Desachy Severino

El descerebrado Vicente Fox Quezada fue un traidor contumaz, no solamente al PAN, sino también a la propia democracia. A pesar de que en el lejanísimo año 2000 echó al PRI de Los Pinos y generó en millones de mexicanos la fundada esperanza de que habría un cambio verdadero y que el país comenzaría a erradicar el autoritarismo, la corrupción y la dictadura mal simulada a través de una partidocracia estúpida, ignorante, onerosa, insensible e inútil.

Vicente Fox

En lugar de ello, Fox Quesada encabezó un gobierno frívolo, corrupto, ultraconservador, que se envolvió en escándalos, como el “toallagate”, las anomalías de sus hijastros Bribiesca con el Infonavit y/o la depredación de los recursos federales del Fonden: Infonavit y Fovissste permiten tráfico de influencias de los Bribiesca, acusa diputada

Toda una fichita, el primer presidente de México no surgido del PRI decidió volverse un traidor a la democracia contra el propio Andrés Manuel López Obrador, a quien quiso sacar de la contienda del 2006 a través de un complot y, cuando no lo logró, recurrió a un vil fraude electoral gigantesco para –en complicidad con el PRI y personajes sucios como Mario Marín, Ulises Ruiz, Elba Esther Gordillo, etc- heredarle Los Pinos a Felipe Calderón:A Fox y Calderón los unía el espanto por López Obrador, escribe Olga Wornat en ‘Felipe, el oscuro’ (Adelanto editorial)

No conforme con encabezar el cínico fraude electoral del 2006, en complicidad con el entonces presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde y muchos políticos y empresarios más, en 2012 Fox Quesada traicionó al partido que lo hizo gobernador y titular del Ejecutivo federal, el PAN, cuando apoyó al PRI y a su entonces candidato, Enrique Peña Nieto: Vicente Fox apoya al PRI: “Yo no quiero una Venezuela en México”

EL RIESGO REAL DEL RETROCESO

Con el PRI y Alito Moreno en sus rodillas, comiendo las migajas que les dejan, además de los partidos paleros, como el PT, Verde Ecologista y el silencio cómplice de Movimiento Ciudadano, nadie debería dudar de que Andrés Manuel López Obrador puede sacar adelante su reforma electoral, desaparecer al INE, al TEPJF y, a través de Morena, la secretaría de Bienestar y demás órganos del gobierno federal armar nuevos órganos electorales a modo para él, su grupo y proyecto.

Incluso, ningún mexicano bien nacido podría oponerse a una reforma electoral que quite dinero a las burocracias partidistas, adelgace al poder Legislativo federal y audite a fondo al propio INE y lo haga menos oneroso para las arcas públicas: 65 por ciento de los ciudadanos confía en el INE…pero el 54% respalda una reforma electoral: La EncuestaMx

Es claro que Alito Moreno, Marko Cortés, los chuchos Zambrano y Ortega y sus partidos carecen de cualquier autoridad moral o política para autoproclamarse “defensores de la democracia”, cuando el PRI, PAN, PRD y sus burocracias son los principales culpables del hartazgo generalizado de la gente contra la política.

Pero sería un error histórico de AMLO el ceder a la tentación y llevar a cabo un golpe contra los organismos electorales para que, nuevamente, desde la Presidencia de la República se lleven a cabo los comicios, como sucedía, por ejemplo, cuando su director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, era secretario de Gobernación: Sí…que desaparezcan al INE, al TEPJF y que Manuel Bartlett y cía organicen las presidenciales del 2024

ERROR HISTÓRICO, QUE EL GOBIERNO FEDERAL VUELVA A APODERARSE DE LOS ÓRGANOS ELECTORALES

Si el presidente lleva a cabo un asalto contra el INE, el TEPJF y Morena y el gobierno federal utilizan sus recursos y poder de movilización, para apoderarse de dichos órganos a través de supuestas “consultas”, AMLO estaría incurriendo en el mismo exceso de su supuesta némesis, Vicente Fox: Traicionar a la democracia.

Sería paradójico y tragicómico que los dos presidentes más legítimos y votados en la historia reciente del país, Fox y AMLO, se erigieran también en enterradores del sistema electoral mexicano, que es muy caro y está lejos de la perfección, pero que ha permitido la alternancia en el poder y dado un nivel aceptable de competencia y certeza a la democracia mexicana.

Además, el imperfecto IFE y después INE les permitió a ellos –y a muchos otros – alcanzar el poder por la vía del voto y a través de la decisión mayoritaria de la gente. En consecuencia, darle un golpe para poner ahí a los incondicionales del actual gobierno federal sería traicionar la confianza de millones de mexicanos que pensaron que, efectivamente, AMLO era diferente a lo demás políticos: AMLO volvió a arremeter contra el INE

Como con sus antecesores, hoy el poder amlista es absoluto y, si lo desea, puede apoderarse del INE, el TEPJF y colocar ahí a Manuel Bartlett Díaz o cualquiera de sus allegados. Pero sería un error histórico, que lo haría pasar a la historia como el presidente y líder político que hizo que la democracia mexicana retrocediera 30 años: AMLO tunde al INE por ocultar encuesta a favor de su reforma electoral

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